En marzo de 2006, Long John Silver’s cosechó una gran polémica al ofrecer un plato que llamaban «Buttered Lobster Bites» (bocados de langosta con mantequilla) sin dejar claro en su publicidad que estaban hechos con «langostino». La Comisión Federal de Comercio acabó por iniciar una investigación sobre las prácticas publicitarias engañosas de la cadena, ya que la normativa de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) exige que todo aquel que comercialice langostino como langosta coloque el calificativo «langostino» junto a la palabra «langosta», y Long John Silver’s no sólo no lo hizo, sino que emitió un anuncio de televisión en el que se utilizaba una langosta americana de manera que la Comisión concluyó que contribuía a la percepción errónea de que el producto era langosta americana. Tras ser contactado por la Comisión, Long John Silver puso fin rápidamente a las campañas de anuncios de televisión, revisó su sitio web y se comprometió a colocar de forma destacada la palabra «langostino» junto al término «langosta» en toda la publicidad futura, y a revisar sus materiales existentes en las tiendas en consecuencia en un plazo de ocho semanas, y el 24 de junio de 2009, la Comisión escribió a la cadena para informarles de que no tenían intención de tomar más medidas en ese momento.
Un juez del Tribunal Superior de Los Ángeles no se pronunció en abril de 2006 sobre el asunto cuando se presentó una demanda colectiva contra Rubio’s Restaurants, Inc, por vender «burrito de langosta» y «taco de langosta» que en realidad estaban hechos con langosta escuálida.
En febrero de 2016, se reveló que Red Lobster había estado sustituyendo la langosta por el langostino, que es menos caro.