12.1A: Inmunización pasiva

Objetivos de aprendizaje

  • Describir cómo funcionan la inmunidad pasiva artificial y la natural para proporcionar protección de anticuerpos contra microorganismos

Hay dos tipos de inmunidad pasiva: artificial y natural. La inmunidad pasiva artificial se consigue mediante la infusión de suero o plasma que contiene altas concentraciones de anticuerpos. Esta forma de inmunidad pasiva proporciona una protección inmediata de anticuerpos contra microorganismos como la hepatitis A mediante la administración de anticuerpos preformados. Estos anticuerpos han sido producidos por otra persona o animal que ha sido inmunizado activamente, pero el receptor final no los ha producido. El receptor sólo se beneficiará temporalmente de la inmunidad pasiva mientras los anticuerpos persistan en su circulación.Este tipo de inmunidad es de corta duración, y suele verse en casos en los que un paciente necesita protección inmediata frente a un cuerpo extraño y no puede formar anticuerpos con suficiente rapidez de forma independiente.

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Figura: Inmunidad: La inmunidad natural se produce a través del contacto con un agente causante de la enfermedad, cuando el contacto no fue deliberado, mientras que la inmunidad artificial se desarrolla sólo a través de acciones deliberadas de exposición. Tanto la inmunidad natural como la artificial pueden subdividirse en función del tiempo que dura la protección. La inmunidad pasiva es de corta duración y suele durar sólo unos meses, mientras que la protección a través de la inmunidad activa dura mucho más, y a veces es de por vida.

La inmunidad pasiva también puede ser adquirida de forma natural por el feto debido a la transferencia de anticuerpos por la circulación materna en el útero a través de la placenta alrededor del tercer mes de gestación. La inmunidad de los recién nacidos es sólo temporal y comienza a disminuir después de las primeras semanas, o meses. La leche materna también contiene anticuerpos, lo que significa que los bebés amamantados tienen inmunidad pasiva durante más tiempo. La leche espesa y amarillenta (calostro) que se produce durante los primeros días después del nacimiento es especialmente rica en anticuerpos. Para que el recién nacido tenga una protección duradera, debe recibir una inmunidad activa. La primera inmunización, administrada cuando el bebé tiene dos meses, incluye la tos ferina y la Hib (haemophilus influenza tipo b) porque la inmunidad a estas enfermedades es la que disminuye más rápidamente. La inmunidad pasiva contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR) suele durar aproximadamente un año, por lo que la SPR se administra justo después del primer cumpleaños del bebé.

Puntos clave

  • La inmunización pasiva proporciona inmunidad humoral.
  • La inmunización pasiva artificial es la inyección de una solución de anticuerpos preformados cuando un paciente es incapaz de producir anticuerpos con la suficiente rapidez para combatir una enfermedad.
  • La inmunización pasiva natural es la transferencia de anticuerpos a través de la placenta de una mujer embarazada al feto. La inmunidad dura un par de meses tras el nacimiento del bebé, después de lo cual se requiere una inmunización activa.

Términos clave

  • In útero: Que ocurre o reside dentro del útero o matriz; que no ha nacido.

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