Antes de seguir avanzando en el tema de las plumas -y hay mucho que avanzar- tenemos que aprender algo de terminología.
Las plumas están hechas de queratina, igual que nuestro pelo y nuestras uñas, pero parecen mucho más complejas porque no convivimos con ellas todos los días. Afortunadamente esta genial ilustración de Wikimedia me ha inspirado para profundizar en las partes de una pluma. Y aquí están:
Cálamo o Pluma: (Se pronuncia KAL-e-mes) Es la parte grande y hueca del astil que une la pluma a la piel o al hueso del ave. No tiene púas.
Rachis o eje: (Se pronuncia RAY-kiss) Es la parte central larga y delgada de la pluma que sostiene las aspas. Es como el mástil que sujeta las velas.
Vaina: La parte emplumada de la pluma que nace del eje central. Los álabes son como las velas de lona de un mástil. Observe que las dos aspas de esta pluma son más o menos igual de anchas.
Barbas: Las barbas crecen desde el raquis. Cada barba es una pluma dentro de una pluma con un pequeño eje y pequeñas barbas propias llamadas bárbulas. Cuando se ve como un todo las barbas son la veleta.
Bárbulas (demasiado pequeñas para mostrarlas arriba): Las bárbulas son minibárbulas que salen del eje central de cada barba. Las bárbulas de un lado del eje son lisas. Las del otro lado tienen pequeños ganchos llamados barbiceles que agarran las bárbulas lisas que están a su lado. Cuando se acicalan correctamente, todos los bariceles se enganchan a sus bárbulas cercanas y la vara de la pluma es lisa. Estoy seguro de que esto le ha hecho girar la cabeza, pero todo tendrá sentido cuando haga clic aquí para ver la ilustración ampliada.
La pluma posterior: El plumón, las barbas inferiores. Carecen de barbicelas y no se «enganchan» porque se utilizan para dar calor, no para volar.
Escribiré más sobre las plumas en las próximas semanas, así que es posible que quieras marcar este blog para consultarlo más adelante.
(imagen de Wikimedia Commons. Haz clic en la imagen para ver el original.)