Interpol

Organización y funciones

Interpol se concentra en tres grandes categorías de actividades delictivas internacionales: el terrorismo y los delitos contra las personas y los bienes, incluidos los delitos contra los niños, la trata de seres humanos, la inmigración ilegal, el robo de automóviles y el robo de obras de arte; los delitos económicos, financieros e informáticos, incluidos el fraude bancario, el blanqueo de capitales, la corrupción y la falsificación; y las drogas ilegales y las organizaciones delictivas, incluida la delincuencia organizada. El funcionamiento cotidiano de Interpol es gestionado por una Secretaría General bajo la dirección de un Secretario General, que es nombrado por la Asamblea General para un mandato de cinco años. La Asamblea General, compuesta por un delegado de cada país miembro, es el órgano decisorio supremo de Interpol. En su reunión anual, la Asamblea General nombra un Comité Ejecutivo compuesto por 13 miembros, cada uno de los cuales representa a una región diferente del mundo. El Comité Ejecutivo supervisa la aplicación de las decisiones tomadas por la Asamblea General y el trabajo del Secretario General.

Cada país miembro dispone de un centro de intercambio de información nacional, denominado Oficina Central Nacional (OCN), a través del cual sus fuerzas policiales pueden comunicarse con la Secretaría General o con las fuerzas policiales de otros países miembros. Interpol cuenta con un amplio sistema de telecomunicaciones y una base de datos única de información policial internacional. Cada año, el personal de telecomunicaciones de Interpol maneja millones de mensajes en las cuatro lenguas oficiales de la organización: árabe, inglés, francés y español. Un servicio de búsqueda automática, introducido en 1992, permite a las OCN especialmente equipadas buscar en una gran base de datos de información; los resultados de la búsqueda se envían automáticamente en el idioma de la consulta. Un sistema conocido como I-24/7, introducido en 2003, proporciona a las OCN un acceso rápido a una gran variedad de datos, entre los que se incluyen huellas dactilares, registros de ADN, listas de vigilancia de sospechosos de delitos y personas buscadas para ser interrogadas, y listas de documentos de identidad robados.

A diferencia de la imagen que a veces se transmite en la televisión y en las películas, los agentes de Interpol no realizan detenciones, una práctica que infringiría de forma inaceptable la soberanía nacional de los países miembros. En cambio, la organización, a petición de las OCN, envía «difusiones rojas», basadas en órdenes de detención emitidas por los países miembros, en las que se solicita la detención y extradición de personas concretas. Interpol también emite otras difusiones «de color»: amarilla para ayudar a localizar a personas desaparecidas, azul para recabar información sobre actividades ilegales o sobre la identidad de una persona, negra para solicitar la información necesaria para identificar un cadáver, verde para advertir a los organismos sobre delincuentes de un país que pueden cometer otros delitos en otros países, y naranja para advertir a los organismos encargados de la aplicación de la ley sobre los peligros de las bombas y otras armas.

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