Además de ser molestas, las hemorroides (venas hinchadas en el recto) pueden ser dolorosas y producir picor. Si tienes hemorroides, es posible que sientas pequeños trozos de piel abultados fuera del ano (abertura por la que salen las deposiciones del cuerpo) cuando te limpias, pero a veces las hemorroides están en el interior del recto. Suelen producirse por estar estreñido (no poder defecar). Una fisura anal es un desgarro en el revestimiento del ano que suele estar causado por una defecación dura y seca. Si tienes hemorroides, una fisura anal o ambas cosas, es posible que notes un poco de sangre cuando te limpies después de defecar. Otros problemas también pueden causar sangrado, por lo que es importante que se lo digas a tu médico.
Las hemorroides y las fisuras anales suelen tratarse con la dieta (comiendo alimentos ricos en fibra como frutas, verduras y cereales integrales) tomando un ablandador de heces de venta libre y usando cremas o pomadas especiales para las hemorroides. También puede ser útil sumergir las nalgas en 2-3 pulgadas de agua caliente durante 10-15 minutos, 2-3 veces al día. Su proveedor de atención médica puede referirse a estos remojos como «baños de asiento».
La cirugía rara vez es necesaria y sólo debe ser considerada por usted y su proveedor de atención médica si los tratamientos descritos anteriormente no funcionan.