12 de noviembre de 2019
Imagina un lugar en el que no nace un bebé cada minuto, sino 4 cada segundo.
La crianza en Femenino Primero
No hace falta imaginar demasiado, ese es el mundo en el que vivimos. El popular programa de televisión tiene firmemente arraigado en la conciencia de la nación que sólo «nace uno cada minuto». Pero, ¿sabías que nacen más bien 4 cada segundo en todo el mundo, es decir, 265 cada minuto?
La población mundial asciende actualmente a 7.700 millones de personas, a las que añadimos unos 265 bebés por minuto. A este ritmo, se espera que la población siga aumentando y llegue a los 8.000 millones en 2023 y a los 10.000 millones en 2050. Cada año nacen unos 130 millones de bebés en todo el mundo. Una cifra tan grande significa muy poco para la mayoría de la gente; cuando se observa el contador de la tasa de natalidad mundial diseñado por la empresa de recogida y almacenamiento de sangre de cordón umbilical Smart Cells, la cifra es mucho más fácil de visualizar.
Al abrir la página, un contador empieza a trazar las tasas de natalidad de cada continente por segundos en tiempo real, destacando cómo en algunas zonas, como el África subsahariana, nace un bebé con más frecuencia que cada segundo: 72 por minuto. El continente con la tasa de natalidad más baja podría sorprenderle: La población total de América del Norte es una cifra para no reírse -casi 362 millones- y, sin embargo, su tasa de natalidad es sorprendentemente pequeña: sólo nacen 11,64 bebés por cada 1.000 miembros de la población, frente a los 22,22 de Oriente Medio y el Norte de África, cuya población asciende a 444 millones, el siguiente tamaño poblacional más cercano.
Estas cifras pueden interesar a muchos, pero lo que más puede chocar es el impacto que cifras como estas tienen en las mujeres embarazadas y las nuevas madres de todo el mundo. El acceso a la atención prenatal y a la presencia de personal cualificado en los partos está disminuyendo en el sur de Asia y en el África subsahariana, donde sólo el 58% de los partos en este último país son atendidos por profesionales sanitarios cualificados y sólo el 79% de las mujeres en el primero reciben atención prenatal. Esto contrasta con el 99% y el 100%, respectivamente, en América del Norte. Esto supone que millones de mujeres embarazadas de todo el mundo no tienen acceso a una atención adecuada a sus necesidades, y que el 50% de las mujeres de todo el mundo no reciben el nivel de atención recomendado durante el embarazo. Se sugiere que, en parte debido a la atención inadecuada durante el parto, se estima que 303.000 madres y 2,5 millones de recién nacidos murieron en el primer mes de vida en 2017.
Destacar estas cifras es en tiempo real es importante para ayudar a la gente a entender el efecto que la disparidad en la atención sanitaria tiene en los países menos desarrollados. Una de las cifras más impactantes que presenta el contador es la estrecha relación que parece tener el porcentaje de niños con anemia con la falta de acceso a la atención sanitaria prenatal. En zonas como el África subsahariana, donde el 60% de los niños menores de 5 años padecen anemia, sólo el 58% de estos nacimientos fueron atendidos por personal sanitario cualificado; en el sur de Asia, la cifra asciende al 55% de los niños con anemia y sólo el 79% de las mujeres embarazadas tienen acceso a la atención prenatal. La anemia es la afección sanguínea más común, pero Shamshad Ahmed, director general de Smart Cells, explica que «la terapia con células madre puede ayudar a aliviar los síntomas de la anemia al potenciar la producción de glóbulos rojos sanos»
Continúa:
«Los avances en medicina, saneamiento y producción de alimentos han contribuido a que el número de habitantes aumente más rápidamente a partir del siglo XX. Sin embargo, los expertos creen que el crecimiento de la población alcanzará su punto máximo en los próximos 100 años. Recientemente, los activistas, las celebridades y la Familia Real han destacado el efecto negativo que tiene el aumento de la población en nuestro planeta. Los expertos creen que limitar la familia a uno o dos hijos puede ayudar a estabilizar el crecimiento de la población a un nivel que no suponga tanta presión sobre los recursos naturales de nuestro planeta. Es difícil imaginarse la población mundial y los nacimientos hasta que se ve en cifras».
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