Colitis isquémica

  • por

¿Cómo puedo estar seguro de que el paciente tiene colitis isquémica?

La colitis isquémica se presenta más comúnmente con la aparición repentina de un dolor abdominal leve y el deseo urgente de defecar. El paciente suele expulsar sangre roja brillante o granate por el recto con diarrea en las 24 horas siguientes al inicio de los síntomas. Suele haber una sensibilidad abdominal de leve a moderada en el segmento del intestino afectado. En los pacientes con colitis isquémica aislada del colon derecho (por ejemplo, el ciego y/o el colon ascendente), el dolor abdominal puede ser intenso y producirse sin una hemorragia rectal evidente. Para diagnosticar la colitis isquémica, hay que utilizar la historia y los hallazgos físicos con las imágenes apropiadas (por ejemplo, tomografía computarizada con contraste oral e intravenoso) y otras pruebas diagnósticas (por ejemplo, colonoscopia cuando esté indicada).

¿Qué historia es importante obtener del paciente?

En cualquier paciente que presente sangre roja brillante por el recto, o dolor abdominal bajo, el clínico debe preguntar sobre la exposición reciente a medicamentos (por ejemplo, inmunomoduladores, medicamentos que inducen al estreñimiento), comorbilidades médicas (por ejemplo, enfermedad vascular periférica, cáncer de colon, enfermedad pulmonar obstructiva crónica), diarrea acompañante, tenesmo y fiebre, el momento de la expulsión de sangre roja por el recto, el volumen de sangre expulsada, los antecedentes de síntomas similares en el pasado y la agudeza del inicio, el carácter y la localización del dolor abdominal.

Rasgos patognomónicos o característicos

Los rasgos característicos incluyen dolor abdominal tipo cólico en la distribución del colon afectado, seguido de un curso corto de diarrea con sangre. No hay rasgos patognomónicos de la colitis isquémica.

Véase la Tabla I para conocer los signos y síntomas de la colitis isquémica.

Tabla I.n

Signos y síntomas de la colitis isquémica

Presentaciones clínicas menos comunes

La colitis isquémica puede presentarse de varias maneras, incluyendo colopatía reversible, colitis transitoria, colitis crónica, estenosis y gangrena. Las manifestaciones irreversibles incluyen la colitis crónica (diarrea acuosa o sanguinolenta crónica), la estenosis (obstrucción del intestino grueso) y la gangrena (dolor abdominal).

Diagnóstico diferencial

Un diagnóstico diferencial amplio es útil cuando se diagnostica la colitis isquémica porque muchas colitis pueden presentarse de forma similar a la isquemia de colon, y puede haber más de un proceso de la enfermedad. (Ver Tabla II.)

Tabla II.n

Diagnóstico diferencial

¿Cuál es la diferencia entre la isquemia mesentérica aguda y la colitis isquémica?

La isquemia mesentérica aguda es el resultado de un flujo sanguíneo inadecuado a todo o parte del intestino delgado y puede afectar a la mitad derecha del colon, dentro de la distribución de la arteria mesentérica superior. El espectro de lesiones en la isquemia mesentérica aguda va desde la alteración transitoria de la función intestinal hasta la gangrena. La isquemia mesentérica aguda suele ser el resultado de un émbolo (arteria mesentérica superior) o de un estado de bajo flujo (isquemia mesentérica no oclusiva), aunque un trombo (arteria mesentérica superior o vena mesentérica superior) también puede ser la etiología. Los pacientes con isquemia mesentérica aguda suelen presentar un recuento elevado de glóbulos blancos (aproximadamente 12.000-15.000 células/mm3) y la angiografía por TC es la modalidad diagnóstica de elección para evaluar la presencia de un coágulo en las arterias o venas del intestino delgado y el engrosamiento de la pared del intestino delgado.

La colitis isquémica, en cambio, afecta al colon y tiene un amplio espectro de presentación. La colitis isquémica se produce dentro de la distribución de la arteria mesentérica superior (colon derecho a través del colon transverso) o la arteria mesentérica inferior (colon transverso al recto).

La isquemia mesentérica aguda se asocia con una alta tasa de mortalidad, mientras que la colitis isquémica tiene generalmente un buen pronóstico. La colitis isquémica aislada del lado derecho (CIAD) tiene un peor pronóstico que todos los demás patrones de afectación de la colitis isquémica. La isquemia mesentérica aguda puede producirse con o después de la colitis isquémica del lado derecho, un hecho que tiene el peor pronóstico de la colitis isquémica independientemente de la localización del colon afectado.

¿Cómo puedo confirmar el diagnóstico?

¿Qué pruebas deben solicitarse en primer lugar?

Los análisis de sangre y los estudios de heces son las primeras pruebas útiles para evaluar la colitis isquémica. Los análisis de sangre deben incluir un recuento sanguíneo completo, un panel metabólico básico y un perfil bioquímico hepático; los estudios de heces deben incluir un cultivo, una prueba de C. difficile y un examen de óvulos y parásitos. Si el paciente parece estar agudamente enfermo, el clínico debe considerar la obtención de un nivel de lactato sérico, bicarbonato, sodio, lactato deshidrogenasa, creatina quinasa y nivel de amilasa.

¿Qué pruebas deben utilizarse para confirmar las pruebas iniciales?

La repetición de las pruebas, como en el caso anterior, está indicada para seguir el estado y la evolución del paciente.

Una tomografía computarizada del abdomen y la pelvis puede mostrar una colitis segmentaria o complicaciones que incluyan «aire libre» y neumatosis coli, así como trombos en las arterias o venas. Si se administra un contraste intravenoso, la tomografía computarizada también puede ayudar a determinar si el intestino todavía tiene suministro de sangre y si el intestino está «muerto». Si el paciente se presenta con dolor abdominal intenso con o sin hemorragia rectal, tiene dolores severos en el lado derecho y/o parece agudamente enfermo, considere la posibilidad de realizar un angiograma por TC para una evaluación más precisa del suministro vascular al intestino.

Si se sospecha el diagnóstico pero no está claro, debe considerarse la realización de una colonoscopia en las 48 horas siguientes a la presentación, a menos que el paciente tenga signos de peritonitis aguda o evidencia o daño isquémico irreversible. La colonoscopia puede revelar hemorragia o edema subepitelial o, si han pasado más de 48 horas desde el inicio, ulceraciones. Deben obtenerse biopsias durante la colonoscopia en todas las circunstancias, excepto en caso de gangrena.

Es importante recordar que no existe una prueba ideal para la sospecha de isquemia de colon. Cualquiera de estas pruebas puede apoyar el diagnóstico pero ninguna puede proporcionar una confirmación real, excepto la biopsia en algunas circunstancias. El clínico debe elegir una prueba en función del escenario clínico y de la experiencia del departamento de radiología de su institución.

¿Qué pruebas son útiles si el diagnóstico sigue siendo dudoso?

Aunque la colonoscopia es la principal prueba diagnóstica hoy en día, puede no mostrar resultados concluyentes.

Se deben obtener biopsias para caracterizar la enfermedad y su naturaleza segmentaria. Las biopsias consistentes con colitis isquémica podrían mostrar hemorragia y edema subepitelial, macrófagos cargados de hierro y fibrosis submucosa; sólo la gangrena proporciona el diagnóstico. Hay que tener en cuenta que la angiografía mesentérica no suele ser necesaria en pacientes con sospecha de colitis isquémica, a menos que el paciente tenga un dolor abdominal intenso o se piense que tiene una afectación aislada sólo del ciego y/o del colon ascendente debido a la coincidencia o al desarrollo de una isquemia mesentérica aguda.

Un algoritmo diagnóstico

Véase en la figura 1 un algoritmo diagnóstico de la colitis isquémica.

Figura 1.
¿Cuándo es importante consultar a un gastroenterólogo o cirujano?

Es más importante remitir a un gastroenterólogo y/o cirujano cuando los pacientes se presentan con un abdomen agudo, el examen físico es notable por el dolor fuera de proporción con el examen, y el paciente tiene un análisis de sangre notable por un lactato elevado, deshidrogenasa láctica, creatina quinasa, leucocitosis sustancial, o acidosis metabólica. Remitir a un gastroenterólogo cuando el paciente presente diarrea con sangre o sangre roja brillante por el recto. Además, si la tomografía computarizada o el angiograma muestran un trombo agudo, un émbolo u otra causa de isquemia mesentérica o trombosis venosa mesentérica quirúrgica (general, vascular), debe obtenerse la consulta.

¿Qué pacientes requieren hospitalización?

Los pacientes que presentan dolor abdominal intenso, diarrea sanguinolenta persistente, son hemodinámicamente inestables o tienen cualquier signo de perforación o infarto intestinal deben ser hospitalizados. Todos los pacientes de edad avanzada que presenten síntomas compatibles con colitis isquémica deben ser hospitalizados y tratados de forma conservadora durante 24 horas.

Véase en la Tabla III un listado de pruebas de laboratorio, radiográficas y endoscópicas.

Tabla III.n

Pruebas de diagnóstico de la colitis isquémica

¿Qué otras enfermedades, condiciones o complicaciones debo buscar en los pacientes con colitis isquémica?

Factores de riesgo principales y enfermedades que predisponen a la colitis isquémica
  • Edad >60 años

  • Género femenino

  • Aterosclerosis, insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes mellitus, hipertensión, síndrome del intestino irritable

  • Uso de medicamentos, incluyendo alosetrón, amiodarona, bisacodilo, buproprión, «fármacos inductores del estreñimiento» (e.g., opiáceos, no opiáceos), danazol, digitálicos, cornezuelo, estrógenos, flutamida, furosemida, enema de glicerina, sales de oro, agentes inmunosupresores, interferón, citrato de magnesio, AINE (antiinflamatorios no esteroideos), paroxetina, penicilina, fenilefrina, polietilenglicol, ácido alproico, progestinas, pseudoefedrina, laxantes salinos, estatinas, sumatriptán, inhibidores del TNF-α, vasopresina

  • Consumo de drogas ilícitas, incluyendo cocaína, metanfetamina, drogas psicotrópicas

  • Tabaco

Enfermedades asociadas a la colitis isquémica
  • Amiloidosis

  • Insuficiencia cardíaca o arritmias

  • Colitis crónica.

  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica

  • Coagulopatías hematológicas

  • Hipertensión

  • Pancreatitis

  • Enfermedad vascular periférica vascular periférica

  • Feocromocitoma

  • Embarazo ectópico roto

  • Choque

  • Fuentes de embolia arterial

  • Hernia estrangulada hernia

  • Vasculitis

  • Vólvulo

Complicaciones más frecuentes

Existen varias secuelas clínicas de la colitis isquémica. Entre ellas se encuentran la colopatía reversible (la más común), la colitis transitoria, la colitis crónica, la estenosis, la gangrena y la colitis universal/fulminante.

La presentación inicial para cada una de estas secuelas suele ser la misma y no predice el curso clínico de la enfermedad. La excepción a esta regla es la enfermedad aislada en el colon derecho, que se asocia con una enfermedad más grave y un peor pronóstico.

Los síntomas de la isquemia colónica generalmente se resuelven en 48 a 72 horas con la curación del colon en 1 a 2 semanas (colopatía reversible y colitis transitoria). Los síntomas que persisten durante más de 2 semanas se asocian a una mayor incidencia de gangrena, perforación, colitis ulcerosa segmentaria o estenosis. La colitis crónica es una manifestación poco frecuente de la isquemia crónica del colon.

¿Cuál es la terapia adecuada para el paciente con colitis isquémica?

Opciones de tratamiento eficaces

Los líquidos intravenosos, los antibióticos y la intervención quirúrgica son tratamientos eficaces en el entorno clínico adecuado.

Opciones de tratamiento

La administración de líquidos intravenosos es la mejor terapia no farmacológica para la colitis isquémica. Todos los pacientes ingresados con colitis isquémica deben recibir líquidos intravenosos. Esto aumentará el volumen intravascular circulante y mejorará la perfusión intestinal, evitando así nuevos episodios de isquemia.

La terapia antibiótica está indicada en los pacientes enfermos hospitalizados con colitis isquémica avanzada. Los antibióticos deben cubrir la flora intestinal, incluidos los bacilos gramnegativos y los anaerobios.

La terapia quirúrgica es necesaria en una minoría de pacientes que presentan una colitis isquémica aguda. Los pacientes que requieren una intervención quirúrgica urgente son aquellos con signos de peritonitis, hemorragia masiva, gas venoso portal y/o neumatosis en las imágenes, colitis fulminante universal, con o sin megacolon y deterioro de las condiciones clínicas. Algunos pacientes requerirán una intervención quirúrgica no urgente. Entre ellos se encuentran los pacientes con síntomas continuados durante 2 o más semanas, la colopatía perdedora de proteínas persistente y los que presentan sepsis recurrente a causa de bacterias que se introducen en el torrente sanguíneo a través del revestimiento dañado del colon («translocación bacteriana»). Los pacientes con manifestaciones irreversibles de isquemia colónica, incluida la formación de estenosis con obstrucción y la colitis crónica con diarrea y hemorragia rectal, también pueden requerir cirugía.

¿Cuál es el tratamiento inicial más eficaz?

El tratamiento inicial más eficaz son los líquidos intravenosos. Esto aumentará el volumen intravascular circulante y mejorará la perfusión intestinal. Administre un bolo de líquido isotónico para corregir la depleción de líquidos, seguido de una infusión de mantenimiento. Si el paciente tiene una contraindicación a los fluidos (por ejemplo, insuficiencia cardíaca congestiva), inicie una hidratación suave y mantenga un ritmo bajo. Continuar con los fluidos intravenosos durante 24 o 48 horas, siempre teniendo en cuenta la sobrecarga de fluidos. Considere la posibilidad de administrar antibióticos de amplio espectro además de líquidos a los pacientes que presenten hasta tres de los siguientes factores:

  • Género masculino

  • Hipotensión (presión arterial sistólica < 90 mmHg)

  • Taquicardia (frecuencia cardíaca > 90 latidos/min)

  • Dolor abdominal sin hemorragia rectal

  • BUN > 20 mg/dl

  • Hgb < 112 g/dl

  • LDH > 350 U/l

  • Sodio sérico < 136 mEq/l (mmol/l)

  • Contaminación > 15 células/cmm (x109/l)

  • Ulceración de la mucosa colónica identificada en la colonoscopia

  • Los pacientes con más de tres de los factores mencionados anteriormente deben recibir líquidos intravenosos, antimicrobianos, tener corrección de las anomalías cardiovasculares, ser atendidos de urgencia por el servicio quirúrgico y ser trasladados a la unidad de cuidados intensivos para su adecuada monitorización.

    No existen ensayos controlados aleatorios de líquidos intravenosos o antibióticos para la colitis isquémica. Las recomendaciones se basan en el consenso de los expertos.

    Lista de opciones terapéuticas iniciales habituales, incluyendo las pautas de uso, junto con el resultado esperado de la terapia.

    Con la administración de líquidos, la diarrea sanguinolenta del paciente debería remitir en 24 a 48 horas. El paciente también debería tener una mejoría del dolor abdominal tipo cólico en las 24 horas siguientes a la hidratación de líquidos por vía intravenosa para el tratamiento.

    El clínico debe optimizar los medicamentos para maximizar la perfusión sanguínea colónica. Los medicamentos para la presión arterial deben mantener la presión arterial sistólica de los pacientes por encima de 120 mmHg. Los medicamentos para la insuficiencia cardíaca congestiva deben ser titulados para mejorar el flujo sanguíneo hacia adelante.

    Si un paciente es hospitalizado por colitis isquémica, especialmente con síntomas graves o persistentes, considere la posibilidad de administrar una terapia antibiótica. La terapia antibiótica debe tratar la flora intestinal, incluidos los bacilos gramnegativos y los anaerobios. Los posibles regímenes de tratamiento incluyen fluoroquinolona o aminoglucósido o cefalosporina de tercera generación más cobertura antianaerobia. Utilizar los antibióticos durante un mínimo de 72 horas; si el paciente no mejora después de 72 horas, considerar la posibilidad de ampliar la cobertura antibiótica y continuar el tratamiento.

    Si los pacientes no mejoran sintomáticamente en las primeras 24 a 48 horas o si tienen una enfermedad complicada o grave, considerar la derivación a un gastroenterólogo.

    Si la terapia inicial con fluidos intravenosos y/o antibióticos falla o el paciente tiene una enfermedad grave con un examen abdominal agudo, entonces suele estar indicada la intervención quirúrgica. El fracaso del tratamiento puede definirse por la falta de mejoría en las 48 a 72 horas siguientes al inicio de los síntomas o por un empeoramiento de los mismos durante ese período de tiempo.

    Obtener una consulta quirúrgica en pacientes con signos peritoneales, hemorragia masiva, gas venoso portal y/o neumatosis en las imágenes, colitis fulminante universal con o sin megacolon tóxico y deterioro del estado clínico. Cuando el paciente ha sido diagnosticado con una estenosis vascular u oclusión de las arterias intestinales, considerar la consulta a un cirujano vascular para tratamientos endovasculares u otros tratamientos quirúrgicos.

    La laparotomía quirúrgica no urgente está indicada en pacientes con síntomas continuos a pesar de las medidas conservadoras después de 2 a 3 semanas del inicio, colopatía con pérdida de proteínas persistente, o en aquellos con una mejora sintomática general pero con brotes recurrentes de sepsis.

    Una lista de un subconjunto de terapias de segunda línea, que incluye directrices para elegir y utilizar estas terapias de rescate

    ¿Cuál es el fundamento del uso de la terapia antibiótica?

    Algunos autores creen que los antibióticos evitan la translocación de la flora intestinal porque el episodio de isquemia llevará a la ulceración y al acceso de la flora intestinal al suministro de sangre. Otros investigadores creen que los antibióticos sirven para un mecanismo de protección diferente pero no especificado y que el uso de los medicamentos puede prevenir un resultado peor (es decir, colectomía, mortalidad).

    Los estudios que evalúan la eficacia de los antibióticos son limitados y se basan en datos que utilizan modelos caninos y de ratón. Los modelos muestran menos inflamación con el uso de antibióticos. Cabe destacar que no existen directrices establecidas sobre el tipo, la dosis o la duración del tratamiento antibiótico y que la información presentada se basa en las recomendaciones de los expertos.

    ¿Con qué frecuencia es necesario el manejo quirúrgico y cuál es la tasa de mortalidad?

    Se ha estimado que el manejo quirúrgico es necesario hasta en un 2% de los pacientes ingresados en el hospital con colitis isquémica. En los pacientes que se sometieron a una intervención quirúrgica por colitis isquémica, la tasa de mortalidad fue de hasta el 50% para aquellos pacientes que tenían el intestino infartado en el momento de la cirugía.

    Listado de los mismos, incluyendo cualquier pauta de seguimiento de los efectos secundarios.

    Efectos secundarios del tratamiento antibiótico

    Ciprofloxacino. Erupción cutánea, náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, dolor de cabeza, aumento de AST/ALT, aumento de la creatinina sérica, rotura de tendones y artropatía

    Metronidazol. Dolor de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea, mareos, pérdida de apetito, sabor metálico en la boca y neuropatía

    Gentamicina. Nefrotoxicidad, ototoxicidad auditiva y vestibular, inestabilidad de la marcha, neurotoxicidad

    Ceftriaxona. Dolor o eritema en el lugar de la inyección, erupción cutánea, diarrea, eosinofilia, trombocitosis, elevación de las aminotransferasas (AST/ALT) y elevación del nitrógeno ureico en sangre (BUN)

    ¿Cómo debo vigilar al paciente con colitis isquémica?

    El clínico debe tener siempre en cuenta que los pacientes con colitis isquémica podrían formar una estenosis o desarrollar una colitis crónica. La formación de estenosis podría presentarse de diversas maneras, como estreñimiento, estrechamiento del calibre de las heces u obstrucción del intestino grueso. Esto puede evaluarse con un TAC o un enema de bario. Si la estenosis de un paciente es clínicamente significativa, puede estar indicada la resección quirúrgica.

    La colitis crónica puede presentarse con episodios recurrentes de diarrea con sangre, diarrea acuosa crónica o una colopatía con pérdida de proteínas. No está claro si existe una conexión entre la colitis crónica asociada a la isquemia y la enfermedad inflamatoria intestinal.

    Recomendaciones de seguimiento

    Los pacientes con episodios leves de colitis isquémica pueden, por lo general, realizar un seguimiento con su médico en el plazo de 1 mes. Durante el seguimiento del paciente, el clínico debe preguntarle sobre sus hábitos intestinales, la presencia o ausencia de sangre en las heces y el dolor abdominal. La diarrea persistente o la presencia de sangre en las heces podrían indicar otro proceso patológico. Por lo general, no es necesario repetir la colonoscopia para evaluar la curación si el paciente no tiene síntomas de colitis.

    Se debe obtener un hemograma para controlar la anemia. El clínico también debe reafirmar la importancia de una hidratación adecuada. Si se ha suspendido un medicamento con el que el paciente estaba siendo tratado crónicamente debido a la colitis isquémica, debe iniciarse un medicamento de sustitución.

    Los pacientes que requirieron una intervención quirúrgica requerirán un seguimiento y una evaluación más estrechos. Estos pacientes deben ser vistos dentro de las 2 semanas siguientes al alta hospitalaria.

    ¿Qué información debe darse a los pacientes sobre la colitis isquémica?

    Es importante que los pacientes entiendan que la colitis isquémica es una enfermedad autolimitada que suele durar de 24 a 48 horas y que es poco probable que reaparezca.

    Se debe animar a los pacientes a beber 8 vasos (2 litros) de agua al día para mantener la hidratación, a menos que esté contraindicado (por ejemplo, insuficiencia cardíaca congestiva).

    Si el paciente tiene hipertensión y está tomando una medicación para la presión arterial, debe vigilar estrechamente su presión arterial para asegurarse de que está bien controlada.

    Los pacientes deben tener sus listas de medicamentos revisadas con ellos. Si se ha cambiado una medicación, es importante explicar al paciente por qué se ha producido este cambio (por ejemplo, asociado a una colitis isquémica). Los pacientes también deben recibir información sobre la medicación alternativa y ser tratados con los medicamentos que el gastroenterólogo y el médico de atención primaria decidan que son óptimos.

    ¿Cuál es la evidencia?

    Feuerstadt, P, Aroniadis, O, Brandt, LJ. «Características y resultados de los pacientes con isquemia aislada en el lado derecho del colon cuando va acompañada o seguida de isquemia mesentérica aguda». Clin Gastroenterol Hepatol. vol. 13. 2015 Nov. pp. 1962-8. (Este estudio retrospectivo de 65 pacientes es un análisis comparativo de las comorbilidades médicas, la serología diagnóstica, las imágenes y los resultados de aquellos con IRCI sola frente a aquellos con isquemia mesentérica aguda acompañante o de desarrollo posterior.)

    Brandt, LJ, Feuerstadt, P, Longstreth, GF, Boley, SJ. «Guía clínica del ACG: Epidemiología, factores de riesgo, patrones de presentación, diagnóstico y manejo de la isquemia de colon (IC)». Am J Gastroenterol. 2015. pp. 110-18. (Estas guías clínicas del ACG en las que se habla de la isquemia de colon, publicadas en 2015)

    Brandt, LJ, Feuerstadt, P, Blaszka, M. «Patrones anatómicos, características de los pacientes y resultados clínicos en la colitis isquémica: un estudio de 313 casos apoyados por histología». Am J Gastroenterol. vol. 105. 2010. pp. 2245-52. (Este estudio retrospectivo de 313 pacientes con colitis isquémica probada por biopsia y evaluación colonoscópica o radiológica completa de la distribución de la enfermedad proporciona un análisis comparativo de las comorbilidades médicas, las presentaciones y los resultados de la colitis isquémica, en función de los segmentos del colon afectados)

    Longstreth, GF, Yao, JF. «Epidemiología, características clínicas, factores de alto riesgo y resultados de la isquemia aguda del intestino grueso». Clin Gastroenterol Hepatol. vol. 7. 2009. pp. 1075-80. (Este estudio retrospectivo de 401 pacientes con isquemia de colon ofrece un análisis primario exhaustivo de la epidemiología, las características de alto riesgo y los resultados de una cohorte de pacientes con colitis isquémica.)

    Feuerstadt, P, Brandt, LJ. «Actualización de la isquemia de colon: conocimientos y avances recientes». Curr Gastroenterol Rep. 2015. pp. 17-45. (Se trata de un artículo de revisión que resume los hallazgos y avances más recientes en el campo de la colitis isquémica.)

    Ibrahim, CB, Aroniadis, OC, Brandt, LJ. «Sobre el papel de la isquemia en la patogénesis de la EII: una revisión». Inflamm Bowel Dis. vol. 16. 2010. pp. 696-702. (Este artículo de revisión clínica examina los papeles etiológicos de la macro y microvasculatura y de la isquemia intestinal en la patogénesis de la enfermedad inflamatoria intestinal.)

    Hass, DJ, Kozuch, P, Brandt, LJ. «Isquemia de colon mediada farmacológicamente». Am J Gastroenterol. vol. 102. 2007. pp. 1765-80. (Este artículo proporciona una revisión exhaustiva de la colitis isquémica mediada farmacológicamente, incluyendo las clases de medicamentos comúnmente asociados con la colitis isquémica y su hipotético mecanismo de acción.)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *