El Distrito de Columbia no es un estado, es un distrito federal. Cuando se adoptó la Constitución de los Estados Unidos en 1787, lo que hoy es el Distrito de Columbia era una parte del estado de Maryland. En 1791, el Distrito fue cedido al gobierno federal con el propósito de convertirse en la capital de la nación, un distrito que debía ser gobernado por el Congreso.
¿En qué se diferencia DC de un estado?
La 10ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos especifica que todos los poderes no concedidos al gobierno federal están reservados a los estados y al pueblo. Aunque el Distrito de Columbia tiene su propio gobierno municipal, recibe financiación del gobierno federal y depende de las directrices del Congreso para aprobar sus leyes y su presupuesto. Los residentes del DC sólo tienen derecho a votar al presidente desde 1964 y al alcalde y a los concejales desde 1973. A diferencia de los estados, que pueden nombrar a sus propios jueces locales, el Presidente nombra a los jueces del Tribunal del Distrito.
Los residentes (aproximadamente 700.000 personas) del Distrito de Columbia pagan la totalidad de los impuestos federales y locales, pero carecen de representación democrática plena en el Senado o la Cámara de Representantes de Estados Unidos. La representación en el Congreso se limita a un delegado sin derecho a voto en la Cámara de Representantes y a un senador en la sombra. En los últimos años, los residentes del Distrito han buscado la condición de Estado para obtener el pleno derecho de voto. Todavía no han tenido éxito.
Historia del establecimiento
Entre 1776 y 1800, el Congreso se reunió en varios lugares diferentes. La Constitución no seleccionó un sitio específico para la ubicación de la sede permanente del gobierno federal. El establecimiento de un distrito federal fue un tema controvertido que dividió a los estadounidenses durante muchos años.
El 16 de julio de 1790, el Congreso aprobó la Ley de Residencia, una ley que permitía al presidente George Washington seleccionar un lugar para la capital de la nación y nombrar a tres comisionados para supervisar su desarrollo. Washington seleccionó un área de diez millas cuadradas de tierra entre las propiedades de Maryland y Virginia que se encontraban a ambos lados del río Potomac. En 1791, Washington nombró a Thomas Johnson, Daniel Carroll y David Stuart para supervisar la planificación, el diseño y la adquisición de propiedades en el distrito federal. Los comisionados llamaron a la ciudad «Washington» en honor al Presidente.
En 1791, el Presidente nombró a Pierre Charles L’Enfant, un arquitecto e ingeniero civil estadounidense nacido en Francia, para que diseñara un plan para la nueva ciudad. El trazado de la ciudad, una cuadrícula centrada en el Capitolio de los Estados Unidos, se situó en la cima de una colina delimitada por el río Potomac, el brazo oriental (ahora llamado río Anacostia) y el arroyo Rock Creek. Las calles numeradas que corrían de norte a sur y de este a oeste formaban una cuadrícula.
Las «grandes avenidas» diagonales más amplias, con nombres de los estados de la unión, cruzaban la cuadrícula. Donde estas «grandes avenidas» se cruzaban, los espacios abiertos en círculos y las plazas llevaban el nombre de estadounidenses notables. La sede del gobierno se trasladó a la nueva ciudad en 1800. El Distrito de Columbia y las zonas rurales no incorporadas del Distrito eran gobernadas por una Junta de Comisionados de tres miembros.
En 1802, el Congreso abolió la Junta de Comisionados, incorporó la ciudad de Washington y estableció un gobierno autónomo limitado con un alcalde nombrado por el Presidente y un consejo municipal elegido de doce miembros. En 1878, el Congreso aprobó la Ley Orgánica que establecía tres comisionados nombrados por el presidente, el pago de la mitad del presupuesto anual del Distrito con la aprobación del Congreso y cualquier contrato de más de 1.000 dólares para obras públicas.
El Congreso aprobó la Ley de Autogobierno y Reorganización Gubernamental del Distrito de Columbia en 1973, estableciendo el sistema actual de un alcalde elegido y un Consejo de 13 miembros con autoridad legislativa con restricciones que pueden ser vetadas por el Congreso.