La calificación de un bono es la nota que le otorga un servicio de calificación que indica su calidad crediticia. La calificación tiene en cuenta la solidez financiera de un emisor de bonos o su capacidad para pagar el capital y los intereses de un bono de manera oportuna.
Moody’s, Standard and Poor’s, Fitch Ratings y DBRS son algunas de las agencias de calificación de bonos más conocidas internacionalmente. Estas organizaciones operan para proporcionar a los inversores descripciones cuantitativas y cualitativas de los valores de renta fija disponibles. Por lo general, un bono con calificación «AAA» de alto grado ofrece más seguridad y un menor potencial de beneficios (menor rendimiento) que un bono especulativo con calificación «B-«.
Aunque esta métrica proporciona una idea de las características generales del valor, ¿qué tipo de análisis subyacente se utiliza para diferenciar entre las calidades de los bonos?
Principales conclusiones
- Las calificaciones crediticias, otorgadas por los servicios de calificación, son métricas muy importantes de la calidad y el riesgo de un bono.
- Las agencias de calificación utilizan varias métricas para determinar su puntuación de calificación para los bonos de un emisor en particular.
- El balance de una empresa, las perspectivas de beneficios, la competencia y los factores macroeconómicos entran en juego en el cálculo de una calificación crediticia.
Para una institución financiera, las calificaciones se desarrollan en base a influencias intrínsecas y externas específicas. Los factores internos incluyen rasgos como la calificación de solidez financiera general del banco, una medida de riesgo que ilustra la probabilidad de que la institución necesite apoyo monetario externo (Moody’s aplica una escala en la que la A se corresponde con un banco financieramente sano, y la E se asemeja a uno débil). La calificación depende de los estados financieros de la empresa analizada y de los ratios financieros correspondientes.
Las influencias externas incluyen las redes con otras partes interesadas, como una corporación matriz, agencias gubernamentales locales y compromisos de apoyo federal sistémico. También debe investigarse la calidad crediticia de estas partes. Una vez analizados estos factores externos, se otorga una puntuación externa global. Esencialmente, esta calificación se añade a la «puntuación intrínseca» predeterminada para obtener la calificación global como BBB.
La pauta anterior proporciona un marco general que Moody’s utiliza en su análisis. Los bonos específicos, como los valores híbridos, requieren un análisis complejo adicional, como las condiciones subyacentes de la deuda.
En general, el arte de la calificación de los bonos va más allá del simple análisis de los ratios y de un rápido vistazo al balance de una empresa. Se utilizan diferentes medidas para diferentes sectores, y otras influencias externas desempeñan una serie de papeles en el intrincado proceso. Un enfoque descendente de previsión de las condiciones económicas generales, un procedimiento ascendente en profundidad de las características específicas de los valores, junto con estimaciones de distribución estadística de la probabilidad de impago y de la gravedad de las pérdidas, proporcionan a los inversores unas sencillas letras estandarizadas para ayudar a cuantificar su inversión.