Las historias sobre la resistencia a los antibióticos suelen centrarse en el SARM (S. aureus ), un tipo de infección cutánea por estafilococo que ha desarrollado una resistencia al antibiótico tradicionalmente utilizado para tratarla. Sin embargo, el hecho de que los medios de comunicación destaquen con frecuencia las infecciones por SARM no significa que la forma de la infección sensible a los medicamentos sea menos peligrosa, especialmente entre uno de los grupos demográficos más vulnerables: los bebés.
La bacteria estafilococo es relativamente inofensiva y le gusta vivir en la piel o en el interior de la nariz de los huéspedes sanos. En los adultos, la infección puede ser más grave cuando se extiende a otras partes del cuerpo, como los pulmones, la sangre y el corazón. Las infecciones por MMSA (S. aureus sensible a la meticilina), el tipo más común de infecciones por estafilococo, son tratables con meticilina. Sin embargo, según un estudio reciente, los médicos no deberían subestimar los peligros que estas infecciones suponen para el sistema inmunitario en desarrollo de los bebés y los recién nacidos.
El informe estima que cada año, alrededor de 5.000 bebés contraerán infecciones graves por estafilococo. De esos bebés, alrededor del 10% morirá. Aunque las tasas de mortalidad por MMSA y MRSA son relativamente iguales (10% frente a 12%), el informe reveló que las infecciones por MMSA son casi dos veces más comunes entre los bebés. Dado que los protocolos hospitalarios actuales sólo exigen un cribado intensivo de las infecciones resistentes a los medicamentos entre los recién nacidos, los investigadores esperan que sus hallazgos impulsen a los profesionales médicos a ampliar esta práctica para incluir cribados de todas las cepas de estafilococo, informó Time.
«Si no se detectan y tratan a tiempo, las infecciones invasivas del torrente sanguíneo con estafilococos de tipo corriente pueden causar tanto daño en el cuerpo de un recién nacido como las formas resistentes a los antibióticos», dijo el investigador principal Aaron Milstone en un comunicado.
La forma en que un bebé nace también podría afectar a su probabilidad de contraer una infección por estafilococo. Aunque el útero es estéril, todos los bebés adquieren un conjunto único de bacterias, conocido como microbioma, al nacer. Esto les ayuda a protegerse del mundo exterior lleno de gérmenes. Sin embargo, la revista Discovery informó que el tipo de bacterias presentes en el microbioma de los recién nacidos depende del método de parto.
Los bebés que nacen por vía vaginal terminan con un microbioma diverso que se asemeja más a los de la vagina de su madre. Algunos expertos especulan que este conjunto único de bacterias actúa como una defensa contra la enfermedad al limitar la colonización de bacterias más dañinas. Los bebés nacidos por cesárea, por su parte, obtienen un conjunto de bacterias menos diverso que se compone de más cepas bacterianas del entorno hospitalario, como los estafilococos. Quizás esto explique por qué las infecciones por estafilococo son más comunes en los bebés nacidos por cesárea.