Cómo prepararse para una resonancia magnética de la zona lumbar

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Si ha estado sufriendo de dolor lumbar y no ha respondido bien a los tratamientos convencionales, su médico puede ordenar una resonancia magnética de la zona lumbar. Una RMN, o resonancia magnética, utiliza tecnología magnética para crear imágenes del interior de su cuerpo. Esta tecnología es capaz de visualizar los tejidos blandos, los ligamentos y los nervios de un modo que los rayos X o los TAC no pueden. A continuación, le explicamos cómo puede prepararse para la resonancia magnética de la zona lumbar.

Hable con su médico

Antes de la prueba, su médico debe comentarle qué medicamentos está tomando, si existe la posibilidad de que esté embarazada, qué cirugías previas ha tenido y si tiene algún dispositivo o pieza metálica implantada en el interior de su cuerpo, como un marcapasos o tornillos y varillas. También debe informar a su médico si utiliza un DIU como método anticonceptivo, si padece una enfermedad renal o si se pone muy nerviosa o se asusta en espacios cerrados. Si tiene fobia a los espacios cerrados, su médico puede recetarle un medicamento que le ayude a relajarse antes de la prueba. Si este es el caso, prevea que alguien le lleve y le traiga de la cita, ya que no podrá conducir usted mismo. Si su médico quiere utilizar contraste y usted está amamantando, coméntelo con su médico.

La mañana de la prueba

No hay necesidad de ir sin comida ni agua para una resonancia magnética. Desayune como lo haría normalmente. Evite llevar joyas, maquillaje o ropa con botones o broches metálicos. Si lleva ropa con metal, como un sujetador con aros, se le pedirá que se ponga una bata. Sin embargo, si lleva ropa cómoda sin ningún tipo de metal, es posible que le hagan la prueba sin ponerse la bata. Es posible que le coloquen una vía intravenosa si su médico ha ordenado una resonancia magnética con contraste para poder visualizar mejor los vasos sanguíneos y los órganos.

Durante la prueba

Una resonancia magnética no duele, aunque se le pedirá que se tumbe en una mesa plana que puede resultar incómoda. La máquina hace mucho ruido, por lo que se le darán tapones para los oídos o auriculares con música. La prueba puede durar entre media hora y una hora, y es importante que se relaje y permanezca lo más quieto posible. Si se mueve durante la prueba, las imágenes pueden resultar poco claras y puede ser necesario repetir la RMN. Esto puede hacer que su prueba dure más tiempo o que se le pida que vuelva a otra hora.

Después de la prueba

Si le han dado un medicamento para ayudarle a relajarse, necesitará que alguien le lleve a casa y es posible que tenga sueño. Si no es así, puede conducir y reanudar sus actividades normales de inmediato, incluso si recibió una vía intravenosa con contraste. No hay nada especial que deba hacer después de una RMN. Su médico le llamará para comunicarle los resultados en unos días. Es posible que tenga que concertar una cita para repasar los resultados de la resonancia magnética en detalle.

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Las resonancias magnéticas en los hospitales cuestan significativamente más que una resonancia magnética realizada en un centro de imágenes independiente, aunque la exploración sea exactamente la misma. Para ahorrar dinero en su resonancia magnética, póngase en contacto con American Health Imaging en el 855-214-7169 para obtener más información.

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