El embarazo puede ser un momento de intensa paranoia para algunas madres. Su cuerpo cambia tanto y experimenta tantos síntomas diferentes que puede ser difícil entender lo que está bien y lo que no. Esto puede ser aún más difícil cuando se acerca la fecha del parto y se añaden la anticipación y la impaciencia a la mezcla. Pero hay bastantes síntomas del tercer trimestre del embarazo que no deberías asumir como normales, aunque sean relativamente comunes.
Muchos de estos síntomas pueden tener causas totalmente inocuas. Yo diría que experimenté la gran mayoría de ellos durante mi primer embarazo y ninguno de ellos resultó ser algo de lo que preocuparse seriamente. Pero eso no significa que los ignorara – preferiría acosar a mi médico con un millón de preguntas que acabar gravemente enferma o en peligro por no querer parecer tonta.
La otra cosa que hay que recordar es que muchos de estos síntomas pueden ser problemáticos en cualquier momento del embarazo, así que si estás leyendo esto y aún no has llegado al tercer trimestre, lo más probable es que quieras tomar nota.
Aquí tienes 11 síntomas del tercer trimestre que deberías consultar siempre con tu médico, por si acaso.
El sangrado durante cualquier etapa del embarazo debe ser revisado. Según Baby Center, si ves sangre durante el tercer trimestre puede ser señal de un problema grave con tu placenta o incluso de un parto prematuro.
Si pensabas que ibas a descansar de los calambres durante tu embarazo, probablemente estabas equivocada. Muchas mujeres experimentan calambres durante el embarazo debido al estiramiento de los ligamentos a medida que el vientre crece. Sin embargo, si empiezas a sentir calambres en el tercer trimestre, BabyMed señala que deberás avisar a tu médico. En realidad podrían ser contracciones, lo que te pondría en riesgo de un parto prematuro.
El dolor de espalda es desagradable durante cualquier momento del embarazo, pero puede llegar a ser aún más molesto en el tercer trimestre, cuando tu creciente barriga te hace sentir aún más incómoda. Según Healthline, el dolor de espalda puede ser un signo de parto prematuro o una indicación de que tienes ciática, una condición dolorosa que se desarrolla cuando tu útero comienza a presionar el nervio ciático.
La hinchazón es bastante común cuando estás embarazada, y por lo general se dará en los pies. Pero si empiezas a hincharte rápidamente en el tercer trimestre, especialmente en la cara o las manos, Baby Centered señaló que podría ser un signo de preeclampsia.
La preeclampsia puede disminuir la cantidad de sangre y oxígeno que recibe tu bebé a través de la placenta, por lo que cualquier síntoma de la misma debe ser revisado. Además de la hinchazón, también deberás alertar a tu médico si experimentas visión borrosa, según Baby Center.
Otro signo de que puedes estar desarrollando preeclampsia? El aumento repentino de peso, según The New York Times. Si subes más de un kilo en una semana, avisa a tu médico.
Si te duele mucho la cabeza cuando estás embarazada, no asumas que es sólo tensión o estrés. Según LiveStrong, los fuertes dolores de cabeza en el embarazo pueden ser otro signo de preeclampsia.
El dolor de piernas durante el embarazo puede ser otro signo de ciática, que es desagradable pero no peligroso. Pero no debes ignorarlo porque, según The Bump, también indica algo mucho más grave como la trombosis venosa profunda o los fibromas uterinos.
Dado el número de veces que una mujer embarazada orina durante el día, definitivamente no querrás que te duela. Según She Knows, el dolor al orinar podría ser un signo de una infección del tracto urinario, o ITU. Normalmente no son súper peligrosas, pero es importante tratarlas de inmediato durante el embarazo para que no empeoren. Las ITU no tratadas pueden ponerte en riesgo de que te pongas de parto antes de tiempo.
Fiebre
Tantas cosas diferentes pueden hacer que una mujer embarazada tenga fiebre: una ITU, un resfriado, la gripe. Estas afecciones son totalmente tratables, por lo que puedes estar tentada de manejarlas por tu cuenta. Pero según Parents, tu fiebre podría estar causada por algo mucho más grave como la listeria o la corioamnionitis, así que asegúrate de que tu médico está al tanto.
Las habitaciones de tu bebé por nacer se estrechan un poco en el tercer trimestre, así que puedes pensar que no sientes tantas patadas porque simplemente no tienen suficiente espacio para moverse. Pero es importante vigilar cuánto se mueven. Según Parents, la disminución del movimiento podría ser un signo de falta de líquido amniótico que puede poner al bebé en peligro.