La función de morder y masticar de tu boca es una intrincada interacción de tus dientes, las mandíbulas, los labios, las mejillas y la lengua. La mayoría de las veces todo funciona de forma ordenada, pero en ocasiones los tejidos blandos de la lengua o las mejillas se interponen y son mordidos accidentalmente. La herida resultante crea un fibroma traumático, un crecimiento excesivo de tejido que se desarrolla para cubrir la zona afectada.
Un fibroma está formado por tejido fibroso compuesto por la proteína colágeno; este tejido traumatizado funciona de forma muy parecida a un callo en un punto sensible de la piel al unir los nuevos tejidos que se forman a medida que la herida se cura. Pero como el fibroma se eleva en la superficie de la mejilla más que el tejido normal, hay muchas posibilidades de que sea mordido de nuevo y se vuelva a lesionar, incluso varias veces. Si esto ocurre, el fibroma se vuelve más duro y pronunciado.
Al elevarse y endurecerse de esta manera, se hace más notorio. Sin embargo, lo más probable es que no suponga ningún peligro más que una molestia. Si se convierte en una molestia excesiva, o le preocupa que sea algo más que un crecimiento benigno, puede eliminarse con un sencillo procedimiento de quince minutos. Un cirujano oral, un periodoncista o un dentista con formación quirúrgica anestesiarán primero la zona con un anestésico local; a continuación, se extirpa (elimina) completamente el fibroma y se sutura la abertura de la herida con dos o tres puntos pequeños. Cualquier molestia posterior al procedimiento debe ser leve y fácil de controlar con analgésicos como la aspirina o el ibuprofeno.
Aunque es muy poco probable que el fibroma sea canceroso, el tejido extirpado debe enviarse para una biopsia. La visualización del tejido al microscopio es la única forma definitiva de determinar la verdadera naturaleza del tejido y confirmar cualquier diagnóstico de que el tejido es benigno. Esto no es motivo de alarma, ya que es un procedimiento sanitario estándar realizar una biopsia de este tipo concreto de tejido extirpado.
Los «bultos y protuberancias» son habituales en la boca. Es una buena idea señalarlos durante sus revisiones periódicas o en cualquier momento si tiene alguna preocupación. En cualquiera de los casos, este molesto problema puede tratarse fácilmente.
Si desea más información sobre los fibromas traumáticos, póngase en contacto con nosotros o concierte una cita para una consulta. También puede aprender más sobre este tema leyendo el artículo de la revista Dear Doctor «Bultos y protuberancias comunes en la boca»
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