Los camiones son uno de los tipos de vehículos más antiguos que existen, ya que su primera versión apareció en el siglo XIX y empezó a despuntar más allá de 1900 como vagón de vapor. Durante todo este tiempo, los camiones se han mantenido fieles a su propósito original: transportar cargas pesadas. Los camiones en los que la mayoría de la gente piensa cuando oye la palabra son en realidad «camiones ligeros», vehículos del tamaño de un coche destinados al uso personal y de pequeñas empresas. Esta guía se centra en este tipo de camiones. A veces, estos camiones se denominan «»camionetas»» (por razones que nadie conoce), pero independientemente del nombre, los camiones se asocian con la potencia y la dureza. Curiosamente, la mayoría de las personas no compran camionetas para trabajar, sino que a menudo se eligen como una opción de estilo de vida y se utilizan de forma similar a los turismos. Representan casi 1 de cada 5 vehículos vendidos, las camionetas son fáciles de encontrar en el mercado de segunda mano y a menudo pueden alquilarse para necesidades a corto plazo. Dado que están construidas para la potencia, las camionetas suelen venir en versiones de tracción a las cuatro ruedas, capaces de soportar cargas pesadas en la parte trasera y de arrastrar autocaravanas, barcos u otros remolques grandes y pesados detrás de ellas. Sin embargo, aparte de la cadena cinemática, hay dos tipos principales de camionetas que se venden. La primera versión es el camión centrado en la carga, que tiene una pequeña cabina de pasajeros y una gran cama de camión. Rara vez llevan más de tres personas con comodidad, pero ofrecen mucho espacio para herramientas, material de jardinería o cualquier otra cosa que el propietario quiera transportar. También son una opción popular para transportar caravanas y otras modificaciones importantes. La segunda versión es el camión de pasajeros, que tiene una cama de carga más pequeña y una cabina de pasajeros más grande, de dos filas. Este es más un vehículo familiar o de trabajo y tiende a venir con más características y lujos que la versión centrada en la carga. Independientemente del estilo, los camiones tienden a estar más elevados del suelo que la mayoría de los demás vehículos, lo que hace más difícil entrar y salir de ellos. Para solucionarlo, es habitual que los fabricantes añadan manillares y peldaños que los pasajeros pueden utilizar para entrar y salir, aunque es raro encontrar peldaños que faciliten el acceso a una cama de carga abierta. Otros tamaños de camiones son los ultraligeros (que suelen ser vehículos para 1 o 2 pasajeros, pensados para espacios estrechos y movimientos elegantes), los medianos (que se utilizan sobre todo en servicios públicos como la extinción de incendios y la recogida de basuras) y los pesados (grandes volquetes, remolques de carga pesada, etc.).