La ilusión de la Luna: ¿Por qué la Luna parece tan grande a veces?

  • por

¿Por qué la Luna parece tan grande cuando sale o se pone? La ilusión de la Luna es el nombre de este truco que nos hace nuestro cerebro. Las fotografías demuestran que la Luna tiene la misma anchura cerca del horizonte que cuando está en lo alto del cielo, pero eso no es lo que percibimos con nuestros ojos. Se trata, pues, de una ilusión que tiene su origen en la forma en que nuestro cerebro procesa la información visual. Aunque llevamos miles de años observándola, todavía no hay una explicación científica satisfactoria de por qué la vemos exactamente.

Luna saliendo sobre los picos de las montañas.

Crédito: NASA/Bill Dunford

Salga la noche de la luna llena y encuentre un buen lugar para verla salir. Puede ser impresionante, provocando un asombroso «¡Wow!» de cualquier observador del cielo. Cuando observamos la Luna cerca del horizonte, a menudo parece ENORME, ya sea asomando por encima del hombro de una montaña lejana, saliendo del mar, planeando detrás de un paisaje urbano o asomando por encima de una espesura de árboles.

Pero aquí está la cosa: todo está en tu cabeza. De verdad. La aparente grandeza de la Luna es una ilusión real, más que un efecto de nuestra atmósfera o de alguna otra física. Puedes comprobarlo por ti mismo de varias maneras.

Cómo comprobar la ilusión de la Luna

Alza tu dedo índice extendido junto a la Luna. Comprobarás que tu uña y la Luna tienen más o menos el mismo tamaño. O prueba a mirar la Luna a través de un tubo de papel, o inclínate y mira hacia atrás entre tus piernas. Cuando la veas así, la Luna no será ni de lejos tan grande como había parecido.

Otra forma infalible de comprobar el tamaño de la Luna es tomar una foto cuando esté cerca del horizonte y otra cuando esté alta en el cielo. Si mantienes los mismos ajustes de zoom de tu cámara, verás que la Luna tiene la misma anchura, de lado a lado, en ambas fotos. (En realidad, puede aparecer un poco aplastada en la dirección vertical cuando está cerca del horizonte. Esto es el resultado de la atmósfera que actúa como una lente débil.)

Los fotógrafos pueden simular la ilusión de la Luna tomando fotos de la Luna baja en el horizonte usando un objetivo largo, con edificios, montañas o árboles en el marco. Por tanto, recuerde cuando vea fotos deslumbrantes en las que aparezca una Luna gigante sobre el paisaje: esas imágenes se crean acercando objetos lejanos cerca del suelo. En otras palabras, la Luna se ve más grande en esas fotos porque es una vista ampliada.

Luna naranja grande que se eleva detrás de la grúa en el horizonte de Washington, DC.

Una «superluna» llena se eleva sobre Washington DC en 2017. Una superluna se produce cuando la órbita de la Luna está más cerca (perigeo) de la Tierra al mismo tiempo que está llena. Crédito: NASA/Bill Ingalls

La Luna SÍ se ve más amarilla cerca del horizonte

Hay una forma notable en la que la apariencia de la Luna es realmente diferente cuando está baja en el cielo. Tiende a tener un tono más amarillo o naranja, en comparación con cuando está en lo alto. Esto se debe a que la luz de la Luna recorre una mayor distancia a través de la atmósfera. Al recorrer un camino más largo, más de las longitudes de onda más cortas y azules se dispersan, dejando más de las longitudes de onda más largas y rojas. (El polvo o la contaminación también pueden intensificar el color rojizo.)

¿Por qué vemos la ilusión de la Luna?

Abrázate: no lo sabemos realmente. Bueno, en realidad no. Dependiendo de tu forma de pensar, esta noticia podría ser insatisfactoria, o podría ser una razón para maravillarse con nuestros misteriosos cerebros. Pero a pesar de que la gente ha estado observando esta ilusión durante miles de años, todavía no tenemos una explicación científica sólida como una roca para ello.

En general, las explicaciones propuestas tienen que ver con un par de elementos clave de cómo percibimos visualmente el mundo: cómo percibe nuestro cerebro el tamaño de los objetos que están más cerca o más lejos, y a qué distancia esperamos que estén los objetos cuando están cerca del horizonte. Parece que nuestros cerebros no saben que la distancia de la Luna no cambia tanto sin importar dónde esté en el cielo en una noche determinada.

También se piensa que los objetos en primer plano de la vista lunar juegan un papel. ¿Quizás los árboles, las montañas y los edificios ayudan a engañar al cerebro para que piense que la Luna está más cerca y es más grande de lo que es? Hay un efecto descubierto hace un siglo, llamado la ilusión de Ponzo, que describe cómo funciona esto. La ilusión consiste en una escena en la que convergen dos líneas, como las vías del tren que se extienden en la distancia. Sobre estas líneas se dibujan dos barras horizontales de igual longitud. Sorprendentemente, las barras horizontales parecen tener tamaños diferentes, porque el sentido de la distancia que tiene el cerebro le obliga a percibirlo así. Este efecto está relacionado con el funcionamiento de la perspectiva forzada en las pinturas.

Pero esta tampoco es una explicación perfecta. Los astronautas de la NASA en órbita también ven la ilusión de la Luna, y no tienen objetos en primer plano que actúen como pistas de distancia. Así que es probable que haya algo más.

La Luna saliendo a la luz del día sobre una cresta montañosa rocosa.

¿Qué tal si lo disfrutamos?

A falta de una explicación completa de por qué la vemos así, podemos seguir estando de acuerdo en que -real o ilusión- una Luna gigante es una vista hermosa. Así que, hasta que alguien descifre qué es lo que hace nuestro cerebro, probablemente lo mejor sea disfrutar de la ilusión de la Luna y de las vistas cambiantes, atmosféricas y, a veces, inquietantes que crea.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *