Cuando se trata de proteger a sus seres queridos, tener tanto un testamento como un fideicomiso es esencial.
La diferencia entre un testamento y un fideicomiso es cuando entran en acción.
Un testamento establece sus deseos para después de su muerte.
Un fideicomiso revocable en vida entra en vigor inmediatamente. Mientras estás vivo puedes estar a cargo de tu fideicomiso. Y cuando usted quede incapacitado o fallezca, la persona que usted designe como fideicomisario sucesor puede intervenir fácilmente y manejar sus asuntos exactamente como usted lo ha establecido en el documento.
Es mi firme opinión que usted debe tener tanto un testamento como un fideicomiso revocable en vida.
Por qué necesita un fideicomiso
Hay muchos tipos de fideicomisos. Un fideicomiso revocable en vida es el fideicomiso adecuado para la gran mayoría de ustedes.
Tomemos esto palabra por palabra:
En vida: Un fideicomiso es efectivo durante su vida.
Revocable: Todo lo que declaras en el fideicomiso puede ser cambiado. En cualquier momento. Eso es lo que significa revocable. Así que relájate. Se trata de un documento legal que puedes modificar según cambie tu vida.
Fideicomiso: Una vez que cree un fideicomiso, puede trasladar la propiedad de los activos clave -como una casa y otras propiedades- al fideicomiso y nombrarse a sí mismo como fideicomisario, lo que significa que usted toma todas las decisiones sobre el uso y la gestión de esos activos mientras esté vivo. También nombra a alguien para que sea su fideicomisario sucesor. Si usted queda incapacitado, el fideicomisario sucesor puede intervenir fácilmente y gestionar sus asuntos. O bien, cuando usted fallezca, el fideicomisario sucesor tomará el relevo sin necesidad de obtener ninguna aprobación judicial.
Es importante entender que si sólo tiene un testamento, cuando usted fallezca su familia puede tener que pasar por un largo proceso judicial para tener derecho a seguir lo que usted dispuso en su testamento. Esto se llama sucesión. Además de ser largo y costoso (es probable que tenga que contratar a un abogado) también es público. Cuando usted muere con sólo un testamento, ese documento debe ser presentado ante el tribunal, y puede ser accedido por cualquier persona.
Los patrimonios más pequeños pueden ser capaces de evitar la sucesión si el difunto sólo tenía un testamento; pero en la mayoría de los estados, el corte para qué cantidad califica para una sucesión «simplificada» es bajo. (Puede obtener más información sobre las normas de sucesión simplificada de su estado.)
La forma más segura de evitar la sucesión es tener un fideicomiso. Un fideicomiso revocable en vida no necesita aprobación judicial. Todo se mantiene en privado, y su fideicomisario sucesor puede hacerse cargo de su gestión inmediatamente después de su muerte.
Por qué necesita un testamento
A pesar de lo importante que es un fideicomiso, usted también quiere tener un testamento.
Aunque sus activos de gran valor, como una casa, deben ser propiedad de su fideicomiso, es probable que tenga otros recuerdos más pequeños -una colección de porcelana, relojes, etc.. – que quiere dar a una persona específica. Un testamento es el lugar donde se explica esto.
Un testamento es también donde usted puede escribir sus deseos funerarios.
Si usted tiene niños pequeños debe, debe, debe tener un testamento. Un testamento es donde se nombra un tutor para los hijos menores. Soy consciente de que pensar en esto puede ser molesto, pero hablemos de algo aún más molesto: si mueres sin un testamento que establezca los tutores de tus hijos, las decisiones sobre el cuidado de tus hijos van a recaer en el sistema judicial. Eso es lo que ocurre cuando los padres mueren sin un tutor legal que intervenga. Por supuesto, un hermano, un primo o un amigo querido puede acabar siendo el tutor, pero sólo después de un proceso judicial agotador y una posible supervisión judicial continua.