Mark Merrills Blog

perdón

Pedir perdón nunca es una tarea divertida, pero es una que fortalece una relación. Se necesita humildad para admitir a otra persona que se equivocó y pedirle perdón. Todos cometemos errores y decimos cosas que desearíamos retirar o hacemos cosas que desearíamos deshacer. Cada vez que eso sucede, necesitamos buscar inmediatamente el perdón de la persona a la que hemos herido.

Así que sigue las tres A de una verdadera disculpa la próxima vez que necesites arreglar las cosas con alguien en tu vida: reconocer, pedir y actuar.

Reconocer lo que hiciste mal

La primera A de una verdadera disculpa es reconocer. Reconoce lo que hiciste mal sin poner ninguna excusa. Y eso significa que no hay «peros». No puedo decirte cuántas veces cuando he hablado con mi esposa tengo una excusa o un «pero» incrustado en mi disculpa. Le he dicho a mi esposa: «Susan, ¿sabes qué? Me equivoqué al hablarte así, pero si hubieras hecho lo que te pedí, no me habría enfadado tanto». Esa es la forma incorrecta de disculparse. Cambiar o compartir la culpa no demuestra humildad y sólo empeorará las cosas.

Pide perdón

La segunda A es pedir perdón. Una vez que hayas reconocido que te equivocaste, pide perdón sin ninguna condición en absoluto, ni siquiera la expectativa de que la otra persona te perdone. Céntrate en tu propia responsabilidad en el asunto, no en la de los demás. Di esto: «Me he equivocado, por favor, perdóname». Y punto. No hay que añadir nada.

Toma medidas

La tercera y última A para pedir perdón es pasar a la acción. Tomar acción y comprometerse con esa persona a que no volverá a ocurrir -y luego asegurarse de que no ocurra. Esto es lo que hace que disculparse y pedir perdón sea efectivo. Nuestras acciones y actitudes deben hablar tan fuerte como nuestras palabras. Si seguimos cometiendo el mismo error una y otra vez, nuestras disculpas empezarán a sonar vacías. Depende de ti cambiar y crecer, tanto por el bien de la otra persona como por el tuyo propio.

Así que ahora ya conoces los tres aspectos de una verdadera disculpa: reconocer lo que hiciste mal, pedir perdón sinceramente y tomar medidas para cambiar.

Recuerda que aunque la otra persona acepte tus disculpas y te conceda el perdón, no puedes esperar que las cosas mejoren de inmediato. Una vez más, su disculpa debe ser dada sin expectativas en la otra persona. Puede que las cosas pequeñas se superen rápidamente, pero puede pasar tiempo hasta que alguien vuelva a sentirse agraviado. El hecho de que alguien te perdone no significa que confíe inmediatamente en ti. La confianza debe ganarse. Así que ten paciencia y céntrate en tu propio crecimiento. El tiempo demostrará que estás cambiando y que eres sincero en cuanto a no querer volver a herir a esa persona.

Si alguien te ha hecho daño y te cuesta perdonarle, quizá quieras leer este post sobre cómo perdonar: El perdón: No es lo que piensas

Cuando haces daño a alguien, ¿cómo le pides perdón? Alguna vez luchas con alguna de las tres As? Por favor, comparte tu historia a continuación.

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