25 tecnologías que han cambiado el mundo

Armados con potentes características y capaces de ejecutar miles de aplicaciones, exprimieron más funcionalidad en un solo dispositivo de lo que habíamos visto nunca. La revolución de los móviles también supuso la muerte de las cámaras de apuntar y disparar, las unidades GPS de los salpicaderos, las videocámaras, las PDA y los reproductores MP3. Ahora usamos los smartphones para comprar, como linterna y a veces incluso para llamar a la gente. Es la versión tecnológica de la navaja suiza.

Ahora, 13 años después de la introducción del iPhone, más de 3.500 millones de personas en todo el mundo utilizan un smartphone, casi la mitad de la población de la Tierra. Puede que incluso estés usando uno para leer este artículo.

Wi-Fi

El smartphone y el internet que usamos hoy en día no habrían sido posibles sin tecnologías de comunicación inalámbrica como el Wi-Fi. En 1995, si querías «navegar» por internet en casa, tenías que encadenarte a un cable de red como si fuera un alargador. En 1997 se inventó el Wi-Fi y se puso a disposición del consumidor. Con un router y un dongle para nuestro portátil, podíamos desenchufarnos del cable de red y recorrer la casa o la oficina y seguir conectados.

Con los años, el Wi-Fi se ha hecho progresivamente más rápido y ha encontrado su camino en los ordenadores, los dispositivos móviles e incluso los coches. El Wi-Fi es tan esencial para nuestra vida personal y profesional hoy en día que es casi inaudito estar en una casa o lugar público que no lo tenga.

Internet de las cosas

Wi-Fi no sólo nos ha permitido consultar el correo electrónico o escapar del aburrimiento en casa de los suegros, también ha hecho posible un montón de dispositivos de consumo que se conectan y comparten información sin interacción humana, creando un sistema llamado Internet de las cosas. El término se acuñó en 1999, pero la idea no empezó a despegar entre los consumidores hasta la década pasada.

Hoy en día, hay decenas de miles de millones de dispositivos conectados a Internet en todo el mundo que nos permiten realizar tareas domésticas inteligentes, como encender las luces, comprobar quién está en la puerta de casa y recibir una alerta cuando nos quedamos sin leche. También tiene aplicaciones industriales, como en la atención sanitaria y la gestión de servicios municipales.

Se espera que el gasto en tecnología del Internet de las cosas alcance los 248.000 millones de dólares este año, más del doble que hace tres años. En cinco años, se espera que el mercado supere los 1,5 billones de dólares.

Asistentes de voz

Para muchos consumidores, el corazón del hogar inteligente es un asistente de voz como Alexa de Amazon, Assistant de Google y Siri de Apple. Además de ser un requisito indispensable para controlar los dispositivos de tu casa, sus altavoces conectados te informan del tiempo, te leen las noticias y reproducen música de varios servicios de streaming, entre otras miles de «habilidades».»

En 2019 había más de 3.250 millones de dispositivos con asistente de voz en uso en todo el mundo, y se espera que esa cifra se duplique con creces hasta alcanzar los 8.000 millones en 2023. Pero también presentan un dolor de cabeza para la privacidad, ya que los dispositivos son esencialmente micrófonos conectados a Internet que transmiten sus conversaciones a los servidores de Amazon, Google o Apple. Las tres compañías han admitido que utilizan contratistas humanos para escuchar conversaciones seleccionadas de los asistentes de voz en un esfuerzo por mejorar la precisión de su software.

Bluetooth

Otra tecnología de comunicación inalámbrica que ha demostrado ser indispensable es Bluetooth, un enlace de radio que conecta dispositivos a corta distancia. Presentado a los consumidores en 1999, el Bluetooth se creó para conectar un teléfono móvil a unos auriculares de manos libres, lo que permitía mantener conversaciones mientras se tenían las manos disponibles para otros usos, como conducir un coche.

Desde entonces, el Bluetooth se ha ampliado para conectar dispositivos como auriculares, audífonos, altavoces inalámbricos portátiles y audífonos a fuentes de audio como teléfonos, ordenadores, receptores estéreo e incluso coches. Los rastreadores de fitness utilizan Bluetooth para transmitir datos a los teléfonos móviles, y los PC pueden conectarse de forma inalámbrica a teclados y ratones.

Entre 2012 y 2018, el número de dispositivos con Bluetooth en el mundo casi se disparó hasta los 10.000 millones. En la actualidad, el Bluetooth se emplea en el hogar inteligente para usos como el desbloqueo de las cerraduras de las puertas y la transmisión de audio a las bombillas con altavoces incorporados.

VPN

La red privada virtual, esencialmente un túnel encriptado para transferir datos en Internet, ha demostrado ser inestimable tanto para las empresas como para los particulares. Desarrollada en 1996, la tecnología fue inicialmente utilizada casi exclusivamente por las empresas para que sus empleados remotos pudieran acceder de forma segura a la intranet de la compañía.

El uso de la VPN ha crecido en popularidad desde entonces, con alrededor de una cuarta parte de los usuarios de Internet utilizando una VPN en 2018. Hoy en día, otros usos populares de las VPN incluyen ocultar la actividad en línea, evitar la censura de Internet en países sin Internet libre y evitar las restricciones basadas en la geografía en los servicios de streaming.

Bitcoin

Bitcoin es la criptomoneda digital que acumuló titulares con su meteórica subida de valor hace unos años y luego su igualmente impresionante caída, y es otra tecnología popularizada por el anonimato. Rompió el umbral de los 1.000 dólares por primera vez el 1 de enero de 2017, superó los 19.000 dólares en diciembre de ese año y luego perdió cerca del 50% de su valor durante la primera parte de 2018.

La moneda descentralizada incorpora tecnología, moneda, matemáticas, economía y dinámica social. Y es anónima; en lugar de utilizar nombres, identificaciones fiscales o números de la Seguridad Social, el bitcoin conecta a compradores y vendedores a través de claves de cifrado.

Ordenadores que ejecutan un software especial -los «mineros»- inscriben las transacciones en un vasto libro de contabilidad digital. Estos bloques se conocen, en conjunto, como el «blockchain». Pero el proceso computacional de minería de bitcoins puede ser arduo, con miles de mineros compitiendo simultáneamente.

Blockchain

Tal vez más grande que el bitcoin es blockchain, la tecnología de encriptación detrás de la criptomoneda. Dado que el blockchain funciona como un libro de contabilidad digital seguro, una gran cantidad de empresas emergentes esperan aplicarlo a las votaciones, las loterías, los documentos de identidad y la verificación de la identidad, la representación gráfica, los pagos de asistencia social, la búsqueda de empleo y los pagos de seguros.

Es un negocio potencialmente muy grande. La firma de análisis Gartner estima que blockchain proporcionará 176.000 millones de dólares en valor a las empresas para 2025 y la friolera de 3,1 billones para 2030.

MP3

El entretenimiento se ha vuelto mucho más portátil en el último cuarto de siglo, en gran parte gracias a la introducción de las tecnologías de compresión MP3 y MP4. La investigación sobre la codificación de alta calidad y baja tasa de bits comenzó en la década de 1970. La idea era comprimir el audio en un archivo digital con poca o ninguna pérdida de calidad de audio. El estándar MP3 que conocemos hoy surgió a mediados de los años 90, pero el primer reproductor de MP3 para móviles no estuvo a disposición de los consumidores hasta 1998, cuando la empresa surcoreana Saehan lanzó MPMan, un reproductor basado en flash que podía contener unas 12 canciones.

La popularidad del formato despegó en 1999, cuando el estudiante de 19 años Shawn Fanning creó el software detrás del servicio pionero de intercambio de archivos Napster, que permitía a los usuarios intercambiar archivos MP3 entre sí a través de Internet de forma gratuita. Esa actividad es famosa por recortar los beneficios de la industria discográfica y de los artistas, que interpusieron demandas que acabaron por derribar a Napster, pero el formato ayudó a dar lugar al mercado de los servicios de música en streaming como Spotify, Apple Music y muchos otros.

Reconocimiento facial

El reconocimiento facial es un campo tecnológico en auge que desempeña un papel cada vez más importante en nuestras vidas. Se trata de una forma de autenticación biométrica que utiliza los rasgos de tu rostro para verificar tu identidad.

La tecnología nos ayuda a desbloquear dispositivos y a clasificar fotos en álbumes digitales, pero la vigilancia y el marketing pueden acabar siendo sus principales usos. Las cámaras vinculadas a las bases de datos de reconocimiento facial que contienen millones de fotos de caretos y permisos de conducir se utilizan para identificar a presuntos delincuentes. También podrían usarse para reconocer tu cara y hacerte recomendaciones de compra personalizadas al entrar en una tienda.

Ambas actividades plantean problemas de privacidad, que van desde la extralimitación de las fuerzas del orden, a sistemas con prejuicios raciales ocultos, pasando por el acceso de los hackers a tu información segura. Y algunos sistemas no siempre son muy precisos.

Aún así, el mercado no muestra signos de estancamiento. Solo en Estados Unidos, se espera que la industria del reconocimiento facial crezca de 3.200 millones de dólares en 2019 a 7.000 millones en 2024.

Inteligencia artificial

La inteligencia artificial -simular la inteligencia humana en máquinas- solía estar confinada a la ciencia ficción. Pero en las últimas décadas ha irrumpido en el mundo real, convirtiéndose en una de las tecnologías más importantes de nuestro tiempo. Además de ser el cerebro del reconocimiento facial, la IA está ayudando a resolver problemas críticos en el transporte, el comercio minorista y la atención sanitaria (por ejemplo, la detección del cáncer de mama que los ojos humanos no ven). En Internet, se utiliza para todo, desde el reconocimiento de voz hasta el filtrado de spam. Warner Bros. planea incluso utilizar la IA para analizar sus posibles películas y elegir las que se van a desarrollar.

Pero también existe el temor de que se avecine un futuro distópico con la creación de armas autónomas, incluyendo drones, sistemas de defensa de misiles y robots centinelas. Los líderes de la industria han pedido que se regule la tecnología para evitar el daño potencial de herramientas como los deepfakes, que son falsificaciones de vídeo que hacen que las personas parezcan decir o hacer cosas que no hicieron.

Los drones

Los drones han despegado realmente en los últimos años. Lo que empezó como un artilugio para aficionados ha transformado las industrias, con las aeronaves no tripuladas filmando secuencias de películas, entregando paquetes a lugares de difícil acceso, inspeccionando obras de construcción y rociando pesticidas sobre los cultivos para proteger las granjas.

Los drones ahora van desde ruidosos cuadricópteros hasta mini aviones que transportan carga. En la frontera entre Estados Unidos y México, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza utiliza drones Predator de estilo militar, con un coste de 16 millones de dólares, que pueden volar a una altura de hasta nueve millas, equipados con un radar lo suficientemente potente como para detectar huellas en la arena.

En un futuro no muy lejano, se espera que los drones abarroten los cielos, actuando como taxis aéreos personales y realizando tareas que salvan vidas, como la entrega de medicamentos, la ayuda en la búsqueda y el rescate, y la lucha contra los incendios.

Equipos de pruebas de ADN

Con un simple hisopo de la mejilla o una muestra de saliva, los kits de pruebas de ADN han ayudado a profundizar en nuestra comprensión de la ascendencia, nos han presentado a parientes vivos en todo el mundo, han determinado la paternidad y han arrojado luz sobre una predisposición a problemas de salud y enfermedades específicas.

En los últimos años, los kits se han vuelto bastante asequibles y populares. Los organismos policiales, en particular, se han aficionado a los kits. Utilizando una técnica llamada genealogía genética, han descifrado docenas de casos de asesinato, violación y asalto, algunos de ellos de hace décadas.

Los investigadores utilizan la investigación genealógica tradicional para identificar a los posibles sospechosos, a los que luego se les realiza una prueba de ADN que coincide con la escena del crimen. Pero esta práctica depende de que los investigadores tengan acceso a una gran cantidad de perfiles de ADN, y suscita la preocupación de los defensores de la intimidad.

Computación cuántica

Empresas y países están invirtiendo miles de millones de dólares en la investigación y el desarrollo de la computación cuántica. Apuestan a que dará sus frutos abriendo nuevas capacidades en química, navegación, diseño de materiales, finanzas, inteligencia artificial y mucho más.

La tecnología está empezando a mostrar algunas de las promesas que los investigadores han exagerado durante décadas. El año pasado, un procesador cuántico diseñado por Google, llamado Sycamore, completó en 200 segundos una tarea que, según las estimaciones de Google, llevaría 10.000 años en el superordenador más rápido del mundo.

Honeywell, que en su día vendió enormes ordenadores centrales, predice que el rendimiento de sus ordenadores cuánticos se multiplicará por 10 cada año durante los próximos cinco años, lo que significa que serán 100.000 veces más rápidos en 2025.

Redes sociales

El mundo online era un lugar muy diferente hace dos décadas. Los usuarios de redes sociales de cierta edad quizá recuerden Friendster, el sitio que se lanzó en 2002 y que permitía a la gente rellenar un perfil online y conectar con personas que conocían en la vida real. Pero dos años después, Mark Zuckerberg lo cambió todo cuando lanzó una red social para estudiantes universitarios llamada Facebook. Se abrió al público en general en 2006 y rápidamente dejó muy atrás a Friendster y MySpace.

Hoy en día Facebook ayuda a la gente a conectarse y a seguir conectados, pero su verdadero negocio es la publicidad. El año pasado, obtuvo 32.000 millones de dólares en ingresos publicitarios. También ayudó a allanar el camino a otras redes sociales que ayudan a la gente a chatear, compartir fotos y encontrar trabajo, entre otras actividades. Ahora tiene 2.370 millones de usuarios, casi un tercio de la población mundial.

Impresión 3D

La impresión 3D -el proceso de sintetizar un objeto tridimensional- es una de esas tecnologías que cada año se acerca más al uso generalizado. Hemos visto el concepto en la televisión y en las películas durante años, y ahora, con las impresoras 3D domésticas, finalmente está creciendo más allá de un pasatiempo exótico para una pequeña audiencia de entusiastas.

La impresión 3D consiguió un punto de apoyo temprano como una forma de diseñar prototipos de casi cualquier cosa. La tecnología permite a los fabricantes construir componentes de plástico más ligeros que las alternativas de metal y con formas inusuales que no se pueden hacer con los métodos convencionales de moldeo por inyección.

Los dispositivos se utilizan para crear materiales dentro de los cascos de fútbol y las zapatillas de correr de Adidas, y Porsche planea lanzar un nuevo programa de impresión 3D que permitirá a los clientes tener los asientos de sus coches parcialmente impresos en 3D.

Algunos llaman a la impresión 3D la cuarta revolución industrial. El gasto en este campo está creciendo en torno al 13% anual entre las grandes empresas estadounidenses, según estimaciones de la consultora Deloitte, y probablemente alcanzará los 2.000 millones de dólares en 2020.

La transmisión de vídeo

Hace 25 años, un nuevo formato de almacenamiento de medios estaba tomando el mundo del entretenimiento por sorpresa. Los DVD tenían una calidad de imagen y sonido superior a la de las cintas VHS, y ocupaban menos espacio en las estanterías. Las tiendas de alquiler de películas abandonaron el VHS por el DVD, y aparecieron servicios de alquiler en línea como Netflix, que ofrecían la comodidad de enviar por correo los discos alquilados directamente al usuario.

Entonces, Netflix presentó su servicio de streaming, que permitía ver películas y programas de televisión a través de Internet. Los consumidores se enamoraron de la comodidad de la programación a la carta y comenzó el fenómeno de «cortar el cordón». A medida que surgieron más servicios de streaming como Amazon Prime Video, Hulu y YouTube, los consumidores empezaron a cancelar las suscripciones de cable y satélite y los servicios de alquiler como Blockbuster quebraron.

Para el próximo año, se espera que más de una quinta parte de los hogares estadounidenses hayan cortado el cordón de los servicios de cable y satélite, según eMarketer.

El streaming de música

El vinilo siempre será popular entre los audiófilos, pero el streaming sigue siendo el futuro de la escucha musical. La música en streaming es barata o incluso gratuita (en el caso de Pandora y Spotify) y supera a cualquier formato físico en cuanto a comodidad.

El streaming representa ahora el 85% de todo el consumo de música en Estados Unidos, un aumento del 7,6% respecto a 2018, según BuzzAngle Music. En 2019, el consumo de streams de audio bajo demanda alcanzó la cifra récord de 705.000 millones de streams, un aumento del 32% respecto al año anterior.

En 2019, los ingresos totales de la industria musical aumentaron un 13%, hasta los 11.100 millones de dólares, y el streaming representó casi el 80% de ese total, según la RIAA. Pero al mismo tiempo, las ventas de álbumes cayeron un 23% en 2019 y las de canciones un 26%. Y eso después de descensos del 18,2% y del 28,8%, respectivamente, el año anterior.

Aplicaciones

Las aplicaciones móviles han cambiado la forma en que consumimos medios y nos comunicamos, desde los servicios de noticias y de streaming hasta los mensajes de texto y las aplicaciones de redes sociales. También han cambiado la forma en que vivimos nuestra vida cotidiana, ayudándonos a encontrar viajes a la carta, alquileres a corto y largo plazo, y a recibir comida en la puerta de casa, por nombrar algunas de las innumerables ventajas.

Hay más de 2 millones de aplicaciones en la App Store de Apple, que generan unos 50.000 millones de dólares en ingresos.

Vehículos autónomos

La promesa de los vehículos autónomos ha sido pregonada durante más de una década: Sin conductores humanos, dicen sus defensores, los coches serán más seguros y cómodos, especialmente en los viajes largos. Las empresas tecnológicas llevan mucho tiempo trabajando para hacerlos realidad. La flota de vehículos sin conductor de Waymo, la empresa de coches autónomos propiedad de la matriz de Google, Alphabet, ha recorrido más de 20 millones de kilómetros en carreteras públicas desde su fundación en 2009.

Los coches totalmente autoconducidos puede que no lleguen a los concesionarios hasta dentro de una década, pero ya nos estamos beneficiando de la tecnología que se está desarrollando para los vehículos autónomos, como el control de crucero adaptativo, el frenado automático por colisión frontal, el aparcamiento automático, el piloto automático y el asistente de mantenimiento de carril.

RFID

Los minoristas se enamoraron de la identificación por radiofrecuencia hace unos 20 años, promocionando los pequeños chips como una forma cómoda de controlar el inventario y reducir los robos, sin que la gente tuviera que entrar en contacto con el artículo etiquetado. Hoy en día, tienen una gran variedad de aplicaciones, como el seguimiento de coches, equipos informáticos y libros. Se implantan en los animales para ayudar a identificar a los dueños de las mascotas perdidas, los agricultores los utilizan para controlar los cultivos y el ganado, y ayudan a las empresas alimentarias a rastrear el origen de los productos envasados.

Gracias a la creciente demanda, especialmente en las industrias médica y sanitaria, donde la tecnología de seguimiento se utiliza para controlar a los pacientes y etiquetar los medicamentos, se prevé que el gasto en la industria de las etiquetas RFID alcance los 17.000 millones de dólares, más del doble de los 8.200 millones gastados en 2018.2 mil millones gastados en 2018.

Realidad virtual

Las empresas, grandes y pequeñas, han empezado a utilizar la realidad virtual, que transporta a los usuarios a un mundo generado por ordenador. La realidad virtual, que antes se limitaba al ámbito de las películas de ciencia ficción como Tron, de Walt Disney, se ha convertido en una industria del mundo real con un valor estimado de 18.000 millones de dólares.

Si bien se esperaba que la industria de los videojuegos recibiera un impulso económico de la realidad virtual, la industria tecnológica más amplia ve otras aplicaciones para la tecnología naciente, como la educación, la atención sanitaria, la arquitectura y el entretenimiento.

Videoconferencia

A medida que la pandemia de coronavirus ha cambiado el mundo en el que vivimos, obligándonos a evitar el contacto con los demás y a refugiarnos en el lugar, la videoconferencia ha explotado en popularidad. Hace unos meses, esta tecnología no habría entrado en nuestra lista, pero ahora está resultando indispensable. La videotelefonía lleva existiendo de alguna forma desde los años 70, pero no fue hasta el debut de la web cuando la tecnología despegó.

Al igual que las cámaras web, los servicios gratuitos de Internet como Skype e iChat popularizaron la tecnología en la década de 2000, llevando la videoconferencia a todos los rincones de Internet. El mundo empresarial adoptó la herramienta como una forma de reducir los viajes de los empleados para las reuniones y como una herramienta de marketing.

A medida que las empresas y las escuelas implementaron políticas sobre el trabajo y el estudio desde casa, las aplicaciones de videochat y conferencia crecieron en popularidad como una forma de hacer el trabajo y comunicarse con amigos y familiares, especialmente entre las personas que nunca habían utilizado la tecnología antes.

Los cigarrillos electrónicos

Los cigarrillos electrónicos con batería llegaron al mercado estadounidense hace una década, promocionados como una alternativa más segura a los cigarrillos tradicionales. Sin embargo, no ganaron realmente tracción hasta 2015, cuando Juul Labs debutó con su discreto vaporizador de tamaño USB y se convirtió rápidamente en el líder de la industria.

En 2019, un número creciente de personas que vapean estaban terminando en el hospital con síntomas que incluyen tos, falta de aliento y otros problemas de salud después de vapear – y al menos 54 personas han muerto.

Juul está acusado en una demanda de dirigirse ilegalmente a los jóvenes en línea en las campañas publicitarias. Las empresas de vapeo han sido demandadas por motivos similares en otros tribunales. San Francisco prohibió la venta de cigarrillos electrónicos en junio.

Ransomware

El primer ataque de ransomware se remonta a finales de la década de 1980, pero el malware ha crecido como una de las mayores amenazas de ciberseguridad desde 2005. El ransomware bloquea el sistema informático de la víctima hasta que se paga un rescate, normalmente en bitcoin u otra criptomoneda. Los hackers suelen amenazar con borrar los datos. Se propaga como lo hace otro malware, a través de archivos adjuntos de correo electrónico o enlaces no seguros.

Los ataques de ransomware se dispararon en 2019, afectando a casi 1.000 agencias gubernamentales, establecimientos educativos y proveedores de atención médica en Estados Unidos, con un coste estimado de 7.500 millones de dólares.