Todo el mundo tiene una historia que contar. Tal vez tengas recuerdos hilarantes que hagan sonreír a la gente, o una historia inspiradora de superación de dificultades que motive a los demás.
Si quieres poner tu historia en palabras para inspirar o entretener, primero debes encontrar lo que hace que tu historia sea única y valiosa.
Considere la posibilidad de escribir unas memorias para compartir sus experiencias con los lectores y hacer que su historia sea inmortal.
¿Qué son unas memorias?
La palabra «memorias» tiene su origen en el término francés «memoria». Aunque a menudo se utiliza indistintamente con «autobiografía», unas memorias son mucho más que un simple recuento de tu historia personal.
Unas buenas memorias se basan en relatos seleccionados de tu vida y los utilizan para construir un tema común.
A diferencia de las autobiografías -que suelen abarcar el transcurso de toda una vida-, las memorias deben centrarse en un período específico o en un tema concreto.
Por ejemplo, si quieres escribir sobre cómo superaste todas las luchas que la vida te deparó, debes elegir acontecimientos específicos y significativos que apoyen ese tema.
Piensa en tus conclusiones más importantes de estas experiencias y decide qué quieres que tus lectores saquen de ellas.
Dos enfoques únicos
Antes de escribir tus memorias, decide qué enfoque te gustaría adoptar.
¿Quieres relatar los acontecimientos más significativos de tu vida que se basan en un tema común (como el amor y la pérdida)?
¿O quieres centrarte en un período específico de tu vida, como la mayoría de edad cuando te mudaste a un nuevo país por tu cuenta?
Cualquier enfoque funciona cuando se trata de memorias. Lo que importa es que tengas una idea clara de hacia dónde vas antes de sentarte y empezar a escribir.
Método 1: elegir acontecimientos que destaquen un tema
Si estás escribiendo sobre acontecimientos que abarcan años o incluso décadas (en lugar de un período específico), debes elegir las anécdotas más significativas que contribuyan a tu tema principal.
Piensa en los puntos de inflexión que consideres más importantes. Tal vez incluyan el día en que conociste a tu futura esposa, la noche en que dejaste de beber o el día en que empezaste una nueva carrera.
Sólo tú puedes decidir qué acontecimientos son los más significativos para tu historia.
Entonces, echa la vista atrás a estos momentos y piensa en algunos temas que tengan en común.
Por ejemplo, las memorias del ex presidente Barack Obama, Sueños de mi padre, cubren los años de su primera infancia hasta su entrada en la facultad de Derecho. Sin embargo, no cubre todos los acontecimientos que sucedieron en ese tiempo; selecciona anécdotas que se basan en el tema general de sus memorias.
Encontrar una forma de conectar tus acontecimientos con un tema común es esencial. De lo contrario, sólo estarás escribiendo sobre eventos aleatorios de tu vida sin un propósito claro.
Pero incluso si no eres un ex presidente o una estrella de cine, tu historia puede atraer a muchos lectores, porque lo que más le importará a tu audiencia es la verdad.
La gente quiere una historia con la que se pueda relacionar, y la mejor manera de escribir una historia relacionable es siendo lo más real posible.
Método 2: Centrarse en un periodo selecto que destaque un tema
Otro enfoque que puedes adoptar al escribir tus memorias es centrarte en un periodo selecto.
Un ejemplo que utiliza este enfoque es el éxito de ventas de Elizabeth Gilbert, Eat, Pray, Love, que se centra en su viaje a través de Italia, India e Indonesia.
Piensa en un momento de tu vida que marcó un punto de inflexión o que tuvo un significado para ti.
Podría ser cuando dejaste tu casa por primera vez y te mudaste al extranjero para ir a la universidad, o cuando decidiste dar el salto a una carrera completamente nueva. O, tal vez, quieras centrarte en cómo tu vida adquirió un nuevo significado tras la jubilación.
Sea cual sea el punto de inflexión que elijas, asegúrate de incluir las experiencias más significativas y a cualquier persona que haya tenido un papel en tu transformación durante este tiempo.
Reflexiona sobre todo lo que cambió para ti, así como las consecuencias de esos cambios.
Cómo escribir unas memorias
Si quieres escribir unas memorias que gusten a los lectores, hay algunos consejos importantes que deberás tener en cuenta.
Encuentra tu propósito
Piensa por qué quieres escribir unas memorias en primer lugar. Si tienes una motivación clara, tu escritura estará mejor guiada y será más efectiva.
Podrías escribir unas memorias para:
- Dejar una herencia a tus hijos y nietos
- Documentar el inicio de tu negocio u organización
- Compartir sabiduría con otros que están pasando por luchas similares
- Accede a la curación personal confrontando tu pasado
- Tus años de infancia
- Los años que pasaste viviendo en una determinada ciudad
- Tu tiempo persiguiendo una meta específica
- El amor después de la pérdida
- La resiliencia
- La autocuración
- Aceptar el cambio
- Adaptarse a las nuevas circunstancias
El truco es no sólo identificar tu meta, sino determinar cómo tus experiencias pueden ser de valor para otros.
Recuerda: puede que tú seas el tema de tus memorias, pero en realidad deberías pensar en lo que tus lectores pueden obtener de tu historia.
Elige tu enfoque
Decide sobre qué tema o parte de tu vida quieres escribir.
Podrías centrar tus memorias en:
Al centrarte en un periodo o tema específico, el propósito de tu historia será más claro.
Encuentra los puntos de inflexión emocionales
A medida que reflexiones sobre la línea de tiempo de tu vida, empezarás a ver los puntos de inflexión emocionales que realmente dieron forma a tu vida.
Mirando hacia atrás en los principales eventos en los que has elegido centrarte, piensa en cómo te cambiaron o ayudaron a dar forma al camino de tu vida.
Si llevaste diarios a lo largo de tu vida, remítete a ellos para poder recordar exactamente cómo te sentiste en esos momentos cruciales.
Esto te ayudará a encontrar la inspiración para contar tu historia con renovada pasión y mayor precisión.
Desarrolla tu tema
¿Por qué son tan significativos los acontecimientos que has elegido? Qué emociones o luchas tienen en común esos momentos? Qué aprendiste de esas experiencias?
Responder a estas preguntas puede ayudarte a identificar un tema recurrente en el que centrar tus memorias.
Ejemplos de algunos temas podrían ser:
Un tema fuerte hará que tus memorias pasen de ser una colección de eventos a una historia convincente que la gente querrá leer.
Usa un lenguaje vívido
Los escritores que muestran -en lugar de sólo contar- son los narradores más poderosos.
Si estás escribiendo unas memorias, esto es esencial para tu éxito. Para hacer que tus lectores se sientan involucrados en tu historia, tendrás que atraerlos con un lenguaje vívido.
Incluso si no pueden relacionarse con todas tus experiencias personales, probablemente puedan relacionarse con lo que sentiste en esos momentos, así que apela a sus emociones colocándolos en esas escenas contigo.
Comienza a escribir tus memorias
¿Estás listo para compartir tu historia? Si ya has pensado qué enfoque le quieres dar a tus memorias, puedes dedicar un tiempo cada día a plasmar tu historia en el papel.
Incluso si no tienes intención de publicar tus memorias, escribir sobre tus experiencias puede ser un gran ejercicio creativo. Además, conservarás tus recuerdos para las generaciones futuras o incluso para que tú mismo puedas recordarlos algún día.
¿Has leído últimamente alguna memoria estupenda? Cuéntanoslo en los comentarios de abajo