El monstruo sale
Obsesivamente devoto de su madre, Gein nunca salió de casa ni tuvo citas con mujeres. Sin embargo, después de que ella muriera a finales de 1945, se volvió cada vez más trastornado. Ahora que vivía solo, dejaba la habitación de ella limpia y sin tocar, mientras que el resto de la casa caía en la miseria, y desarrolló un interés por los libros de anatomía.
Gein se las arregló para mantenerse como manitas y -a pesar de su extraño comportamiento- como canguro. Mientras tanto, algunos residentes de la zona general habían desaparecido misteriosamente a lo largo de los años. Entre ellos estaba Mary Hogan, que regentaba una taberna en la cercana Pine Grove que Gein frecuentaba con regularidad.
Asesinato de Bernice Worden
El 16 de noviembre de 1957, se denunció la desaparición de Bernice Worden de su ferretería en Plainfield, con la caja registradora también desaparecida y un rastro de sangre que salía por la parte trasera. Su hijo Frank, un ayudante del sheriff, sospechó de Gein, y el hombre solitario fue pronto detenido en la casa de un vecino.
Las autoridades enviadas a la casa de Gein esa noche fueron recibidas por la horripilante visión del cuerpo sin cabeza y destripado de Worden colgando del techo. Las investigaciones posteriores arrojaron más descubrimientos espeluznantes, como órganos en frascos y cráneos utilizados como platos de sopa.
En el interrogatorio, Gein confesó haber matado a Worden y Hogan, tres años antes. Además, admitió haber desenterrado numerosos cadáveres para cortar partes del cuerpo, haber practicado la necrofilia y haber confeccionado máscaras y trajes con la piel para llevarlos por la casa. Con este tipo de pruebas, las autoridades intentaron relacionarlo con otros asesinatos y desapariciones de los últimos años, pero no pudieron sacar ninguna conclusión definitiva.
El abogado de Gein, William Belter, se declaró inocente por razón de demencia, y en enero de 1958, Gein fue declarado no apto para ser juzgado. Fue internado en el Hospital Estatal Central, donde trabajó como albañil, ayudante de carpintero y asistente del centro médico.
Juicio y muerte
A principios de 1968, se determinó que Gein era apto para ser juzgado finalmente. Ese noviembre, fue declarado culpable del asesinato de Worden. Sin embargo, también se le declaró demente en el momento del asesinato, por lo que se le volvió a internar en el Hospital Estatal Central.
Salvo su intento de solicitar la libertad en 1974, que fue rechazado, el apacible Gein no fue prácticamente noticia mientras estuvo internado. A finales de esa década, su salud se debilitó y fue trasladado al Instituto de Salud Mental de Mendota, donde murió de cáncer y enfermedades respiratorias el 26 de julio de 1984.
Películas
La historia de las truculentas actividades de Gein, en particular su devoción por una madre muerta, influyó fuertemente en la novela de 1959 de Robert Bloch, Psicosis, que fue adaptada a la gran pantalla al año siguiente por Alfred Hitchcock.