Como evitar el tejido cicatrizal en la rodilla o el Sindrome de Rodilla Rigida
Artrofibrosis, también conocida como «síndrome de la rodilla rígida», se produce cuando se forma un exceso de tejido cicatricial alrededor de una articulación, limitando el rango de movimiento y causando dolor e incapacidad. Puede ser una complicación de la artroplastia de rodilla o de la cirugía del ligamento cruzado anterior, con infecciones y hemorragias como factores contribuyentes conocidos. De las aproximadamente 720.000 prótesis de rodilla que se realizan cada año en Estados Unidos, la artrofibrosis se produce después de aproximadamente el 6% de estas cirugías.
Cuanto más tiempo permanezca su rodilla inmóvil después de la cirugía, mayor será su probabilidad de desarrollar esta afección. Si se ha sometido recientemente a una cirugía de sustitución de rodilla, debe recordar que cierta rigidez posterior de la rodilla es normal y puede no ser un signo de artrofibrosis. La artrofibrosis suele caracterizarse por los siguientes síntomas:
- Caminar con la rodilla doblada. La incapacidad para enderezar la rodilla o la dificultad para contraer los músculos del cuádriceps pueden ser signos de rigidez y del desarrollo de la artrofibrosis.
- Empeoramiento del dolor en la rodilla. En las semanas y meses posteriores a la cirugía, el dolor debería disminuir gradualmente. El aumento del dolor puede ser un signo de artrofibrosis.
- Calor e hinchazón alrededor de la rodilla. Aunque suelen ser comunes después de la cirugía de rodilla, consulte a su médico si persisten, ya que también pueden indicar el desarrollo de esta dolorosa afección.
Los casos leves de artrofibrosis pueden resolverse sólo con fisioterapia intensiva. Otros tratamientos incluyen la manipulación bajo anestesia, cuando un médico manipula la rodilla de forma controlada para romper el tejido cicatricial. La cirugía también puede ser una opción para algunos pacientes.
Independientemente del curso del tratamiento, la fisioterapia desempeñará un papel importante. Trabajaremos con usted para restaurar su rango de movimiento con estiramientos pasivos y técnicas de movilización manual. Si su médico decide que la cirugía es el mejor curso de tratamiento, trabajaremos con usted durante seis a ocho semanas después de la cirugía para mantener el rango de movimiento ganado con la cirugía y mantener la inflamación bajo control.
Mientras sigue el tratamiento, asegúrese de llamar a nuestra oficina para que podamos trabajar con usted y su médico para ayudar a recuperar su rango de movimiento y reanudar sus actividades diarias sin dolor o rigidez.