La neumonía es una infección pulmonar que puede ser causada por una bacteria o un virus. Los niños más pequeños corren más riesgo ya que su sistema inmunológico no se ha desarrollado completamente. En la mayoría de los casos, la neumonía suele aparecer después de que un niño haya tenido un resfriado.
Aunque tu hijo pueda estar incómodo, el tratamiento suele ser sencillo y se puede hacer en casa. En este post, veremos cómo curar la neumonía de forma natural en casa.
Síntomas
Los síntomas son bastante similares a los del resfriado común y la gripe, pero varían de un niño a otro. Las cosas a las que hay que prestar atención son:
- Fiebre alta
- Problemas para respirar
- Dolor en el pecho
- Tos
- Irritabilidad
Si notas alguno de estos síntomas, es esencial que acudas a una revisión lo antes posible. La neumonía bacteriana suele tratarse con un curso de antibióticos, pero no funcionarán para la neumonía vírica.
Las vacunas actúan como defensa de primera línea contra ciertos tipos de infecciones, pero la mayoría de los niños pequeños seguirán estando en riesgo. Si tu hijo contrae una neumonía, entonces estos tratamientos caseros naturales pueden ayudarle a superar la infección.
La higiene como prevención
Una de las mejores maneras de proteger a tus hijos contra la neumonía es promoviendo buenos hábitos de higiene en casa. Como los gérmenes suelen ser los causantes de la infección, hay que animar a los niños a que se laven las manos con regularidad, a que eviten compartir cubiertos y vasos y a que utilicen pañuelos para sonarse la nariz. También es una gran idea desinfectar los juguetes, los pomos de las puertas y otras superficies de forma regular.
Descansar mucho
Descansar mucho es uno de los mejores métodos de la naturaleza para curar la mayoría de las enfermedades. Mantén a tus pequeños fuera del colegio y asegúrate de que duermen mucho más. Intente colocar una almohada adicional bajo la cabeza de los niños mayores mientras descansan, lo que puede ayudar a drenar y permitirles dormir mejor. El sueño extra reforzará el sistema inmunitario para combatir la infección.
Utilice humidificadores
Mantener el aire húmedo facilita la respiración de su hijo y ayuda a calmar cualquier irritación en los pulmones.
Beba mucho líquido
Es importante que los niños de todas las edades se mantengan hidratados durante su recuperación. Ofrezca a los más pequeños pequeños sorbos de agua a lo largo del día. Lo mismo ocurre con los bebés, siga ofreciéndoles leche materna o de fórmula durante el día.
Remedios naturales
La miel cruda, el limón y el jengibre tienen destacadas cualidades antiinflamatorias y pueden convertirse en una refrescante bebida caliente para los niños mayores.
Otra cosa que puede hacer para los niños de todas las edades es utilizar compresas tibias o darles un baño con agua tibia. Ambos métodos ayudarán a regular la temperatura de su hijo, haciendo que se sienta un poco más cómodo.
Siguientes pasos
Una vez iniciado el tratamiento, debería notar una mejora en pocos días. Sin embargo, es esencial controlar los síntomas de su hijo continuamente. Si no empiezan a mejorar o empeoran, entonces ponte en contacto con el médico inmediatamente.