03 de enero de 2018 12:00 AM
Autor: Moran Eye Center
El sueño en los ojos, la costra del sueño, la arena, la mugre de los ojos -como sea que lo llames, todos lo tenemos- esa cosa costrosa en las esquinas de los ojos cuando te despiertas por la mañana. El término médico es «reuma», aunque rara vez se oye utilizarlo», dice el Dr. Jeff Pettey, oftalmólogo del Moran Eye Center. «Todo forma parte de una buena noche de sueño»
¿Qué es exactamente esta cosa y de dónde viene?
«La costra del sueño es una mezcla de mucosidad, células exfoliadas de la piel, aceites y lágrimas producidas o derramadas por el ojo durante el sueño», dijo Pettey. «Es una parte natural del funcionamiento saludable del ojo. Durante el día, todo eso se elimina con el parpadeo de las lágrimas naturales, que evitan que se quede en el ojo. Pero cuando se duerme, la gravedad y el hecho de no parpadear hacen que se acumule en las esquinas de los ojos».
¿Todo el mundo se despierta así?
«Casi todo el mundo se despierta con costra de sueño», dijo Pettey. «Un ojo sano y funcional producirá el moco, las sales y los aceites que hacen que se forme, aunque puede aparecer en diferentes cantidades en diferentes personas. Algunas personas pueden tener tan poco material que ni siquiera notan que está ahí. Pero durante la temporada de alergias, o cuando los ojos están secos, es posible que tenga un poco más. Debe ser de color blanco o crema claro, lo cual es normal».
¿Y si tiene mucha cantidad o es de otro color?
«Si la secreción es amarilla o verde, puede ser un signo de conjuntivitis bacteriana (una forma común de conjuntivitis). En ese caso, debe acudir a un oftalmólogo», según Pettey. «También hay afecciones crónicas como la blefaritis (un tipo de inflamación), el ojo seco y la conjuntivitis alérgica que también pueden causar costra del sueño. En algunos casos puede ser suficiente para que los ojos se peguen. En esos casos, también recomendaría acudir a un oftalmólogo.»
Mantén tus ojos limpios
Aunque es tentador frotarse los ojos con las manos por la mañana, intenta resistirte. Nunca es una buena idea, ya que los gérmenes de tus manos podrían provocar una infección ocular.
La mejor manera de limpiar tus ojos (y, ¡se siente bien!) es poner una toallita empapada con agua muy caliente sobre tus párpados y pestañas y limpiarlos suavemente. Si tus ojos parecen estar muy pegajosos, relájate y deja la toallita allí durante unos minutos.