Piense en la última vez que se golpeó el codo contra algo duro y sintió que se le adormecía toda la parte inferior del brazo-o imagine que se sienta en una posición durante demasiado tiempo y se le «duerme» el pie. En ambas situaciones, se pellizcó un nervio sensible y usted sintió el dolor después. Pellizcar o comprimir un nervio durante un periodo de tiempo prolongado puede provocar daños graves y potencialmente permanentes. Esta es la preocupación con los neuromas.
Nervios del pie extenuados
Los neuromas son pequeñas ampliaciones del tejido nervioso que se desarrollan cuando el tejido se comprime o se irrita, especialmente durante un período de tiempo. El nervio se hincha y empieza a fallar, creando dolor. Pueden desarrollarse en cualquier parte, aunque el lugar más común en el pie es entre los metatarsianos, donde la presión de los huesos y los tejidos blandos puede pellizcar o atrapar fácilmente un nervio.
Esta inflamación nerviosa en particular se llama neuroma de Morton, y suele estar entre el tercer y el cuarto dedo del pie. Se acaba con un dolor de quemazón, hormigueo o dolor en la parte delantera del pie, especialmente en la zona y los dedos donde está el nervio dañado. También es posible que se produzca un entumecimiento en esa zona. A veces se hincha el espacio entre los dedos del pie. Por lo general, el dolor empeora cuando se ejerce presión sobre la bola del pie y luego disminuye con el descanso.
La fuente de irritación
Cualquier cosa que dirija la presión a la bola del pie podría potencialmente causar el desarrollo de neuromas. Por lo general, los arcos altos o planos no absorben los golpes ni distribuyen bien el peso del cuerpo. Esto puede provocar inestabilidad en las articulaciones de los dedos que luego pellizcan los nervios. Los zapatos inadecuados que aprietan los dedos o la bola del pie también pueden comprimir los nervios. Los tacones altos obligan a desplazar el peso hacia delante, de modo que la bola del pie soporta la mayor parte, lo que puede irritar el tejido nervioso. El estrés repetitivo y los traumatismos repentinos también pueden agravar los nervios y provocar un engrosamiento e inflamación.
Disminuir y aliviar el dolor
Independientemente de cómo se haya desarrollado el problema, necesitas tratamiento. Los nervios son muy sensibles, y cualquier daño a ellos puede llegar a ser permanente si se deja sin tratar durante mucho tiempo. Nuestro personal de podología en Martin Foot and Ankle examinará sus extremidades inferiores cuidadosamente para localizar cualquier neuroma y determinar la gravedad. Podemos utilizar imágenes de diagnóstico y otras pruebas para descartar otras condiciones. A continuación, le ayudaremos a iniciar un tratamiento específico para aliviar el dolor.
El paso más importante es reducir la presión sobre el nervio pinzado. Esto puede significar el acolchado de la parte delantera del pie para añadir una amortiguación adicional bajo la zona sensible, o la adición de apoyo bajo su arco para que haya menos presión en la bola del pie. Es posible que tengas que cambiar de calzado. Evite los modelos con punteras estrechas o puntiagudas, y mantenga los tacones a menos de cinco centímetros de altura.
También reduzca o descanse las actividades repetitivas y de fuerte impacto. Esto le da a su pie tiempo para recuperarse. También podemos recomendar medicamentos antiinflamatorios. En raras ocasiones, estos métodos no son suficientes para aliviar sus molestias. La cirugía para descomprimir o incluso extirpar el nervio dañado puede ser entonces su mejor opción.
Los neuromas son problemas dolorosos que pueden provocar dolor crónico y daños en los nervios. Necesitan una atención rápida para que los esfuerzos conservadores marquen la diferencia. No espere hasta que la cirugía sea su única opción para el alivio. Deje que Martin Foot and Ankle le ayude. Póngase en contacto con nuestras oficinas de podología en Lancaster, Lititz, York y Hanover, PA, para una cita. Utilice el sitio web o llame al (717) 757-3537 para comunicarse con nosotros.