Todos los padres quieren criar a un niño que respete su propio cuerpo y el espacio personal de los demás. El post de Instagram de una mamá la semana pasada se hizo viral justamente por abordar un método único para enseñar estos valores desde la edad más temprana.
Nisha Moodley, entrenadora de liderazgo femenino y oradora inspiradora, compartió en Instagram una foto de ella misma tumbada en la cama con su hijo Raven, de 6 meses, escribiendo que le pide permiso antes de levantarlo.
«Desde el momento en que nació, siempre le preguntamos antes de levantarlo», subtituló en un post de Instagram que ya se ha hecho viral. «¿Por qué? Porque queremos que sepa que su cuerpo es suyo, y que los cuerpos de los demás son suyos, y nadie puede tomar decisiones sobre el cuerpo de otra persona».»
Moodley explicó más tarde a Yahoo Beauty por qué pide el consentimiento. «No quiero que mi hijo sea nunca un agresor sexual o la víctima de uno, y lo mejor que puedo hacer es honrar sus decisiones sobre su propio cuerpo. También quiero que preste atención a sus instintos, y forzar el contacto físico podría interferir con eso», dijo.
¿Cómo sabe que su bebé quiere ser cogido? Ella lo explicó así al reportero de Yahoo: «Ha habido veces en las que Raven ha respondido extendiendo los brazos para que le abrace o girando la cabeza o el cuerpo hacia otro lado. Si parece que Raven no quiere que le toquen, simplemente le explico a la persona: ‘Dale unos minutos, puede que ahora quiera a mamá'»
Aunque Moodley no lo ha dicho explícitamente, algunos artículos de los medios de comunicación han vinculado su opción de crianza sin manos con el movimiento de crianza RIE (Resources for Infant Educarers).
Moodley no ha respondido a las repetidas peticiones de WhatToExpect.com para que comentara y desactivó los comentarios en su post de Instagram este fin de semana. Ella incluyó una adenda explicando por qué. «Cientos de personas sólo vinieron aquí a llamarme con nombres desagradables & desear cosas terribles a mi & mi hijo. No estoy interesada en participar en ese tipo de vitriolo inmaduro e irreflexivo, aunque sea para borrarlo», escribió.
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Moodley explicó además que no es que nunca toque a su bebé sin su consentimiento explícito y que nunca lo dejaría en peligro. Su elección es personal, explicó, una elección que cree que ofrece a su hijo una sensación de control sobre su propio cuerpo.
«Creo que cuando los niños sienten que tienen *alguna opción apropiada*, conduce a un mayor sentido de autonomía saludable. Quiero que tome decisiones saludables con su cuerpo & respeta también el de los demás», escribió Moodley. «Mientras no estemos dañando o descuidando a nuestros hijos, cada uno a lo suyo. No soy un padre perfecto. Simplemente trabajo para ser lo más cariñoso & consciente que puedo ser, cada día.»
Entonces, ¿qué es la crianza RIE?
Creada en la década de 1940 por Magda Gerber, que impartía seminarios de paternidad desde su casa en Los Ángeles, la teoría RIE ha ido creciendo en popularidad en los últimos años, posiblemente como una reacción a la llamada «paternidad helicóptero», o sea, a la sobrepromoción y el exceso de mimos a los niños. Al parecer, la siguen famosos como Tobey Maguire, Penélope Cruz, Helen Hunt y Felicity Huffman.
Según el sitio web oficial de la RIE, la teoría RIE significa «tratar incluso al bebé más pequeño como un ser humano único, no como un objeto». Los padres que siguen la crianza RIE confían en sus bebés y los observan cuidadosamente para intuir sus comunicaciones y necesidades. Los bebés disponen de mucho tiempo de juego ininterrumpido para explorar su entorno natural y aprender nuevas habilidades por sí mismos. Eso significa que, en lugar de saltar al rescate, los padres RIE «educadores», como se les conoce, ofrecen sólo la ayuda suficiente para que los bebés «dominen sus propias acciones». Los padres dejan que los bebés luchen un poco, para ayudarles a entender la acción y la consecuencia.
Con las actividades diarias, los padres también «animan incluso al bebé más pequeño a convertirse en un participante activo en lugar de un receptor pasivo.» Esto significa que los padres informan a sus bebés, por ejemplo, de que están a punto de cambiarles los pañales o de que los van a coger antes de hacerlo.
¿Es la crianza RIE segura, y realmente funciona?
La doctora Lisa Asta, pediatra en Walnut Creek, California, dice que en los primeros 12 meses de vida, los bebés pasan por muchas etapas – lo que hace difícil hacer una declaración general sobre si se puede aplicar esta teoría de crianza y cómo. Sin embargo, hay algunos principios sobre el desarrollo infantil que no cambian, y los niños prosperan con el tacto, la fijación de límites y los límites claros.
A diferencia de los caballos o las vacas, que caminan desde el día en que nacen, los bebés humanos no andan a sus anchas explorando el mundo por sí mismos hasta muchos meses después. Hasta entonces, los bebés son relativamente indefensos. Experimentan el mundo a través de sus padres, lo que significa que dependen de ti para sobrevivir y nutrirse. «Se lo enseñamos hablándoles y estableciendo contacto visual para demostrarles que estamos ahí para ellos y presentes y que les queremos», explica Asta.
En los tres primeros meses de vida, los recién nacidos se están adaptando a los ritmos diarios de la vida fuera del útero, incluidos el día y la noche. Eso significa que, a diferencia de los adultos -que se ven completamente desorientados por el jet lag, por ejemplo-, los recién nacidos tienen un horario bastante irregular y sus cuerpos no han establecido hábitos para funciones básicas como comer y dormir. «Los padres pueden pasar por muchas cosas que un bebé necesita y no encontrar exactamente lo que es debido a su falta de un ritmo circadiano claro», dice. «Los recién nacidos necesitan saber en los tres primeros meses de vida que alguien va a estar ahí, de modo que si tienen una necesidad y lloran se les atiende o que alguien está ahí, porque son bastante indefensos»
A partir de los 4 meses de edad, la mayoría de los bebés se han asentado en un ritmo más regular. En este momento, los bebés sólo empiezan a comprender el lenguaje receptivo, y lo hacen a ritmos diferentes. Pero es ahora cuando los médicos suelen empezar a recomendar a los padres que expliquen a los bebés las acciones que realizan. «Nosotros, como pediatras, le decimos al bebé: ‘Ahora vamos a comer’, para ayudarle a saber lo que va a pasar después», dice. «Los padres deben hablar siempre con sus hijos. Los bebés prosperan con la previsibilidad».
A medida que los bebés crecen, la teoría del permiso se complica un poco más. Alrededor de los 9 meses de edad, muchos bebés comienzan a tener ansiedad por separación, donde temen a las personas nuevas, incluyendo a la familia y los amigos. En ese momento, dice Asta, es posible que quieras mantener a tu bebé en tu regazo cuando vengan amigos y familiares y animar a otros visitantes a hablar contigo antes de coger inmediatamente a tu bebé.
Y hacia el final del primer año, la negatividad o la independencia de los niños pequeños entra en juego, y pedir permiso a los niños puede complicarse. «No vas a preguntarle a un niño de 11 meses, ‘¿quieres que te cambie el pañal ahora?’, porque el niño puede querer jugar y no darse cuenta de que es el momento del cambio. Si le preguntas a un niño de 12 meses: ‘¿Quieres que te ponga en la cuna?’, se complicaría la vida», dice Asta. «Con los niños pequeños, se trata de poner límites con salud y seguridad. Eso no quiere decir que no debas establecer límites físicos para tu hijo: eso es bueno». El espíritu de lo que promueve es bastante bueno. Sólo que hay etapas del desarrollo en las que puede causar problemas».
Asta dice que recomienda no hacer preguntas de sí o no a un niño pequeño para crear lo que ella llama una situación en la que todos ganan. En su lugar, recomienda lo que ella llama el «nosotros médico» para los bebés. Por lo tanto, si bien debes decirle a tu hijo lo que estás haciendo, no necesariamente le estás pidiendo permiso: «Vamos a ponerte en la silla del coche y a dar un paseo», o «Vamos a cepillarte los dientes», por ejemplo.
Dicho esto, enseñar a los niños los límites y el respeto por su cuerpo tiene sus ventajas. «Todo el mundo quiere tener límites», dice Asta. Cuando están bien establecidos, los niños pueden ser mejores para compartir y mantener sus manos para sí mismos en, por ejemplo, la fase en que sus compañeros están mordiendo y pateando.
Si te interesa la crianza RIE
Si quieres probar la crianza RIE, habla con tu pediatra y lee sobre el desarrollo del bebé y del niño pequeño (Asta dice que el libro What to Expect the First Year es un gran recurso) para entender en qué etapa se encuentra tu hijo ahora y cómo podrían funcionar en la práctica varias estrategias de crianza. Asta añade que hablar con un conductista infantil, además de con tu pediatra, puede ser de ayuda.
También es importante prestar atención a las necesidades de tu propio hijo y evitar quedarse estancado en una teoría que podría no funcionar bien en la práctica para ti. «Hay muchas maneras de criar a los niños con éxito, y los niños tienen diferentes temperamentos. Una estrategia no siempre va a funcionar bien para todos los niños», dice Asta.
No importa cómo elijas ser padre, hay ciertas situaciones de sentido común en las que tu hijo definitivamente no debería llevar la voz cantante. «No queremos invadir el espacio del niño. Pero tampoco vas a preguntar a un niño de 18 meses: ‘¿Puedo cogerte de la mano en un aparcamiento? En cualquier situación que implique la salud o la seguridad de tu hijo, no vas a pedir permiso, ya que los niños no pueden pensar en las consecuencias», dice Asta.
En definitiva, aunque hay muchas teorías sobre cómo educar a tus hijos, algo que sí sabemos con certeza es que lo que los bebés realmente necesitan es tu amor y tu atención. Los pediatras, de hecho, están más preocupados por los padres distraídos que están tan absorbidos por sus teléfonos móviles que no están prestando atención a sus pequeños. «No conozco personalmente la ciencia ni sé si hay suficiente investigación para apoyar estas estrategias. Pero como pediatra, puedo hablar de lo que sí sabemos: abraza a tu bebé, cántale, quiérelo», dice Asta.
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