Cómo funcionan las avispas

  • por

La picadura de una avispa no es el tipo de cosa que la mayoría de la gente da por sentado, pero no se puede decir lo mismo de la composición química del veneno. Después de todo, ¿por qué duele tanto la picadura de una avispa?

El veneno de las avispas es mucho más que algo que duele; es un microasalto de varios pasos con un doble objetivo:

Publicidad

  • Como arma ofensiva, el objetivo es paralizar a los insectos para facilitar su transporte de vuelta al nido.
  • Como arma defensiva, el veneno proporciona suficiente dolor para convencer a los animales más grandes de que se queden tranquilos.

    Para llegar al fondo del veneno de las avispas, es importante entender exactamente qué es el dolor: un sufrimiento físico localizado asociado a una lesión o enfermedad física. Básicamente, son los nervios diciéndole al cerebro: «Oye, tu brazo está dañado» o «Muévete, tu pierna está en llamas». El resultado previsto es que la criatura que experimenta el dolor luche o huya, lo que mejor elimine la amenaza de más daños físicos. Para más información, lea Cómo funciona el dolor.

    Con el veneno de las avispas, el dolor, que puede ser muy intenso, es una exageración del daño físico real, que es mínimo. La picadura permite a la avispa convencer a las amenazas más grandes de que es capaz de infligir un daño físico mucho mayor del que cabría esperar de una criatura tan pequeña. El mensaje, que a menudo se transmite con una coloración brillante del cuerpo, es «déjanos en paz».

    El veneno de la avispa logra este efecto mediante un ataque por etapas contra el sistema nervioso a nivel celular.

    1. El aguijón lleva el veneno al torrente sanguíneo de la víctima.
    2. Los péptidos y las enzimas del veneno rompen las membranas celulares, derramando el contenido celular en el torrente sanguíneo. Cuando las células en cuestión son neuronas, que sirven al sistema nervioso central, esta ruptura hace que la célula lesionada envíe señales al cerebro. Experimentamos estas señales en forma de dolor.
    3. Para asegurarse de que el dolor sigue llegando, otras sustancias en el veneno, como la norepinefrina, detienen el flujo de sangre. Por ello, el dolor de una picadura de avispa puede durar varios minutos, hasta que el torrente sanguíneo pueda llevarse el veneno diluido.
    4. Por último, la hialuronidasa y el MCDP (péptido degranulador de mastocitos) allanan el camino para que los elementos destructores de la membrana del veneno se desplacen hacia otras células al fundir el tejido conectivo entre ellas. Este factor de propagación conduce a la hinchazón y el enrojecimiento asociados con la mayoría de las picaduras de insectos.

      Esta picadura logra el objetivo de persuadir a la mayoría de los animales grandes para que no intenten matar o comer a la avispa. Piensa en el dolor como un sistema de seguridad, sólo que para tu cuerpo. Puede que una picadura de avispa no queme la casa, pero seguro que puede hacer saltar todas las alarmas y los sistemas de rociadores.

      Pero a las víctimas más pequeñas de las picaduras de avispa les esperan cosas mucho peores, cuyos detalles sangrientos exploraremos en la siguiente sección.

      Deja una respuesta

      Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *