Tratamiento no quirúrgico
Se han utilizado tratamientos no quirúrgicos para tratar los tumores desmoides con resultados dispares.
Observación. Dado que algunos tumores desmoides crecen lentamente e incluso pueden reducirse, la primera línea de tratamiento suele ser la observación cuidadosa a lo largo del tiempo. Durante las visitas regulares a su médico, se utilizarán estudios de imagen y otras pruebas para comprobar los cambios en el tumor.
Radiación. La radioterapia puede destruir las células cancerosas y reducir los tumores. En algunos casos, los tumores desmoides pueden tratarse con éxito sólo con radioterapia. En otros casos, la radioterapia se utiliza junto con la cirugía. Los tratamientos de radiación suelen comenzar dos semanas después de la intervención quirúrgica.
La radioterapia suele utilizarse sólo si el paciente ha alcanzado la madurez del esqueleto. Existen riesgos asociados a la radiación, como la fibrosis, la necrosis cutánea, la rigidez articular, la osteonecrosis, la alteración del cartílago de crecimiento y el daño neurovascular. En algunos casos, la radiación puede promover el crecimiento de tumores cancerosos o sarcomas.
Los tumores desmoides tratados con una combinación de cirugía y radiación o con radioterapia sola pueden reaparecer.
Terapia hormonal. Se sabe que los desmoides tienen receptores de estrógeno. Esto significa que su crecimiento puede ser estimulado por la hormona estrógeno. Los fármacos que bloquean la estimulación hormonal del tumor pueden ser eficaces para controlar su crecimiento.
Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Medicamentos como el ibuprofeno y el naproxeno, así como un tipo especial de AINE llamado inhibidor de la COX-II, pueden ser eficaces en el tratamiento de los tumores desmoides.
Quimioterapia. Las dosis bajas de fármacos quimioterapéuticos son eficaces en el tratamiento de los desmoides. Sin embargo, el uso a largo plazo de estos fármacos es difícil debido a sus efectos acumulativos en el organismo.
Otros tratamientos no quirúrgicos. La ablación por radiofrecuencia, en la que se calienta el tumor con una corriente eléctrica de alta frecuencia, así como la inyección directa del tumor con productos químicos irritantes (por ejemplo, ácido acético), también han demostrado ser prometedores en el tratamiento de los tumores desmoides.