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Las cinco etapas de la descomposición -fresca (autolisis), hinchazón, descomposición activa, descomposición avanzada y seca/esqueletizada- tienen características específicas que se utilizan para identificar en qué etapa se encuentran los restos. Estas etapas se ilustran mediante un estudio experimental de la descomposición de un cadáver de cerdo.
Fresco
En esta etapa los restos suelen estar intactos y libres de insectos. El cadáver progresa a través de algor mortis (una reducción de la temperatura corporal hasta alcanzar la temperatura ambiente), rigor mortis (la rigidez temporal de las extremidades debido a cambios químicos en los músculos) y livor mortis (acumulación de la sangre en el lado del cuerpo que está más cerca del suelo).
Estado de hinchazón
Descomposición activaEditar
En esta etapa, los tejidos comienzan a licuarse y la piel comenzará a ennegrecerse. Las moscas de la muerte se dirigen a los cadáveres en descomposición desde el principio, utilizando receptores de olor especializados, y ponen sus huevos en los orificios y en las heridas abiertas. El tamaño y la fase de desarrollo de los gusanos pueden utilizarse para dar una medida del tiempo mínimo transcurrido desde la muerte:251-252 La actividad de los insectos se produce en una serie de oleadas, y la identificación de los insectos presentes puede dar información adicional sobre el intervalo postmortem. Puede formarse adipocera, o cera para cadáveres, que inhibe la descomposición posterior:16-18
Decadencia avanzadaEditar
Durante la decadencia avanzada, la mayoría de los restos se han decolorado y a menudo ennegrecido. La putrefacción, en la que los tejidos y las células se descomponen y liquidan a medida que el cuerpo se descompone, será casi completa. Un cuerpo humano en descomposición en la tierra acabará liberando 32g de nitrógeno, 10g de fósforo, 4g de potasio y 1g de magnesio por cada kilogramo de masa corporal seca, realizando cambios en la química del suelo que le rodea que pueden persistir durante años.
Restos secos/esqueletizadosEditar
Una vez que la hinchazón ha cesado, el tejido blando de los restos típicamente colapsa sobre sí mismo. Al final de la descomposición activa, los restos suelen estar secos y comienzan a esqueletizarse.