Nuevo México se ha convertido en el primer estado de EE UU que permite a los psicólogos recetar fármacos. La controvertida medida enfrenta a los psicólogos con los psiquiatras y puede ser seguida por una legislación similar en otros estados.
Los psicólogos clínicos tienen títulos de doctorado y una amplia formación en psicoterapia, pero no están cualificados médicamente. La Asociación Americana de Psicología lleva presionando desde 1984 para conseguir apoyo legislativo a los proyectos de ley que autorizan a los psicólogos a recetar fármacos psiquiátricos. La asociación argumenta que es más rentable para los pacientes recibir su psicoterapia y tratamiento farmacológico de un solo profesional.
Antes de la ley de Nuevo México, sólo el territorio estadounidense de Guam permitía a los psicólogos recetar fármacos. Guam agrupó a los psicólogos con los asistentes médicos como especialistas sanitarios aliados con privilegios de prescripción en 1998, pero hasta la fecha ningún psicólogo se ha acogido a la ley.
La nueva ley exige a los psicólogos una formación adicional, que incluye 450 horas de cursos de neuroanatomía, fisiología, farmacología y psicofarmacología. También tendrán que superar unas prácticas de 400 horas y atender a 100 pacientes bajo la supervisión de un médico antes de pasar un examen nacional. Una vez superado el examen, recibirán una licencia limitada que les permitirá recetar medicamentos durante dos años bajo la supervisión de un médico. Sólo entonces podrán solicitar una licencia independiente.
El impulso del proyecto de ley fue un esfuerzo por ampliar los servicios de salud mental en el estado, que carece de servicios médicos. Nuevo México sólo cuenta con 95 psiquiatras para una población de 1,8 millones de habitantes. La escasez conduce a largas esperas para los servicios psiquiátricos, dijo la asociación.
La asociación también señaló que la tasa de suicidio entre los nuevos mexicanos de entre 15 y 24 años es un 75% más alta que la media nacional y argumentó que si estos pacientes tuvieran acceso a los medicamentos de sus psicólogos esta tasa disminuiría drásticamente. Pero los psiquiatras argumentan que dar a los psicólogos privilegios de prescripción es mala medicina.
El doctor Paul Appelbaum, presidente electo de la Asociación Americana de Psiquiatría, dijo: «La decisión de Nuevo México de permitir que los psicólogos prescriban medicamentos y ordenen e interpreten pruebas de laboratorio se deriva de una visión profundamente equivocada de la naturaleza de los trastornos psiquiátricos y su tratamiento.
«Los medicamentos utilizados para tratar estos trastornos pueden afectar al funcionamiento de otros sistemas de órganos, especialmente cuando esos órganos ya están comprometidos por la enfermedad, e interactuar con los medicamentos prescritos para otras condiciones médicas. Pretender que unos pocos meses de formación sobre el cerebro y los medicamentos psicoactivos pueden hacer que un psicólogo esté capacitado para recetar medicamentos que pueden afectar a todo el cuerpo -y para controlar su impacto- es negar las complejidades de la fisiología humana.
«El efecto será conferir un estatus de segunda clase a las personas con trastornos psiquiátricos, convirtiéndolas en el único grupo de pacientes que pueden ser tratados por profesionales sin formación en la fisiología, la fisiopatología y la farmacología del cuerpo en su conjunto».