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Los gatos suelen mostrar un aplomo extraordinario; podría decirse que son los bailarines de ballet del reino animal. Por lo tanto, es especialmente preocupante para un padre de mascotas ver a su gato perder repentinamente todo el sentido del equilibrio y la coordinación. Estamos hablando de la enfermedad vestibular en los gatos. Afortunadamente, esta condición es poco común, pero es importante que los padres de gatos reconozcan los signos.

Entonces, ¿qué es la enfermedad vestibular en los gatos?

Para el profano, la enfermedad vestibular en los gatos parecerá similar al vértigo en los seres humanos. El aparato vestibular -situado en lo más profundo del oído interno- es el responsable de mantener el equilibrio del gato, así como su sentido de la orientación y la dirección. Cualquier alteración de este aparato alterará el equilibrio de su gatito.

La buena noticia es que la enfermedad vestibular en los gatos suele ser inofensiva y de corta duración. Pero en algunos casos, puede ser un signo de problemas subyacentes más graves que requieren atención veterinaria.

Signos y síntomas

Hay algunos síntomas abruptos (y aterradores) que pueden acompañar a la enfermedad vestibular en los gatos, incluyendo los siguientes:

  • Caer o dar vueltas hacia un lado
  • Incoordinación
  • Revolcarse en el suelo
  • Ojos que van de un lado a otro (nistagmo)
  • Aguas vocalizaciones
  • Cabeza inclinada hacia un lado
  • Vómitos
  • Los síntomas pueden variar desde los leves (un gato que parece ligeramente desequilibrado) hasta los graves (no puede mantenerse en pie en absoluto). Nota: Esta condición es diferente de la hipoplasia cerebelosa felina («síndrome del gato tambaleante»), con la que un gato nace y no se puede curar.

    ¿Qué causa la enfermedad vestibular en los gatos?

    No hay una única causa común para la enfermedad vestibular en los gatos. Los gatos de cualquier edad, sexo y raza pueden desarrollarla. Las posibles causas de la enfermedad van desde la inflamación o las infecciones bacterianas hasta las reacciones a los fármacos, los tumores, el cáncer, etc. Pero según el Centro de Salud Felina de Cornell, «en la mayoría de los casos, la causa de la disfunción vestibular permanecerá desconocida y puede ser referida, por lo tanto, como síndrome vestibular idiopático.»

    Problemas subyacentes

    Es importante tener en cuenta que si su gato ha desarrollado problemas de equilibrio o coordinación, puede haber otras condiciones graves para culpar:

    • Pólipos, infecciones o tumores en el canal auditivo
    • Encefalitis causada por PIF y otras enfermedades
    • Síndrome hiperosmolar hiperglucémico causado por la diabetes
    • Lipidosis hepática, alias «hígado graso»
    • Toxicidad por drogas, como la exposición a rodenticidas, marihuana, sobredosis de sal, etc.
    • Enfermedad o traumatismo de la médula espinal
    • Rabia
    • Incluso si los síntomas de su gato parecen leves y pasan rápidamente, debe hablar con su veterinario. Es posible que quieran examinar a su gatito teniendo en cuenta las posibles preocupaciones anteriores.

      Diagnóstico y tratamiento

      No hay una prueba única para diagnosticar la enfermedad vestibular en los gatos. Los veterinarios suelen realizar un examen físico exhaustivo, que incluye análisis de sangre y orina, así como un examen auditivo completo que explora los oídos del gato en busca de signos de infección, inflamación o tumores. También pueden realizar resonancias magnéticas, radiografías del cráneo y análisis del líquido cefalorraquídeo para los casos más graves.

      El tratamiento de la enfermedad depende de si el veterinario puede determinar una causa subyacente. En el caso del síndrome vestibular idiopático -en el que se desconoce la causa- el tratamiento puede incluir la prescripción de medicamentos contra las náuseas y cuidados de apoyo, como la alimentación asistida y la administración de líquidos. Conviene mantener a su gato en una zona blanda y bien acolchada donde no pueda hacerse daño si se cae. Si su gato es incapaz de ponerse de pie, es posible que tenga que llevarle la comida y el agua y llevarle a la caja de arena mientras se recupera.

      Afortunadamente, la enfermedad vestibular en los gatos suele resolverse por sí sola. Los síntomas suelen empezar a mejorar en 1 a 3 días, y la mayoría de los gatos se recuperan por completo en 2 a 3 semanas.

      Aunque la enfermedad vestibular en los gatos es poco común, es importante ser consciente de sus signos. En caso de duda, llame a su veterinario para que le aconseje.

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