El abeto / Kara Riley Cuidados de las rosas de Cuaresma
Las rosas de Cuaresma son una de las plantas más fáciles de cultivar. Mantener la tierra húmeda y el acolchado a principios del invierno favorecerá el crecimiento de las plantas, pero una vez establecidas, los eléboros pueden tolerar condiciones más secas. Plántelos a principios del otoño o a finales de la primavera en un lugar parcial o totalmente sombreado, pero manténgalos protegidos de los fuertes vientos invernales.
A muchos jardineros les gusta aprovechar al máximo la calidad de la floración temprana de esta planta perenne situándola en un lugar donde se vea fácilmente, como en un parterre cerca de un porche o un patio sombreado. Al igual que las plantas de hosta, su tolerancia a la sombra hace que el rosal de Cuaresma sea perfecto para los jardines forestales. Aunque su color se vuelve menos vibrante a medida que se acerca el verano y se desvanece por completo en otoño, se puede valorar la persistencia de los sépalos de la rosa de Cuaresma. Son una constante en el jardín durante unos seis meses.
Luz
Una de las mejores plantas perennes para la sombra, los eléboros conservarán sus vibrantes sépalos y su follaje sin mucho sol. Una ubicación ideal para los eléboros es bajo la copa de un árbol de hoja caduca, que proporciona sombra en verano pero pierde sus hojas en invierno.
Suelo
Esta flor primaveral prefiere un suelo fértil, uniformemente húmedo y con buen drenaje. Enmiende el suelo con compost para mejorar el vigor de las plantas, o abone con té de estiércol.
Agua
Las plantas de Belleborus prefieren un suelo húmedo pero no constantemente mojado, que puede invitar a las enfermedades. Proporcione suficiente agua para mantener el suelo húmedo durante periodos prolongados de clima cálido y seco, pero una vez establecidos, los eléboros pueden tolerar las condiciones de sequedad.
Temperatura y humedad
Aunque su follaje es perenne, los eléboros pueden quedar chamuscados y destrozados en inviernos extremadamente duros. Proteja las plantas de los vientos fríos con una cubierta de tela ligera o un marco frío.
Fertilizante
Enmendar regularmente su suelo con materia orgánica es suficiente para el eléboro, pero para las plantas más grandes, puede fertilizar con un fertilizante equilibrado a principios de la primavera, cuando el nuevo follaje está empezando a emerger.
¿Es tóxica la rosa de cuaresma?
Como todos los miembros del género Hellebore, todas las partes de una planta de rosa de Cuaresma contienen protoanemonina, una toxina que causa una variedad de problemas de piel y gastrointestinales. Está catalogada como planta de clase 1 (toxicidad importante) por los organismos de control de venenos. La muerte de seres humanos es relativamente rara, ya que es necesario ingerir grandes cantidades, pero la muerte de perros, gatos y animales de pastoreo no es infrecuente. El contacto con la piel puede tratarse normalmente lavando bien la piel y aplicando ungüentos tópicos, pero si se ingiere alguna parte de la planta, llame inmediatamente a la agencia de control de venenos.
Síntomas de envenenamiento
En los seres humanos, el contacto con la piel puede causar picor, erupciones y ampollas. La ingestión de cualquier parte de la planta puede causar náuseas, vómitos, mareos, espasmos, hepatitis, ictericia o parálisis. La ingestión de grandes cantidades puede provocar la muerte.
Los perros, gatos y caballos que ingieren las plantas pueden experimentar babeo, dolor abdominal y diarrea, cólicos y depresión. Los síntomas más leves suelen desaparecer en 24 horas, pero la intoxicación puede ser considerablemente más grave si se ingieren grandes cantidades. Si sospecha que su mascota ha ingerido una gran cantidad de rosa de cuaresma, busque atención veterinaria.
Variedades de rosa de cuaresma
Hay relativamente pocos cultivares de rosa de cuaresma con nombre. Los cultivares disponibles se crían para ofrecer diferentes colores de floración, pero la forma básica de la planta es idéntica:
- ‘Red Lady’: Este cultivar ofrece flores de un solo pétalo en un tono rojo intenso.
- Rose Lady: Esta flor de un solo pétalo es blanca con un rubor rosado.
- ‘Mrs. Betty Ranicar’: Esta variedad tiene pesadas floraciones de pétalos dobles en un color blanco como la nieve.
- ‘Windcliff Double Pink’: Esta variedad ofrece impresionantes flores dobles de color rosa y un follaje en forma de montículo.
Rosa de Cuaresma vs. Otros eléboros
Además de las variedades de rosa de Cuaresma derivadas de H. orientalis, hay otros eléboros que puede considerar:
- Helleborus niger ‘Christmas Rose’: A pesar de su nombre, esta variedad suele florecer a finales de invierno; flores blancas, a veces sonrojadas con rosa.
- Helleborus argutifolius ‘Corsican hellebore’: Esta planta se ve comúnmente en los bordes de las carreteras de Córcega y Cerdeña, y es conocida por su tosco pero audaz follaje de hoja perenne
Propagación
La rosa de Cuaresma es una de las plantas más fáciles de propagar, con varios métodos para hacerlo.
- Los macizos de plantas pueden ser desenterrados y divididos en primavera. Asegúrese de que cada macizo tenga una buena sección de raíces, así como tallos por encima del suelo. Estas secciones probablemente se conviertan en plantas que florezcan en la primera temporada.
- La rosa de Cuaresma se auto-siembra libremente, y puede desenterrar cuidadosamente pequeñas plántulas y trasplantarlas donde desee. Es posible que estas plántulas no florezcan el primer año, pero suelen hacerlo el segundo.
- Las semillas recogidas de las cabezas de las flores pueden guardarse para plantarlas la primavera siguiente. Puede esperar de dos a tres años para que las semillas se conviertan en plantas con flores.
Poda
Una vez que las flores han comenzado a dorarse en las puntas, una rosa de cuaresma debe ser cortada hasta la base de la planta. Deje que el follaje perenne continúe durante todo el invierno hasta que las flores comiencen a expandirse, momento en el que el follaje marrón y desgarrado debe ser eliminado en la base.
Pestes/enfermedades comunes
Las rosas de cuaresma son una planta resistente a los ciervos, pero ocasionalmente son susceptibles a la mancha de la hoja y a la podredumbre de la corona. Se pueden utilizar fungicidas preventivos al principio de la temporada de crecimiento para reducir las infecciones por hongos. Un espaciado adecuado también ayudará a evitar que las enfermedades fúngicas se propaguen entre las plantas.