No hay reglas fijas. En general, su producción de leche responde a las demandas de su bebé. Esto significa que si está amamantando más, su suministro de leche aumenta para satisfacer sus necesidades. Si está amamantando menos, usted produce menos leche.
Las mujeres a menudo pierden la confianza en su suministro de leche cuando las cosas están realmente bien. Cuando la congestión mamaria común en las primeras semanas de la lactancia disminuye, algunas mamás lo interpretan como un signo de disminución de la producción de leche porque asocian la plenitud del pecho con tener leche. Pero un pecho más pequeño y blando es tan capaz de proporcionar leche como un pecho congestionado. Sus pechos no están diseñados para almacenar leche, y la mayor parte de la leche que toma su bebé se produce mientras se alimenta.
Otras mamás piensan que su suministro de leche es bajo porque su bebé de repente necesita alimentarse más a menudo de lo habitual, y lo interpretan como que su bebé no puede obtener suficiente leche. Pero lo que realmente ocurre es que su bebé está pasando por un estirón: está creciendo rápidamente y necesita alimentarse con más frecuencia. Los brotes de crecimiento son comunes a las 3 semanas, a las 6 semanas y a los 3 meses de edad.
Las madres que trabajan fuera de casa y se extraen leche a veces descubren, después de unas semanas o meses, que la extracción produce cada vez menos leche. En efecto, su producción de leche está disminuyendo, y es probable que el culpable sea su sacaleches. Los sacaleches que funcionan a una velocidad inferior a la de la lactancia del bebé (menos de 60 ciclos por minuto) y que se utilizan más de dos veces al día pueden hacer que su producción de leche se desajuste gradualmente a las necesidades de su bebé, y que produzca menos leche de la que éste desea. Un sacaleches eléctrico de grado hospitalario solucionará el problema, y puede alquilarse en una consultora de lactancia o en la farmacia del hospital.
Cuando introduzcas los alimentos sólidos (alrededor de los 6 meses), es posible que esperes que tu producción de leche disminuya, pero al principio no será así. Esto se debe a que cuando un bebé empieza a comer sólidos, ¡se le va más a la barbilla que al estómago! Pero a medida que su bebé tome más alimentos sólidos, necesitará menos leche, por lo que naturalmente usted producirá menos.
A veces una madre produce tan poca leche que sus pechos comienzan a secarse. Una forma de evitarlo es dar el pecho antes de ofrecer alimentos sólidos. Otra forma es ofrecer el pecho como una merienda rápida y fuente de consuelo a lo largo del día.
La causa más común de una baja producción de leche es no amamantar con la suficiente frecuencia. Esto puede ocurrir si tu bebé recibe demasiada leche artificial. Otras posibles causas son su técnica de amamantamiento o razones relacionadas con su salud o la de su bebé. Hable con un asesor de lactancia si necesita más ayuda con su producción de leche.