Pintar la puerta de tu garaje puede arreglar el exterior de tu casa y no es demasiado difícil de hacer. Sólo necesitas un día seco, paciencia y tu mejor ropa de decoración.
Lo que necesitarás
- Señal de polvo
- Máscara
- Gafas
- Raspador plano
- Papel de lija grueso
- Solución de jabón de azúcar y esponja
- Cinta de enmascarar o cinta de decorador
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- Imprimación metálica
- Pintura metálica
Cómo pintar una puerta de garaje metálica
Escoge un día seco con temperaturas superiores a los 10 grados, de lo contrario la pintura no se secará bien y tu duro trabajo se desperdiciará.
Si vas a pintar una puerta de garaje completamente nueva, es posible que ya tenga una capa de polvo o imprimación, por lo que puedes saltar al paso cinco.
1. Elimine la pintura vieja
Ponga una sábana antipolvo y póngase una mascarilla y gafas para protegerse del polvo.
Para ayudarle a conseguir el mejor acabado en su puerta, necesita deshacerse de la pintura ampollada, descascarillada o con burbujas. Utiliza un rascador plano para eliminar la pintura vieja y que la superficie quede lisa.
Para el resto de la puerta, utiliza un trozo de papel de lija de 180 y frota rápidamente la superficie. Abre la puerta y haz lo mismo con los bordes.
2. Limpia la puerta
Usa una solución de jabón de azúcar y una esponja para limpiar la puerta y eliminar la grasa y la suciedad acumuladas. Limpia los bordes y las bisagras para que tengas una superficie lisa y lista para pintar.
Deja secar la puerta.
3. Proteja los accesorios
Utilice cinta de enmascarar o de decorador para proteger los tiradores y cualquier otra sección de la puerta que no quiera que se manche de pintura.
4. Aplique imprimación para metales
Abra la puerta para poder acceder a los bordes laterales e inferiores. Aplica aquí primero una imprimación para metales y déjala secar. Pasa al resto de la puerta aplicando la imprimación con una brocha o rodillo.
Para obtener los mejores resultados, pinta la parte frontal de la puerta de arriba a abajo. Utiliza un movimiento de arriba abajo para llegar a todos los rincones.
Deja secar la imprimación.
5. Aplica la primera capa de pintura
Pinta la puerta en el mismo orden que la imprimación para tu capa final.
Una vez que hayas cubierto toda la puerta, echa un vistazo para ver si necesita una segunda capa.
Cuando esté satisfecho con el color y la cobertura, retire la cinta adhesiva de la manilla y los accesorios mientras la pintura aún está húmeda.
Lo único que queda por hacer entonces es dejar que la pintura se seque completamente.