Cuando una relación termina, a todo el mundo le duele. Lo más llamativo es que la pareja con la que se ha roto experimenta el choque y la pérdida repentina del fin de la relación. Pero el que rompe tampoco es inmune al dolor. Hay muchos consejos en Internet sobre cómo sobrevivir a una mala ruptura, pero relativamente pocos sobre cómo terminar una relación de la forma más suave posible. Puede que sea imposible superar una ruptura sin herir a tu pareja, pero hay algunas opciones claras que puedes tomar para mitigar este dolor.
En primer lugar, cuando se contempla una ruptura, hay que reconocer que el fin efectivo de la relación no es lo único que está en juego. Si has pasado suficiente tiempo en compañía de otra persona -si has compartido sentimientos e intimidad física o emocional- necesitarás consolidar los recuerdos positivos de la relación mientras sigues adelante con tu vida. Querrás aceptar las razones por las que la relación no funcionó y, al mismo tiempo, conservar la capacidad de recordarla con cariño. La persona con la que rompes se merece lo mismo, y necesitará experimentar la ruptura de una manera que no anule sus buenos recuerdos. Tu objetivo, al romper con él o ella de la forma más suave posible, es reconocer las partes de la relación que fueron buenas y validar esas experiencias: No sería justo echar un manto sobre esos recuerdos terminando la relación de una manera hiriente o «fantasmagórica». Así que, aunque todo el mundo sale herido cuando una relación muere, su intención al tomar medidas para terminar con ella debe ser minimizar el daño causado por el choque.
Al planear la ruptura con alguien, usted mismo pasará por una buena cantidad de angustia. Dependiendo del tiempo que hayas anticipado la ruptura, es probable que experimentes algún tipo de ansiedad o temor al ver que vas a dar pasos desagradables. Es posible que tampoco te sientas apoyado por tus amigos o familiares mientras llevas a cabo la ruptura: Por lo general, la persona que deja la relación se queda con la simpatía del grupo social, mientras que la persona que termina la relación se considera que necesita menos apoyo. Es de esperar que sientas culpa en el periodo que precede a la ruptura y después. Es habitual que te encuentres deseando poder terminar la relación sin causar dolor, aunque sepas que eso no es posible. Por último, es probable que pase por sus propios sentimientos (muy necesarios) de dolor por el fin de la relación, y puede ser difícil procesar esta sensación de pérdida mientras se culpa simultáneamente.
Sin embargo, cuando todo está dicho y hecho, cuando necesitas romper, hay ciertas pautas a seguir para minimizar el dolor en ambas partes. Algunas pueden parecer que harán que una situación difícil sea aún más difícil, pero al final, si haces lo que se recomienda aquí, y evitas lo que se desaconseja, tú y tu ex pueden ser capaces de mirar hacia atrás en la ruptura con dignidad, resolución y claridad.
Qué hacer
1. Termina la relación tan pronto como sepas que no puede continuar. Aplazar lo inevitable sólo hará que la relación decaiga aún más.
2. Romper en persona. Es esencial estar físicamente presente para demostrar que la relación era importante para ti. Las rupturas por texto pueden ser comunes hoy en día, pero duelen mucho y dejan confusión a su paso.
3. Sé sincero con tus sentimientos. Hará más daño a tu pareja si no reconoces los verdaderos problemas que hay. (Al mismo tiempo, también es importante reconocer cuándo un exceso de honestidad puede ser hiriente).
4. Sé claro y seguro sobre tus razones para romper. Evita la vaguedad. Muestra a tu pareja el respeto inherente a la clausura.
5. Asume la responsabilidad de tu decisión. Reconoce que es lo que quieres, en lugar de culpar a las circunstancias, o a tu pareja.
6. Escucha a la otra persona, sin defenderte. Escucha a tu pareja. Responde a cualquier pregunta con la mayor sinceridad posible.
7. Rompa la relación limpiamente. Corta el contacto durante un tiempo después de la ruptura, para mostrar respeto por los sentimientos de tu pareja y para indicar que las cosas han cambiado definitivamente.
Lo que no debes hacer
1. No rompas en público. Necesitarás ofrecer a tu pareja la oportunidad de experimentar una reacción emocional honesta, y la privacidad te ayudará a ello. Lo más probable es que también te interroguen sobre los motivos de la ruptura, y será más fácil para tu pareja hacer estas preguntas si el evento ocurre en un lugar seguro y al menos semiprivado.
2. No rompa en su propia casa; si es posible, hágalo en la casa de su pareja. Cuando la conversación termine, querrás ser tú quien recoja y se vaya, y será más fácil para tu pareja no tener que viajar a casa mientras experimenta sentimientos tan crudos.
3. No ofrezcas falsas esperanzas. Si estás seguro de que necesitas romper, es mejor no dejar la relación abierta.
4. No intentes rebajar el romance a la amistad. Puede parecer una forma de amortiguar el golpe, pero en realidad provoca incertidumbre y corre el riesgo de generar más sentimientos heridos. El objetivo es permitir que tu pareja recuerde la relación como algo bueno, no cambiarla por algo menos definido.
5. No desvalorices a la otra persona. Habéis sido importantes el uno para el otro, así que intenta mostrar a tu pareja tu aprecio por sus buenas cualidades.
6. No intentes que la otra persona se sienta mejor, incluso cuando estéis rompiendo. No puedes formar parte de la red de apoyo de tu ex una vez terminada la relación.
7. No tengas sexo de ruptura. Sólo confundirá el tema para ambos.
Si puedes ver tu próxima ruptura desde el punto de vista de tu pareja, es posible que puedas separarte de la pena, la pérdida y la preocupación que sientes lo suficientemente bien como para pensar en lo que debes y no debes decir. Siguiendo estas pautas, tienes una buena oportunidad de poner un final claro y respetuoso a una relación de una manera que permitirá a cada uno de ustedes, algún día, mirar hacia atrás con aprecio el tiempo que pasaron juntos.