Incluso después de seguir un programa de dieta y ejercicio y eliminar la mayor parte de la grasa extra, muchas personas todavía no están contentas con la apariencia de su vientre o sección media. Esta es una de las quejas más comunes que escuchamos como cirujanos plásticos.
Los pacientes comúnmente están más frustrados con el hecho de que no importa cuánto ejercicio hagan o cuán estricta sea su dieta, parece que no pueden conseguir un vientre plano. Hay muchas explicaciones posibles por las que este escenario es tan común. Por ejemplo, la maternidad o la obesidad previa pueden estirar los tejidos abdominales hasta el punto de que la simple quema de grasa no puede crear un vientre plano. Otras personas pueden tener una mala distribución de la grasa determinada genéticamente, lo que hace muy difícil crear un contorno bonito con la pérdida de grasa generalizada o incluso con la que se produce sólo con dieta y ejercicio. En muchos de estos casos, la cirugía de contorno corporal puede ser la única opción para obtener el resultado deseado, pero la pregunta sigue siendo: ¿cuál es el procedimiento adecuado, una liposucción o una abdominoplastia?
Para los pacientes con exceso de grasa o bolsas de grasa persistentes con buen tono de piel y una pared abdominal plana, la liposucción es el mejor tratamiento. Los mejores candidatos suelen estar dentro de los 6 kilos de su peso corporal ideal y no tienen un historial de pérdida de peso masiva o de embarazo. Las mujeres después del embarazo pueden ser buenas candidatas para la liposucción, pero lo más común es que la piel y la pared abdominal estén permanentemente estiradas y se mejoren con una abdominoplastia. La liposucción consiste en realizar pequeñas incisiones en la piel y aspirar el tejido graso situado entre la piel y la pared abdominal. La clave no es simplemente eliminar la mayor cantidad de grasa posible, sino esculpir la grasa en las proporciones adecuadas para crear una hermosa forma y figura tridimensional. Las zonas más habituales para la liposucción son el abdomen, las caderas, la cintura, la parte exterior e interior de los muslos y los brazos. Las ventajas de la liposucción incluyen una cicatriz mínima y un tiempo de inactividad corto.
Si hay piel abdominal suelta o una pared abdominal estirada, la liposucción por sí sola no es el mejor tratamiento. La liposucción realizada en una zona con piel suelta provocará aún más laxitud y caída de la piel. Para tratar no sólo la capa de grasa, sino también la piel y la pared abdominal, es necesario realizar una abdominoplastia. La abdominoplastia consiste en hacer una incisión en la línea del bikini, de cadera a cadera, y levantar la piel y la grasa de la pared abdominal. El exceso de piel se tira hacia abajo y se elimina. Con la pared abdominal expuesta, se utilizan puntos de sutura para tensar la pared abdominal. Esta sutura se asemeja al efecto de una faja y suele ser necesaria para reparar el estiramiento que se produce con la maternidad o la obesidad mórbida. Además de mejorar la piel y la pared abdominal, la liposucción suele incluirse con una abdominoplastia para tratar la capa de grasa y proporcionar una mejora más completa del contorno.
Para determinar si el contorno corporal es adecuado para usted y qué procedimiento le proporcionaría la mejora óptima del contorno abdominal, busque una consulta con un cirujano plástico certificado. El Dr. Dino Elyassnia es un cirujano plástico certificado en el Área de la Bahía de San Francisco que se especializa en cirugía plástica estética, incluyendo procedimientos de contorno corporal. Después de una discusión de sus objetivos y un examen cuidadoso que evalúa la piel, la grasa y las capas de la pared abdominal, el Dr. Elyassnia le ayudará a decidir si la cirugía de contorno corporal le ayudará a lograr la figura que desea.
Dino R, Elyassnia, MD, PC
Cirujano Plástico Certificado