La leche condensada es un ingrediente esencial en una tarta de lima perfectamente cremosa, en un pastel de tres leches súper húmedo y en algunas bebidas dulces de café y té. Suele venderse en latas pequeñas en el pasillo de repostería del supermercado. Cuando hagas la compra, asegúrate de que estás comprando leche condensada azucarada y no leche evaporada.
Hacer tu propia leche condensada azucarada es rápido y fácil. Si alguna vez te has encontrado con una receta que pide leche condensada sólo para ser frustrado por un estante de la despensa vacía, necesitas esta receta. Prepara una tanda de leche condensada en cinco minutos y utilízala para hornear o hacer dulces. Sólo necesita cuatro ingredientes y una batidora. La mantequilla sustituye a la grasa eliminada de la leche en polvo para obtener un resultado final cremoso y rico.
La leche condensada (también conocida como leche evaporada) es leche a la que se le ha eliminado la mayor parte del agua, y la leche condensada azucarada significa que se ha añadido azúcar a la leche condensada. La leche condensada tiene los mismos beneficios para la salud que la leche, pero puede conservarse durante años en la despensa si no se abre.
Puedes utilizar la leche condensada azucarada como sustituto de la leche en tu café diario -sólo recuerda que estará previamente endulzada. También es un ingrediente clave en el rico y refrescante té helado tailandés y en el café vietnamita, y también se puede utilizar en recetas de postres.