El chicle existe desde hace mucho tiempo, incluso desde hace cientos de años, cuando los pueblos antiguos masticaban resinas de árboles. Pero masticar chicle no siempre ha sido bien visto. La mayoría de las escuelas todavía no permiten a los estudiantes masticar chicle durante la escuela, y los chicles azucarados con los que mucha gente creció tienen una mala reputación por parte de los dentistas.
¿Pero puede ser realmente bueno masticar chicle tanto para tu cerebro como para tus dientes? La respuesta es sí, si eliges y masticas el tipo correcto. Aquí tienes cinco razones por las que masticar chicle puede ser saludable.
Salud cerebral
Los estudios han demostrado que masticar chicle puede ayudarte a concentrarte en el trabajo y ser más productivo, por no hablar de estar más alerta. Algunos estudios sugieren que podría potenciar la memoria, pero esos resultados son más contradictorios.
Dientes más limpios
¿Deseas tener un cepillo de dientes encima, pero tienes un paquete de chicles sin azúcar? Estás de suerte, porque masticar chicle puede realmente ayudar a limpiar los dientes entre comidas, siempre y cuando elijas la variedad sin azúcar. Masticar chicle ayuda a tu boca a producir más saliva. Eso es bueno, porque la saliva lucha contra el ácido de la boca producido por la placa bacteriana que se forma después de comer. Esas bacterias pueden desgastar el esmalte de nuestros dientes, y eso puede provocar caries.
Aliento más fresco
El chicle sin azúcar hace que tu aliento sea más agradable, y no sólo porque puedas elegir una variedad de menta. La saliva que produce tu boca cuando masticas un chicle puede ayudar a reducir los efectos de la sequedad bucal, que puede hacer que el aliento huela peor.
Menos estrés
Varios estudios han demostrado que masticar un chicle podría ayudarte a sentirte más tranquilo, al reducir la sensación de estrés y ansiedad.
Reducción del apetito
Masticar chicle puede ser una herramienta en tu caja de herramientas para perder peso. Los que mastican chicle queman unas cuantas calorías más al día que los que no lo hacen. Pero quizás lo más importante es que algunos estudios demuestran que masticar chicle puede hacer mella en sus antojos de bocadillos y ayudar a saciar esa necesidad de masticar algo.