El número de individuos que experimentan enfermedades mentales en todo el mundo sigue creciendo. Caracterizadas por lo que la gente experimenta en su mente, pero a veces implicando síntomas físicos, y su bienestar emocional, la causa de muchos trastornos de salud mental está aún por descubrir. Sin embargo, muchos de los síntomas se comprenden científicamente.
A continuación encontrará un resumen de alto nivel de las enfermedades mentales más comunes, así como de los tratamientos habituales. La lista no es en absoluto exhaustiva, sino que pretende ser una guía de las enfermedades más frecuentes, algunas de las cuales pueden presentarse simultáneamente.
Depresión
La depresión, que afecta a unos 300 millones de personas, es el trastorno mental más común y suele afectar más a las mujeres que a los hombres. Suele caracterizarse por la pérdida de interés o placer, tristeza general, sentimientos de culpa o baja autoestima, dificultad para conciliar el sueño, cambios en el patrón de alimentación, agotamiento y falta de concentración. La depresión no surge simplemente como resultado de un «exceso» o «defecto» de sustancias químicas cerebrales, en concreto de serotonina, como se suele describir. Más bien, varias fuerzas como la genética, los acontecimientos de la vida, los problemas médicos y los medicamentos pueden provocar la enfermedad.
Debido a que la depresión puede presentarse tanto de forma duradera como recurrente, la depresión puede interferir gravemente en la capacidad de una persona para funcionar en el trabajo o la escuela y puede tener un impacto negativo en las relaciones. En su estado más grave, la depresión puede llevar a pensamientos y acciones suicidas. Para tratar eficazmente la depresión en algunos casos, la terapia cognitivo-conductual, la psicoterapia y la medicación antidepresiva pueden ser valiosas.
Ansiedad
No es infrecuente que una persona que experimenta una depresión tenga también ansiedad (y viceversa), un trastorno que afecta a 40 millones de adultos en Estados Unidos, o al 18,1 por ciento de la población, cada año. Los trastornos de ansiedad se desarrollan a partir de una multitud de factores, como la genética, la química del cerebro y los acontecimientos de la vida, y aunque se trata de una enfermedad altamente tratable, sólo el 36,9% de las personas que viven con ansiedad buscan realmente un tratamiento y, en última instancia, acceden a él. La psicoterapia y la medicación desempeñan un papel importante para ayudar a controlar y manejar los síntomas de la ansiedad, .
Trastorno afectivo bipolar
Esta enfermedad afecta a aproximadamente 60 millones de personas en todo el mundo y comprende tanto episodios maníacos como depresivos, a veces interrumpidos, y a veces con momentos de estado de ánimo «normal» o estabilizado. Los episodios maníacos pueden contener un estado de ánimo elevado o irritable, hiperactividad, autoestima inflada y falta de deseo de dormir. La hipomanía es una forma menos grave de manía. Los episodios depresivos suelen caracterizarse por sentimientos de extrema tristeza, desesperanza, poca energía y problemas para dormir. Aunque la causa de la bipolaridad no se conoce del todo, una mezcla de factores genéticos, neuroquímicos y ambientales puede desempeñar un papel en la progresión de la enfermedad, que puede tratarse mediante medicación y apoyo psicosocial.
Esquizofrenia y otras psicosis
La psicosis, incluida la esquizofrenia, es una enfermedad mental grave que afecta a unos 23 millones de personas en todo el mundo y se caracteriza por distorsiones en el pensamiento, la percepción, las emociones, el sentido del yo y el comportamiento. Quienes padecen estas enfermedades pueden experimentar alucinaciones y delirios a partir del final de la adolescencia o el principio de la edad adulta, lo que dificulta el trabajo, los estudios o la interacción social. Debido a la estigmatización y la discriminación, muchos de los que padecen estas enfermedades mentales no tienen acceso a un apoyo sanitario y social adecuado (lo que a veces lleva a la inseguridad de la vivienda), que podría ayudar a tratar el trastorno.
Demencia
La demencia es generalmente de naturaleza crónica o progresiva y supone un deterioro de la función cognitiva más allá del envejecimiento normal, afectando a unos 50 millones de personas en todo el mundo. Desde la memoria, la orientación y el pensamiento, hasta la comprensión, el cálculo y el lenguaje, el declive de la función cognitiva suele ir acompañado de un deterioro del control emocional y social. La demencia está causada por una serie de enfermedades que afectan al cerebro, y actualmente no hay cura disponible, pero hay tratamientos paliativos diseñados para aliviar el sufrimiento y la confusión de quien la padece.
Las enfermedades de salud mental son un problema global que toca a casi todas las personas de alguna manera – y éstas son sólo algunas de las más comúnmente documentadas. Aunque cada situación es única, hay opciones de tratamiento y recuperación disponibles para ayudar a una persona a conseguir fuerza y apoyo. Tomarse el tiempo necesario para reconocer los síntomas y obtener un diagnóstico preciso puede ayudar a determinar el tratamiento más adecuado, ya sea una intervención farmacéutica o un plan de tratamiento que incluya psicoterapia con un terapeuta autorizado.