¿Eres una acaparadora de esmaltes de uñas? Entonces seguro que te sientes identificada con esto.
¿Alguna vez has vuelto a tu tono de esmalte favorito sólo para encontrarlo seco, pegajoso e imposible de aplicar? Es desgarrador, ¿verdad? Sobre todo cuando aún queda más de la mitad del esmalte dentro del frasco. Pues bien, la buena noticia es que hemos encontrado una forma de solucionar los problemas de los esmaltes gruesos. Ya no tendrás que lidiar con la consistencia desigual que conlleva un esmalte espeso y con grumos.
Vamos a ayudarte a revivir tu viejo (y favorito) esmalte de uñas y dejarlo como nuevo. ¿Cómo? Sigue leyendo…
El agua caliente hace maravillas
Si tu esmalte de uñas se ha quedado seco y espeso, solo necesitas un recipiente con agua caliente para arreglarlo. Sumerge el frasco de esmalte de uñas en un cuenco lleno de agua caliente y déjalo allí durante unos 3 minutos. A continuación, haz rodar suavemente el frasco hacia delante y hacia atrás entre las palmas de las manos para agitar el esmalte que contiene. Ten en cuenta que el frasco de cristal puede calentarse mucho, así que manipúlalo con cuidado. Si el esmalte sigue sin alcanzar la consistencia deseada, entonces repite el proceso durante unos minutos más.
La acetona pura a tu rescate
¿Tu pintura de uñas favorita está empezando a endurecerse? ¡No te preocupes! Todo lo que necesitas es una sola gota de acetona pura para diluir tu esmalte. La clave está en usar sólo una gota, ya que más de eso romperá el esmalte de uñas y disminuirá su vida útil. Por lo tanto, ten mucho cuidado con la cantidad de acetona que utilizas para arreglar tu esmalte grueso y grumoso.
La prevención es la mejor cura
Para evitar que tu esmalte de uñas se llene de restos de pintura, debes seguir algunas medidas preventivas. En primer lugar, asegúrate de que la tapa del frasco de esmalte de uñas está bien cerrada después de cada uso. Además, nunca dejes la tapa abierta más tiempo del necesario. La exposición al aire es una de las principales razones por las que el esmalte de uñas se vuelve espeso y seco. En segundo lugar, guarda siempre el esmalte en un lugar fresco. Evita el cuarto de baño, ya que la temperatura ambiente fluctúa constantemente y eso puede afectar al esmalte. Por último, guarda los frascos en posición vertical. Cuando los frascos se colocan de lado o boca abajo, se secan y se forman grumos en el cuello del frasco.