Cuando se trata de seguridad online, no hay nada más básico que la contraseña. Es la piedra angular de la autenticación de inicio de sesión. Sin una buena, te quedas muy abierto al mundo (online) y a todos los peligros que hay en él. Tanto si gestionas tus redes sociales como tu cuenta bancaria, necesitas estar adecuadamente protegido en todo momento. De lo contrario, te arriesgas a todo tipo de problemas, desde que te roben el DNI hasta que pierdas valiosos datos privados o de tus jefes, o incluso que te roben directamente.
Ahora bien, puede que no lo sepas, pero los sitios web e incluso tu propio ordenador son atacados por virus, malware y hackers todo el tiempo. A veces es sólo un sondeo de las defensas del objetivo. Otras veces se trata de un ataque total como parte de una campaña masiva de DDoS o phishing. Según algunos expertos en seguridad, existe la posibilidad de que su ordenador sea sondeado en cuanto lo conecte a Internet. En el siglo XXI, la alfabetización informática básica y la comprensión de los peligros del mundo online son fundamentales. Eso incluye saber cómo protegerse.
Tanto si te das cuenta como si no, la mayoría de las personas son extremadamente predecibles cuando se trata de contraseñas. Puedes creer que la gente todavía utiliza contraseñas genéricas y fáciles de adivinar como «123456» o «password»? Y no pienses que estás más seguro porque hayas utilizado tu fecha de nacimiento o algún otro dato personal. Estadísticamente, es muy probable que te piratee alguien conocido. Una gran parte de las víctimas de robos de identidad conocen al atacante, por ejemplo. A menudo es un amigo, un vecino o incluso un familiar. Por eso los sitios web suelen obligarnos a cumplir ciertos criterios a la hora de crear una contraseña (como una longitud mínima o el uso de una mezcla de letras y números). Cuanto más larga y aleatoria sea tu contraseña, más fuerte será. Otra cosa que debes recordar es que debes actualizar tus contraseñas regularmente. Si sigues reutilizando las mismas contraseñas una y otra vez la posibilidad estadística de que se vea comprometida crece exponencialmente.
Otra cosa que puedes hacer es eliminar las contraseñas de los sitios web o navegadores online si no estás seguro de que sean 100% seguras.
Cómo eliminar las contraseñas de Safari: