Sandra Evans perdió casi 7 kilos mientras se sometía a tratamientos contra el cáncer de mama. No fueron tanto las náuseas que pueden acompañar a la quimioterapia lo que desencadenó su pérdida de peso, sino más bien el sabor de los alimentos después de sus tratamientos.
«Era como probar el metal», dijo la superviviente de cáncer de mama de 64 años de Kent, Washington. «Si comía plátanos, arroz o patatas no les afectaba tanto. Pero otras cosas, como los cítricos, el ketchup o la mayonesa, tenían un sabor extraño. No podía comer carne porque no tenía buen sabor. Era difícil conseguir suficiente comida para mantenerme. «
El efecto secundario que algunos llaman «boca de quimio» y otros «boca de metal», puede hacer que los alimentos favoritos sepan tan mal que los pacientes con cáncer se resisten a comer en un momento en el que necesitan nutrirse para ayudar a su recuperación.
«Es un efecto secundario muy común», dijo la doctora Julie Gralow, directora de oncología médica de mama en la Alianza para el Cuidado del Cáncer de Seattle y miembro asociado en la División de Investigación Clínica del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson. «La comida sabe diferente. A veces oigo que son metálicos. Los alimentos que solían gustar a la gente ya no les gustan porque no saben igual»
Incluso el agua puede ser un problema.
«Algunas personas me han dicho que el agua corriente sabe diferente debido a la quimioterapia», dijo Gralow. «Probablemente está irritando los receptores del gusto en la lengua y las señales se mezclan»
Evans puede dar fe de ello. «El sabor a metal era peor en el agua que incluso en la comida», dijo. «Se supone que debes beber al menos un galón de agua al día y yo estaba tomando una píldora que requería mucha agua. No podía hacerlo. Tenía un sabor tan desagradable. Como metal en mi boca».
Con el sabor de los alimentos tan corrompido, puede ser difícil conseguir que los pacientes coman y beban lo suficiente. «Una buena nutrición es tan importante para la curación mientras estás en quimioterapia», dijo Gralow.
Pero hay maneras de combatir el efecto de la boca de la quimio, dijo Rebecca Katz, una chef, autora de «The Cancer-Fighting Kitchen» y directora del Healing Kitchens Institute en Commonweal.
El primer consejo de Katz: evita tus comidas favoritas.
«Si estás comiendo tu comida favorita y no tiene el sabor que quieres, te sentirás decepcionado y te alejarás de la mesa», explicó.
Katz lleva años experimentando para encontrar formas de combatir el impacto de la quimioterapia en el sabor de los alimentos.
Fue cuando su propio padre desarrolló un cáncer que Katz aprendió lo difícil que puede ser mantener a un paciente comiendo.
«En ese momento no había ningún tipo de guía que te ayudara a cocinar para alguien que está pasando por un tratamiento contra el cáncer», dijo Katz. «Y nadie hablaba de los cambios de sabor. Tuve que aprender por ensayo y error. Me sentí realmente impotente. Yo era una cocinera de formación y no sabía cómo conseguir que disfrutara de la comida y la comiera. Sabía que si no podía comer no sería capaz de superar sus tratamientos».
En algunos casos, unos simples retoques pueden ser todo lo que se necesita para devolver el sabor a la comida, dijo Katz, que recientemente habló en la Seattle Cancer Care Alliance, ofreciendo consejos a los pacientes.
Si hay un sabor metálico, a veces un poco de edulcorante, como el jarabe de arce, puede ayudar», dijo Katz. «Si los alimentos tienen un sabor demasiado dulce, se pueden añadir gotas de limón o lima hasta que se atenúe. Si sabe demasiado salado, ¼ de cucharadita de zumo de limón puede borrarlo. Si es demasiado amargo, hay que añadir un poco de dulce. Si todo sabe a cartón, puedes usar sal marina».
Otro arreglo para la comida sin sabor: añadir grasas saludables.
En definitiva, dijo Katz, siempre hay «formas en las que puedes trabajar con la gente para que pasen del asco al ñam».»
Los tumores sólidos, como los de mama, son el centro de atención de la Investigación Traslacional de Tumores Sólidos, una red formada por el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, UW Medicine y Seattle Cancer Care Alliance. La STTR tiende un puente entre las ciencias de laboratorio y la atención al paciente para ofrecer las opciones de tratamiento más precisas a los pacientes con cánceres de tumores sólidos.
- 8 cosas que no debes -y sí deberías- decir a un paciente con cáncer
- ‘Cancerversarios’: cómo los supervivientes marcan los hitos
- Los supervivientes de cáncer recurren al arte para potenciar su salud
- Paseando por el camino con los participantes en ensayos de cáncer
.