En 1964, el fax y el teléfono se fusionaron para crear el fax actual, en el que los documentos se envían a través de las líneas telefónicas. Esta tecnología evolucionó muy poco hasta 1996, cuando los faxes pudieron enviarse a través de Internet. Ganó popularidad por ser una forma rápida y segura de entregar documentos importantes, especialmente en los sectores empresarial, jurídico, sanitario, gubernamental y otros.
A medida que la comunicación ha evolucionado -gracias a Internet- con el correo electrónico y las redes sociales, muchos sectores han abandonado las máquinas de fax, sobre todo los que tienen menos regulaciones en materia de confidencialidad. Los sectores sanitario y jurídico siguen confiando en gran medida en el fax como la forma más segura de transmitir información importante de un lugar a otro, aunque ya no sea la forma de comunicación más rentable y eficiente.
A medida que los costes aumentan en la sanidad, los proveedores buscan soluciones que tengan un impacto positivo en sus resultados al aumentar la productividad y mejorar la eficiencia del flujo de trabajo. Esto está obligando a la industria de la salud a entrar en el mundo moderno de la tecnología más allá de los sistemas de HCE con herramientas para apoyar los procesos diarios, mientras que la eliminación de la vieja tecnología, como la máquina de fax.
Vyne Medical ya ha comenzado el proceso de eliminación de las máquinas de fax en varios sistemas de salud con herramientas que capturan datos dispares (es decir, la programación de los pacientes, los seguros y la información financiera) y la indexan automáticamente en el registro del paciente para el acceso y el intercambio de la empresa. De este modo, se eliminan los procesos en papel y se automatizan tareas manuales como el envío de documentación médica por fax, el traslado de registros entre sistemas y la vinculación de los documentos a la historia clínica del paciente.
En otros sectores, las máquinas de fax fueron desapareciendo con el tiempo a medida que crecía Internet y el mundo digital. El sector sanitario puede adoptar un enfoque similar y alejarse gradualmente del fax con la ayuda de las herramientas digitales adecuadas. Mientras se implementa la tecnología necesaria y se establecen nuevos flujos de trabajo, los hospitales pueden empezar a enviar y recibir información de los pacientes de forma electrónica y segura, incluso cuando las máquinas de fax hayan sido eliminadas en el resto del mercado sanitario. Esto permitirá que no haya interrupciones mientras se entra en el mundo moderno.