Adaptados para la carne
Los carnívoros son depredadores. Cazan y comen otros animales para sobrevivir. Los mamíferos que son carnívoros tienen dientes afilados adaptados para arrancar la carne de un cadáver. Los carnívoros, como el lobo, tienen mandíbulas grandes y poderosas que ayudan a derribar animales grandes como los ciervos. El gato montés y el puma tienen poderosas patas con afiladas garras que les ayudan a atrapar a sus presas. Sus grandes molares están diseñados para ayudarles a triturar hojas, semillas y ramitas.
Para los pájaros
Los pájaros carnívoros, como los halcones y los búhos, tienen una vista aguda que les facilita la detección de sus presas. Tienen garras afiladas para atrapar a sus presas y picos curvados para desgarrar la carne. Todas estas adaptaciones ayudan a estas aves carnívoras a atrapar y comer a sus presas.
Trabajo duro
Los carnívoros tienen que trabajar duro para conseguir su comida. La mayoría de los animales de presa tienen buenos sistemas de defensa que les ayudan a evitar a los depredadores. La mayoría de los depredadores de sangre caliente, como el coyote, tienen que cazar con frecuencia. Los depredadores de sangre fría, como las serpientes, pueden pasar días o incluso meses entre comidas.