Cuando vives con equilibrio en tu vida, estás viviendo con paz y armonía cada día. El equilibrio tiene formas físicas, emocionales y espirituales. Estar en equilibrio puede significar algo diferente para cada individuo. Para mí, tener una vida equilibrada significa crear tiempo para las cosas que tengo que hacer, así como para las cosas que me gusta hacer. Todos debemos comer y dormir cada día. Muchos de nosotros también debemos trabajar. Algunos van a la escuela. Depende de cada uno de nosotros crear una armonía entre nuestras responsabilidades vitales y encontrar tiempo diariamente, o semanalmente, para participar en actividades que nos aporten placer, realización personal y rejuvenecimiento. Comer sano y encontrar tiempo para hacer algún tipo de ejercicio físico de forma rutinaria crea un equilibrio físico en nuestro cuerpo. El descanso y el sueño adecuados también son necesarios para que nuestros cuerpos rejuvenezcan y se sientan renovados, de modo que podamos emprender otras actividades en nuestras vidas.
El equilibrio también significa dedicar tiempo a los amigos y a la familia. Esto forma parte de nuestro equilibrio emocional. Tener un sistema de apoyo es importante y nos hace sentir cuidados y queridos, sabiendo que hay alguien más que se preocupa por nuestro bienestar. También es una buena sensación apoyar a otra persona a la que quieres y cuidas. Se convierte en una relación equitativa de dar y recibir, ofreciendo un equilibrio emocional equitativo. Cuando una relación está en equilibrio, el círculo de dar y recibir se completa. Cuando esto ocurre, sabes que has sido bendecido con una persona cariñosa y atenta en tu vida que también reconoce la necesidad de equilibrio. También es importante encontrar tiempo de tranquilidad y descanso, así como tiempo de diversión y juego. El tiempo de silencio o de inactividad nos permite rejuvenecer y volver a centrarnos. Esto se convierte en nuestro equilibrio espiritual. El cuerpo, la mente y el espíritu necesitan tiempo para reponer fuerzas. Tómate un tiempo de descanso cada día para reflexionar sobre las cosas que son importantes para ti. Recarga tu alma. Esto puede hacerse en forma de yoga, meditación o simplemente estando en silencio mientras escuchas música relajante. Utiliza este tiempo para reconectar con tu espíritu interior. Conecta con tu amor propio y tu aprecio por todo lo que tienes. También puedes utilizar este tiempo para visualizar tus deseos. Esto creará paz para ti dentro de tu día y te recordará quién eres realmente y lo que es importante.