Muévete, T. rex . Hay un nuevo rey de los dinosaurios en la ciudad.
Su nombre es Spinosaurus y estará expuesto en el Museo National Geographic hasta el mes de abril.
El Spinosaurus no es un dinosaurio nuevo: sus fósiles fueron descubiertos por primera vez por un paleontólogo alemán (un científico que estudia criaturas antiguas) llamado Ernst Stromer hace más de 100 años. Pero el espécimen de Stromer, junto con gran parte de su investigación, fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial, dejando a los científicos modernos casi sin otros fósiles de Spinosaurus y con poco conocimiento de cómo podría haber sido este dinosaurio.
Eso cambió el año pasado, cuando los paleontólogos Nizar Ibrahim y Paul Sereno descubrieron un esqueleto parcial de Spinosaurus enterrado en el desierto del Sahara en África. El descubrimiento, sumado a los dibujos de Stromer, les ayudó a reconstruir la imagen de la criatura.
Lo que consiguieron fue bastante impresionante. Tan largo como un autobús escolar y tan pesado como un elefante, el Spinosaurus era el dinosaurio depredador (que come animales) más grande que ha existido, incluso más grande que el Tyrannosaurus rex.
Una réplica a tamaño real del Spinosaurus se exhibe en el exterior del Museo National Geographic de Washington. (Mark Thiessen/National Geographic) Pero su tamaño no es lo más importante del Spinosaurus. Cuando los paleontólogos estaban estudiando su esqueleto recién descubierto, notaron cosas que parecían muy extrañas. El dinosaurio tenía un cráneo estrecho lleno de dientes cónicos como el de un cocodrilo y caderas como las de una ballena. Su cuello enjuto les recordaba al de una grulla, y sus pies eran anchos y planos como palas.
Estas cualidades eran pistas, y los paleontólogos tenían que averiguar qué significaban. ¿Qué decía del Spinosaurus el hecho de que su cuerpo fuera similar al de un cocodrilo, una ballena y una grulla -animales que viven en o alrededor del agua?
Ibrahim llegó a una conclusión sorprendente: El Spinosaurus debe haber sido semiacuático (que vive parcialmente en el agua).
Esto fue un gran problema porque no se ha demostrado que ningún otro dinosaurio haya sido capaz de nadar.
Entonces, el Spinosaurus no es como ningún otro dinosaurio.
«Esta cosa fue realmente extraña», dijo Ibrahim por teléfono desde su oficina en Chicago.
El descubrimiento de que el Spinosaurus podía nadar resuelve otro misterio asociado a la criatura: su dieta.
Ibrahim explicó que el Spinosaurus vivía en una zona llamada «Delta del Peligro» en el norte de África. Esa región es ahora mayoritariamente desértica, pero cuando el Spinosaurus vivía hace 100 millones de años, era un vasto pantano lleno de dinosaurios, incluyendo pterosaurios alados (TARE-uh-SORES) y una criatura parecida al T-Rex llamada Carcharodontosaurus (car-care-uh-DON-tuh-SORE-us).
La presencia de tantos depredadores tenía a los científicos confundidos, porque no parecía haber suficientes animales más pequeños alrededor para alimentarlos. Pero si el Spinosaurus podía nadar, podía comer tiburones y cocodrilos, además de animales terrestres.
El Museo National Geographic, que ayudó a pagar la investigación de Ibrahim, intentó dar vida a ese «Delta del Peligro» con su exposición del Spinosaurus. Los visitantes pueden ver un modelo del esqueleto del Spinosaurus junto con recreaciones de otros depredadores con los que compartía la tierra y el agua.
«Esto es realmente lo más parecido a salir de una máquina del tiempo en el período Cretácico», dijo Ibrahim.
Considerando lo peligroso que era el Spinosaurus, es probablemente lo más cerca que querrías estar.
-Sarah Kaplan
Qué: «Spinosaurus: El gigante perdido del Cretácico» en el Museo National Geographic.
Donde: Las calles 17 y M del NW.
(Está a dos manzanas al norte de la estación de metro Farragut North.)
Cuando: de 10 a 18 horas todos los días hasta el 12 de abril.
Cuánto: 11 dólares para los adultos, 7 dólares para los de 5 a 12 años, gratis los de 5 años y menores.
Para más información: Los padres pueden llamar al 202-857-7700 o visitar www.ngmuseum.org.