Encontrar los movimientos adecuados para tu cuerpo cambiante puede convertir el «ay» en «ahhh».
Náuseas, dolor de espalda, dolor de pubis, postura debilitada, ¡la lista continúa! El embarazo es un viaje increíble y gratificante, pero tu cuerpo pasa por muchos cambios en el camino.
El dolor de espalda puede presentarse de muchas formas diferentes y afectar a la zona lumbar, la articulación sacroilíaca y la parte superior de la espalda. El aumento de la hormona relaxina y el ajuste de su cuerpo (y el del bebé) a medida que se acerca el nacimiento contribuyen a que su pelvis se desplace y se sienta diferente.
En mi segundo embarazo descubrí rápidamente que mi pelvis se estiraba y se desplazaba aún más que durante mi primer embarazo, lo que provocaba dolores agudos en la zona lumbar y la parte delantera de la pelvis. Esto ocurría en diferentes momentos, sobre todo a partir del inicio del segundo trimestre.
Al hacer Pilates y fitness durante muchos años, pensé: «¡Eh, ya lo tengo!». Sin embargo, había una trampa.
Verás, en mi enseñanza habitual aconsejaba a las clientas que fortalecieran sus glúteos, su núcleo y su postura y que hicieran algunos estiramientos específicos para ayudar a este problema (una vez que hubieran establecido por parte de un médico o fisioterapeuta la condición exacta).
Pero en el embarazo, cuando esto realmente se agudizó para mí, los ejercicios regulares de glúteos me causaron más dolor debido al cizallamiento y el movimiento de la zona del coxis. Además, no podía trabajar mi núcleo, excepto mi suelo pélvico, ya que el trabajo del núcleo durante el embarazo no se recomienda.
Y muchos de los ejercicios de fortalecimiento de la espalda y estiramientos en los que normalmente confiaba se hacían tumbada sobre la barriga o en otras posiciones no propicias para el embarazo!
Así que empecé a explorar más el movimiento y a modificar lo que sabía que podía funcionar para llegar a ejercicios seguros para el embarazo para ayudar a este dolor de espalda.
Siempre que sea posible te recomiendo que hagas todos estos ejercicios en las cuatro categorías (parte superior de la espalda, pelvis, parte inferior de la espalda, glúteos) para asegurarte de que estás dando a tu cuerpo la mejor oportunidad de ganar fuerza y aliviar el dolor de forma holística. El dolor de espalda necesita ser tratado pensando en las áreas circundantes, no sólo en el área con dolor.
Si eso no es siempre posible, también puede elegir lo que le parece bien en diferentes días. El movimiento suave y los estiramientos apropiados en la mayoría de los casos se sentirán mejor que no hacer nada.
Le sugiero que visite a su médico o fisioterapeuta, preferiblemente alguien que se especialice en el embarazo, para comprobar su pelvis y su fuerza general con el fin de asignarle ejercicios específicos para sus necesidades.
Aquí tienes mi selección de ejercicios para el dolor de espalda basados en Pilates que pueden ayudarte durante el embarazo. Se pueden realizar durante todos los trimestres.