Cuando Vivien Leigh interpretó a Scarlett O’Hara en Lo que el viento se llevó en 1939, se convirtió instantáneamente en una de las mujeres más famosas del mundo.
La superproducción ganó 10 Oscars, incluido uno para Vivien, que se convirtió en la primera mujer británica en ganar el premio a la mejor actriz.
Muchos creen que el papel de Scarlett era un papel para el que Vivien había nacido: quizás no era un gran esfuerzo interpretar a una mujer que era hermosa y apasionada, además de muy ambiciosa. Una mujer que perdió años obsesionándose con un hombre al que no amaba de verdad, mientras perdía al hombre que la amaba de verdad.
Vivien sólo apareció en un puñado de películas y murió trágicamente joven, pero su increíble talento, dando vida a Scarlett O’Hara, hace que nunca sea olvidada.
Los primeros años
Nacida Vivian Mary Hartley en 1913, sus padres, Ernest y Gertrude, eran británicos pero pasaron varios años en la India, donde Vivian nació. La futura estrella de Hollywood tuvo su primer papel como actriz a la edad de tres años, cuando apareció en el grupo de teatro amateur de su madre, recitando «Little Bo Peep». Según Vivien: The Life of Vivien Leigh, de Alexander Walker, a los siete años fue enviada a un internado católico, cerca de Londres.
A los 18 años, Vivien se casó con su primer novio, Herbert Leigh Holman. Desde muy joven se dio cuenta de que quería seguir una carrera como actriz, y asistió a clases en la Real Academia de Arte Dramático, aunque Herbert no lo aprobaba. Él quería que se dedicara a una vida más sencilla de ama de casa. Pero Vivien sabía que estaba destinada a cosas más grandes.
Aunque el matrimonio no duró, se dice que Vivien y Herbert siguieron siendo amigos, preocupándose el uno por el otro durante el resto de sus vidas.
En octubre de 1933 nació una hija, Suzanne, pocos años antes de que Vivien tuviera su primer contacto con el estrellato, en la obra de 1935 La máscara de la virtud, bajo su nuevo nombre de Vivien Leigh. Vivien recibió muy buenas críticas y este papel le valió varias ofertas cinematográficas.
No pasó mucho tiempo antes de que fuera catapultada a la fama como una de las estrellas de cine más queridas de Hollywood. En 1936, Vivien firmó un contrato de 50.000 libras esterlinas con el director de cine Alexander Korda, una cantidad enorme de dinero para una actriz en aquella época.
Amor con Laurence Olivier
Laurence Olivier, uno de los actores más venerados de Inglaterra, acudió a una de las actuaciones de Vivien. Absolutamente cautivado por lo que vio en el escenario, se dispuso a ir entre bastidores para felicitarla.
Según cuenta el autor Michelangelo Capua en Vivien Leigh: A Biography, Vivien comentó a un amigo: «Algún día me casaré con él». El resto es historia de Hollywood: las chispas saltaron y ambos comenzaron una apasionada relación amorosa, a pesar de que ambos estaban casados con otras personas en ese momento.
En 1936, Vivien y Laurence formaron parte del reparto de Fuego sobre Inglaterra, interpretando el interés amoroso del otro. Los jefes del estudio se horrorizaron al enterarse de que los actores principales tenían un romance, les preocupaba que sus carreras se arruinaran.
Ese mismo año, Laurence decidió dejar a su mujer Jill y a su hijo Tarquin para estar con Vivien, que también dejó a Herbert y a su hija Suzanne.
Años más tarde, Vivien dijo: «Quería a mi bebé como toda madre, pero, con la clara sinceridad de la juventud, me di cuenta de que no podía abandonar toda idea de una carrera. Alguna fuerza dentro de mí no podía dejar de expresarse».
La pareja pasó varias semanas separada cuando Laurence estaba rodando Cumbres borrascosas en 1938 en California. Algunas de sus vaporosas cartas de amor a Vivien acabaron en su biografía: «Me desperté absolutamente furioso de deseo por ti, mi amor… Oh, Dios mío, cómo te deseaba… Te amo con, oh, todo de alguna manera, con un tipo especial de alma».
Según el autor Michelangelo Capua, Vivien se reunió con Laurence en California unas semanas después. Al parecer, Vivien le dijo a un amigo «en parte porque Larry está allí y en parte porque tengo la intención de conseguir el papel de Scarlett O’Hara»
Laurence y Vivien se casaron en septiembre de 1940, en una rápida ceremonia civil en Santa Bárbara, California. La actriz Katharine Hepburn llevó a la pareja al servicio religioso.
Lo que el viento se llevó
Algunas de las escenas más difíciles de Lo que el viento se llevó ya se habían rodado antes de que el papel principal de Escarlata O’Hara hubiera sido elegido.
El legendario productor David O Selznick había realizado 1.400 audiciones a mujeres jóvenes durante dos años de búsqueda de la protagonista, y estaba desesperado por encontrar a la Scarlett perfecta.
Un día, mientras el equipo rodaba la clásica escena de «Atlanta ardiendo», Vivien entró en el plató como invitada del hermano del productor, Myron, que era agente de actores.
Según la leyenda de Hollywood, Vivien se quitó el sombrero y sonrió, justo en el momento en que el fuego del plató iluminó su hermoso rostro. «Te presento a tu Scarlett O’Hara», dijo Myron.
Lo que el viento se llevó inmortalizó a Vivien como una leyenda de Hollywood, ya que la película arrasó en todo el mundo y la joven de 25 años estaba en la cima de su belleza clásica. El público se sorprendió al saber que era británica, ya que su acento sureño americano era perfecto.
Cuando se estrenó la película, se convirtió en la más taquillera de todos los tiempos, para esa época. Si se ajusta a la inflación, Lo que el viento se llevó sigue siendo la película más taquillera de la historia.
Las dificultades y la vida en Hollywood
Vivien y Laurence vivieron una vida increíblemente colorida; fue un torbellino de giras cinematográficas y teatrales, alta moda y extravagantes fiestas en Hollywood; a la pareja también le encantaba organizar lujosas cenas y fiestas en la piscina.
Pero Vivien sólo hizo un puñado de películas durante su carrera, sobre todo debido al trastorno bipolar, que le impedía trabajar con la frecuencia que deseaba. También se dice que se sometió a una enorme presión para igualar la reputación de Laurence como actor.
Añadir a su estrés el hecho de que tuvo al menos dos abortos espontáneos y que sólo veía en contadas ocasiones a su hija Suzanne, que estaba al cuidado de su ex marido.
La biógrafa Kendra Bean, autora de Vivien Leigh: an Intimate Portrait, escribe: «Hoy en día, actores como Catherine Zeta Jones y Carrie Fisher pueden hablar abiertamente de su trastorno bipolar sin temor a que arruine sus carreras, pero Vivien Leigh estaba aterrorizada de revelar la verdad»
En 1945, Vivien tuvo un caso grave de tuberculosis que le impidió trabajar durante un año. Pero fue su bipolaridad lo más destructivo de su vida, ya que su estado de ánimo oscilaba entre una depresión paralizante y fases maníacas insoportables.
En 1951, Vivien interpretó el papel de Blanche DuBois, ganador de un Oscar, en Un tranvía llamado deseo. Kendra Bean afirma: «El arte reflejaba la vida cuando representaba la locura, la vulnerabilidad y la manía. Era casi como si ella y Blanche fueran la misma persona»
En aquella época, había pocos fármacos disponibles para las enfermedades mentales, aparte de la terapia de descargas eléctricas.
Laurence y Vivien terminaron su matrimonio en 1960; un año después Laurence se casó con la actriz Joan Plowright, mientras que Vivien se casó con Jack Merivale.
Continuó trabajando en el escenario, incluso mientras su estado empeoraba. Su última película fue Ship of Fools, de 1965, antes de que volviera a padecer tuberculosis, y murió el 8 de julio de 1967 a los 53 años.
Laurence escribió en su autobiografía sobre la enfermedad mental de Vivien: «A lo largo de su posesión por ese monstruo misteriosamente maligno, la depresión maníaca, con sus mortales espirales siempre apretadas, conservó su propia canonjía individual: una habilidad para disfrazar su verdadera condición mental de casi todos, excepto de mí.»
Al anunciar la muerte de Vivien, todos los teatros del West End londinense apagaron las luces de sus marquesinas durante una hora.