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Foto: Westend61, Contributor / Getty Images/Westend61
El ejercicio puede hacerte feliz – y mejorar tu salud.

Hay una manera fácil de poner una sonrisa en tu cara: Hacer ejercicio.

Sí, se ha demostrado que hacer ejercicio no sólo reduce la ansiedad y la depresión, sino que hace que las personas sean felices y más resistentes. Entonces, ¿cómo te hace más feliz el ejercicio?

La química corporal feliz

El ejercicio aeróbico -caminar, correr, montar en bicicleta y nadar- aumenta significativamente la producción de serotonina en el cuerpo. Se necesitan unos 30 minutos para conseguir el «subidón» de serotonina. Otros ejercicios, como el yoga, el pilates y el levantamiento de pesas, también aumentan la serotonina, pero no tanto. La serotonina es una importante sustancia química del cerebro que mejora el estado de ánimo, así como el ciclo de sueño y vigilia. El ejercicio también aumenta el triptófano, un aminoácido utilizado para producir serotonina en el cerebro.

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La actividad física provoca la liberación de endorfinas, también conocidas como hormonas de la felicidad, que reducen el dolor y la inflamación. El ejercicio también ayuda a aumentar la producción de dopamina, un neurotransmisor en el cerebro, que mejora la sensación de placer y felicidad.

Hacer ejercicio reduce la ansiedad, el estrés y la depresión.

El esfuerzo disminuye la inflamación al modular importantes sustancias químicas y nervios. La mejora de la función vascular ayuda a que la sangre fluya a todos los órganos esenciales del cuerpo. Las sustancias químicas que se liberan durante la actividad física nos ponen en un estado elevado; los programas de recuperación que tratan el abuso de sustancias a menudo prescriben el ejercicio.

Mejora de la imagen de uno mismo

El ejercicio a menudo puede distraerte de las cosas que te estresan, y puede aumentar tu imagen y confianza en ti mismo. Mejora las funciones psicológicas, fisiológicas e inmunológicas. Esto se conoce como la hipótesis de la distracción, o la hipótesis de la autoeficacia.

Mejorar el sueño

El ejercicio puede mejorar la calidad de su sueño, y la mejora del sueño se asocia con un sistema inmunológico más fuerte y una reducción de los problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión. Dormir bien se asocia con un menor aumento de peso, una presión arterial más baja y una mejora de la energía y el estado de ánimo.

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Mejora de la memoria

El ejercicio aeróbico estimula el crecimiento de las células cerebrales en el hipocampo, que se asocia principalmente con la memoria y la navegación espacial. Un estudio de la Universidad de Stanford de 2014 descubrió que, aparte de la mejora de la memoria, caminar también aumenta tu creatividad en un 60 por ciento; conseguir que tus jugos creativos fluyan también mejora el estado de ánimo. La mejora de la memoria y la creatividad conduce a una mayor productividad en el trabajo y en casa, lo que libera su tiempo para hacer ejercicio. Se convierte en un círculo virtuoso.

Menos tiempo de pantalla

Cuando haces ejercicio, sobre todo al aire libre, es un reto realizar varias tareas en tu ordenador o smartphone. Esto en realidad es algo bueno, ya que tener menos tiempo de pantalla se ha asociado con la mejora del estado de ánimo, el sueño, así como una mayor exposición al sol. La exposición al sol conduce a un aumento de los niveles de serotonina, la sustancia química del cerebro que está más directamente relacionada con el estado de ánimo, y se correlaciona con sentimientos de satisfacción, calma y un mejor estado de ánimo. La exposición al sol también aumenta los niveles de melatonina, una hormona que ayuda a conciliar el sueño y reduce el trastorno afectivo estacional (TAE), un tipo de depresión que se padece en invierno.

Medita sobre la marcha

«El ejercicio es meditación en movimiento», según un estudio de la Clínica Mayo. En efecto, el ejercicio puede despejar tu mente y ayudarte a recuperar la paz interior, lo cual es de crucial importancia en el ajetreo de la vida.

A largo plazo, el ejercicio ayuda a bajar la presión arterial y reduce la depresión en aproximadamente un 25 por ciento. La actividad física cambia las sustancias químicas de su cuerpo con el tiempo, lo que se traduce en una reducción de la inflamación, lo que significa menos ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares o enfermedades vasculares. Y puede reforzar su sistema inmunológico, lo que significa menos infecciones y cáncer.

Los beneficios del ejercicio van mucho más allá de tonificar los músculos y moldear las curvas. La ciencia apoya los hallazgos de que el ejercicio podría hacernos más felices. Si todavía estás buscando formas tangibles de ser más feliz, ¿por qué no te pones las zapatillas de correr y empiezas con un paseo?

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