Ponga el agua a hervir. Retirar del fuego y dejar reposar el agua durante 1 minuto. Colocar la harina en un bol grande y hacer un pozo en el centro. Verter 3/4 de taza de agua caliente y el aceite de sésamo en el pozo y remover con una cuchara de madera hasta que se incorpore bien a la harina. Añadir más agua a cucharadas (según sea necesario) para que la masa se una. Habrá pequeños grumos, pero la masa no debe ser pegajosa. Unir suavemente la masa caliente en el bol amasando los trozos hasta obtener una masa grande. (Alternativa: si se utiliza un robot de cocina, colocar la harina en el bol y encender la máquina. Añadir el agua caliente y el aceite a la harina en un chorro fino y constante hasta que todo esté incorporado. Detener inmediatamente el robot de cocina y comprobar que la masa se ha unido y es suave y flexible. Si está demasiado seca, añada agua a cucharadas, pulsando el procesador de alimentos hasta que la masa se una.)
Dé vuelta a la masa en una superficie de trabajo y amase hasta obtener una masa uniforme, suave y lisa; entre 30 segundos y un minuto para la masa hecha a máquina y entre 2 y 3 minutos para la masa hecha a mano. La masa será suave, elástica y se sentirá muy densa pero flexible. No debe ser pegajosa en absoluto y debe rebotar lentamente cuando presione su dedo en ella, dejando una impresión poco profunda de su dedo.
Envuelva la masa en una envoltura de plástico o colóquela en una bolsa de plástico resellable. Deje que la masa repose durante al menos 15 minutos y hasta 3 horas a temperatura ambiente. En este punto puede hacer sus envolturas o refrigerar su masa hasta 2 días. Antes de usarla, deje que su masa se caliente a temperatura ambiente, ya que será más fácil de manipular.
Para hacer las envolturas, enrolle la masa hasta que tenga un grosor de 1/8 de pulgada. Corte en rondas usando un cortador redondo de 4 pulgadas. Utilícelos inmediatamente para montar los dumplings.
—
De Waste Not: How to Get the Most from Your Food por The James Beard Foundation/Rizzoli Publishing.