Cuáles son las causas de un complejo de inferioridad
Un complejo de inferioridad es un sentimiento de que uno es inferior a los demás de alguna manera. Estos sentimientos pueden surgir de una inferioridad imaginaria o real en la persona afectada. A menudo es subconsciente, y se cree que impulsa a los individuos afligidos a sobrecompensar, dando lugar a logros espectaculares.
Causas: un complejo de inferioridad surge de sentimientos de inferioridad imaginados o condicionados. Un individuo que experimenta situaciones repetidas en las que se siente menos que los demás (aspecto condicionado) puede «exagerar» imaginariamente su comprensión de las experiencias más allá de lo que le parecería razonable a otra persona (aspecto imaginario). Algunas situaciones en las que pueden surgir sentimientos de inferioridad son:
- Actitudes y crianza de los padres – los comentarios desaprobatorios y negativos y las evaluaciones de la conducta que enfatizan los errores y los defectos determinan la actitud del niño antes de los seis años.
- Defectos físicos – como rasgos faciales y corporales desproporcionados, peso, altura, fuerza, defectos del habla y visión defectuosa causan complejos de inferioridad.
- Limitaciones mentales – causan sentimientos de inferioridad cuando se hacen comparaciones desfavorables con los logros superiores de los demás, y cuando se espera un rendimiento satisfactorio.
- Desventajas y discriminaciones sociales – familia, supuesta raza, sexo, orientación sexual, situación económica o religión.
Prefiero el término ‘aprobación social’ en lugar de ‘confirmación’ porque indica mejor cuál es la necesidad subyacente. Esta necesidad de que el propio yo sea confirmado y validado por otras personas, esta necesidad de aprobación social, significa la exigencia psicológica de una persona para integrarse socialmente de forma armoniosa.
La confirmación consiste en que la persona busca aquello que le faltó en su infancia. El infante necesita el amor de los padres. Si éste no se da o si no es suficiente en cantidad, entonces el infante no se confirma en su persona social y su ego se volverá frágil e inestable. Cuanto menos amor reciba el niño, mayor será la necesidad de confirmación de su yo por parte de otras personas. Por lo general, es a través de relaciones favorables y satisfactorias que la persona busca realizarse a sí misma, psicológicamente más que placenteramente; la necesidad de aprobación social es a menudo más importante que la búsqueda de la felicidad. Esta necesidad de aprobación social es una necesidad, no un deseo.